Herida de muerte
La Constitución cumple 42 años. Este 2020 es el peor año de nuestras vidas: por el coronavirus que ha destrozado nuestro presente y nuestro futuro, -60.000 muertos a bocajarro y en soledad- y por este gobierno de coalición social-comunista que, tras aprobar los Presupuestos con valientes y patriotas, se dispone ahora a poner un rejón de muerte a la convivencia que nos hará sangrar el resto de Legislatura. Cinco minutos después del éxito parlamentario -(189 votos de PSOE, UP, ERC, Bildu, PdCat, PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y PRC –gracias, Revilla)-, Otegui amenazaba con iniciar precisamente hoy, Día de la Carta Magna-, la proclamación de la Republica Confederal Vasca, engulléndose a Navarra –como Hitler hizo con Polonia- y ERC exigía la amnistía para los sediciosos del 1-0. Rufián, en sus mayores días de gloria compartida con Adriana Lastra, lo bordó en el hemiciclo: “Ha empezado una nueva era; este Ejecutivo dependerá siempre de nosotros”. Podemos y los separatistas han atado y bien atado al PSOE hasta la eternidad.
A última hora se descolgaron Coalición Canaria –“son ustedes unos cobardes”, le espetó Ana Oramas al dúo Iglesias-Sánchez tras robarle 30 millones de euros para paliar la pobreza extrema en el Archipiélago, e Inés del alma mía que comprobó cómo la decisión del doctor presidente estaba determinada desde 2018 con sus socios de investidura. Y hasta su propuesta estrella, la rebaja del diésel, se la birlaba el PNV. Ni siquiera consiguió recuperar la Tarjeta Sanitaria Nacional, que ya funcionaba en tiempos del franquismo. PP hizo el canelo presentando enmiendas; Vox se ahorró el trabajo sabiendo que no aceptarían ninguna y los de Navarra en Suma y Foro Asturias, fueron coherentes con su gente. Al igual que la CUP que solo viene a Madrid a cobrar los sueldos y las extras. Coalición Canaria ha sido despreciada porque con este bloque monolítico de valientes y patriotas no cabe el diálogo. Ahora se rasga las vestiduras con el timo que de la inmigración clandestina. Para que vuelva a regalarle seis meses sin control al señor presidente “cum laude”.
Unas “mejoras” de más de 4.500 millones para los socios del gobierno Frankenstein que pretenden además, controlar la Justicia empezando por el CJPJ, abriendo la puerta a UP, Bildu y ERC. El provocador Iglesias, amenazado por varias investigaciones judiciales (Caja B, Neurona, tarjeta del teléfono de su asesora Dina) quiere acelerar el proceso de copar el Consejo y la Fiscalía General para evadirse de posibles condenas.
No es llamativo que sea el comunista bolivariano Pablo Iglesias, que nunca ha visitado ni una residencia de ancianos castigados por el Covid 19-, quien dé lecciones de democracia acusando al PP de “quedarse fuera de la Carta Magna”. Los que nos quieren llevar directamente a la III República sin Transición, los que afilan la guillotina contra la Monarquía Parlamentaria, los que aspiran a implantar “la democracia de nuevo tipo” del Frente Popular para ensalzar e indultar a ladrones como Prieto y Negrín, los que gobiernan contra más de la mitad del pueblo, Pedro y Pablo, Pablo y Pedro, están encantados con fragmentar España para crear una Federación de Repúblicas (3,4, 5, 6, 7) parapetándose en la tragedia de la pandemia del coronavirus y en el poder absolutista que la mayoría del Congreso le otorgó al doctor Sánchez, para narcotizar a la opinión pública y hacerles olvidar los problemas reales: el paro, la desesperanza, los hosteleros encerrados en iglesias de Asturias, los inmigrantes ilegales que llegan a Canarias, las pymes en quiebra, los autónomos empobrecidos, los bancos de alimentos que no pueden atender las colas del hambre… Problemas reales de la gente que Sánchez aborda como si fuéramos al parvulario. Cambiar el régimen, la ensoñación de un gobierno de mangantes.
Este es un gobierno sectario. Dos botones de muestra: la visita planificada con nocturnidad y alevosía al Hospital La Paz de Madrid del presidente Pedro Sánchez mientras Isabel Ayuso estaba en Barcelona, sin avisar a la Comunidad ni al Ayuntamiento –primera revista a un centro hospitalario tras 11 meses de pandemia- y la ausencia de Illa y la imposición a la Casa Real para que no asistiera a la inauguración del nuevo centro antivirus “Isabel Zendal” inspeccionado ya por once delegaciones sanitarias de la UE y de Marruecos. Salvador Illa mintió una vez más; pretextó una cumbre telemática con sus homólogos comunitarios cuando en realidad la cita era para la seis de la tarde, no al mediodía. Estos son los que hablan de diálogo. Como su jefe Iceta, que travestido en ovejita lucera, ha asegurado que el PSC no participará en un tripartito con ERC y Podemos en Común mientras mantengan el derecho a la autodeterminación y el referéndum por la independencia. Podemos leer los labios de don Pedro I el Mentiroso: “Nunca negociaré con Bildu, nunca; ¿se lo repito veinte veces?”. Antes había dicho en campaña lo mismo con UP. Y ha terminado siendo rehén de un comunista convicto y confeso, hijo, que ha arrastrado al PSOE al infierno extramuros de la Constitución.
Los PGE/21 son un éxito político sin precedentes para un partido con 120 diputados. Domina las Cámaras, la Judicatura, los medios de comunicación (públicos y privados, salvo honrosas excepciones); ha aprobado la ley Celaá para que la ignorancia sea la fuerza de su poder consagrando la prohibición de los suspensos (como hizo Mao en la primavera del 51) y ahora prepara con leyes habilitantes (la eutanasia, la ley de censura previa, las reformas judiciales para indultar a los secesionistas (de la ensoñación de Marchena) para que los fiscales de la ex ministra Dolores Delgado instruyan los expedientes con el sectarismo de esta sujeta que ahora cree que es necesario reformar previamente el Estatuto Fiscal. En suma; controlar todos los poderes. Y perpetuarse como ya se anuncia en los carteles del PSOE más allá de 2026. La pregunta es; ¿qué quedará de España tras este sexenio de autoritarismo con socios radicales, antidemocráticos y enemigos de la Nación?
Este Ejecutivo de druidas oscuros, -“somos creadores de talento”- dice Celaá, la “del arte de Fierabrás”, es compañera de la vice egabrense Carmen Calvo que ha asegurado hace unas horas que Fernando Simón está ahí por su “expertez”. Lástima de un año entero perdido que ha consolidado a un gobierno incapaz y a un presidente que nos recuerda a Zelig, el personaje de Woody Allen que se transformaba y se adaptaba a todos los ambientes. Un camaleón. (Republicano, demócrata, socialdemócrata, jugador de béisbol, trompetista negro, fumador de opio, psiquiatra, profesor universitario). “Mientras gobierne el PSOE” –ha asegurado- “la Constitución regirá de este a oeste y de norte a sur; del primer artículo al último”. No podemos creerle.
Como denuncia hoy EL MUNDO, -uno de los pocos muros por derribar todavía- el Gobierno de coalición amenaza 14 artículos de la Ley de Leyes desde el asalto al Poder Judicial, a la unidad de España pasando por el castellano. Vargas Llosa considera que eliminar el español como lengua vehicular es una “idiotez sin límites”. Pocos le escucharán.
El presidente llegó tarde al acto institucional del Día de la Constitución con 200 invitados en la calle (a 6º C), blindado para evitar los abucheos. Enfatizó que la “Carta Magna salva vidas”, gracias al estado de alarma que le ha convertido en el rey Sol y ha ensalzado que la aprobación de las Cuentas del Reino “elevan la máxima categoría el alma social de la Ley de Leyes”. Dos párrafos de manual para un “canutazo” de propaganda Redondo, S.L.
Mientras miles de ciudadanos se congregaban en los Ayuntamientos de toda España, convocados por VOX para denunciar los presupuestos consensuados con los comunistas y separatistas –los mayores creadores de odio, terror y sangre-, la presidenta del Congreso Marixell Batet, recordaba en su discurso a los sanitarios heroicos de la Covid y resaltó la llamada al esfuerzo colectivo del Rey. “Lo que hace buena una Constitución es su carácter de pacto y su capacidad de integrar”, subrayó. Palabras de salón.
Antonio Regalado dirige BAHÍA DE ÍTACA en: aregaladorodriguez.blogspot.com