Propuesta envenenada
Estamos en la semana más oscura de nuestro desencanto. La XVª Legislatura -dure lo que dure-, será la piedra de bóveda para que los progresistas alcancen su involución permanente. Su avance nos retrotraerá directamente a 1931, “luminoso” periodo republicano en el que, gracias al PSOE de Largo Caballero, Indalecio Prieto y Juan Negrín; a la envidia del presidente Manuel Azaña y a la ambición de los fascistas y nazis separatistas (ERC y PNV)) nos llevaron directamente a la guerra civil.
El 17 de agosto entramos en “modo constituyente”. Chantajistas y chantajeados en el mismo barco remando juntos y en la misma dirección. España a la deriva. En su principio está nuestro fin. Luego no digan que no lo sabían.
Tiempo constituyente
Los resultados del 23-Jl nos han sumido en la ingobernabilidad. Hemos quedado a la intemperie, en medio de un mar de dudas, en un tiempo renegrido, atrapados en una partida de ajedrez donde el rey está ahogado en la mitad de la nada. Feijóo gana pero no podrá gobernar. Y en política a eso se le llama perder. Sánchez, con gorra de chulapo, se ha bajado a Marruecos de vacaciones para reírse de todos nosotros. Desde Marrakech ha emitido la primera fatua de sus vacaciones: hay que bloquear Ceuta para que Vivas experimente en carne propia que el cordón sanitario del pacto del Tinell sigue tan vigente como en 2003.
¿Qué no hará en esas conversaciones discretas y secretas que dirige el cuarteto Bolaños-Montero-Yolanda-Otegui para entronizarlo de nuevo en la mansión monclovita? En una semana tan crucial Sánchez ni está ni se le espera. Siempre al final de la escapada. Una política rellena de tensión híbrida.
En las cabezas del mejor equipo de guionistas nadie hubiera imaginado una situación tan esperpéntica: el gobierno de España está en manos de un delincuente, Carles Puigdemont, posiblemente el ciudadano que más daño haya hecho a nuestra democracia, incluidas conversaciones con agentes de Putin para que Rusia prestara (pagando, claro) hasta 20.000 soldados con el fin de defender la república catalana. Dependemos de un fugitivo. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Degenerando, consintiendo, callando y tragando.
Todos sus avances y sus progresos son a costa de mentiras, maldades y manipulaciones. Vamos adelante, sin freno y marcha atrás hacia una España, nación de nacionales, eufemismo de una España constituyente, totalitaria y republicana.
La ideología del dinero
Todos los apoyos parlamentarios a la gobernabilidad de España se han pagado primero en dinero. Luego, en concesiones indecentes. No olvidemos que los nacionalismos son insaciables. Insaciables y siempre víctimas. El victimismo fue la base principal del nazismo como aprendimos con los once principios de la propaganda institucional de Joseph Goebels. Lo de la proyección sanchista a Núñez Feijoo fue un reflejo condicional de su compleja actividad psicológica. Y sin escrúpulos.
El dinero no necesita palancas para mover el mundo. La salivación del secretario general del PSOE desencadena automáticamente su ambición cósmica del poder.
Contra todo pronóstico el PP se desinfló y ha entrado en depresión; los socialistas han vendido la derrota como un triunfo. Sánchez representa a la izquierda, a la izquierda de la izquierda, a los separatistas, a los golpistas e incluso a los díscolos de Podemos que quieren grupo propio en el Congreso y un ministro en el futuro gobierno de coalición.
Hablábamos de dinero. ERC y Junts han recordado al gobierno que el FLA (Fondo de Liquidación Autonómica), creado por Rajoy para que las CCAA despilfarradoras pudieran respirar ante el cierre de los mercados, hay que cerrarlo por quiebra política. Exigen la condonación de toda la deuda (187.000 millones); de ellos, 74.000 corresponden a Cataluña, 45.000 a Valencia y 28.000 a Andalucía, la mayor parte solicitados durante el reinado socialista.
Madrid siempre tuvo acceso a los mercados de capitales y nunca se acogió al FLA. La condonación perjudicaría sobremanera a los gestores honrados. Un ejemplo: la deuda catalana equivale a dos años y medio de recaudación del IRPF de los madrileños. No contentos con eso, Aragonés va a pedir un extra de 20.000 millones anuales más. Deuda histórica, supongo. Y una Agencia Tributaria que recaude todos los impuestos.
En suma, un Concierto vasco (con fórmula secreta y opaca) para pagar solo los servicios que el Estado presta en territorio catalán. Si añadimos el traspaso de Cercanías, la cesión del aeropuerto del Prat y otras infraestructuras, la ampliación de la plantilla de los Mossos de Escuadra y la recepción de la vigilancia aduanera, podríamos estar hablando de casi 200.000 millones de euros. 12.500 millones por escaño golpista. Además, requieren ambos, grupos parlamentarios, provocando un fraude de ley porque no cumplen los requisitos. PSOE y PP, mirarán para otro lado.
Las nueces del PNV siempre cotizan al alza. Ya ha sugerido al presidente en funciones que con el juez Llarena en el Tribunal Supremo el apoyo de sus 5 diputados será más caro. Habrá que destituirlo incluso con un ascenso.
Mientras tanto, Otegui avisa que sus pactos secretos pasan por poner en la calle a todos sus terroristas presos y, por “pensionar generosamente” a quienes hayan alcanzado la edad de jubilación, previo convenios con los Diputaciones Forales y la expansión del eusquera en Navarra. Algunas comisiones sacará en claro Bildu tras intermediar con Puigdemont.
Gracias a los socialistas andaluces, castellano-manchegos, castellanos y leoneses, riojanos, murcianos, extremeños, gallegos y madrileños los separatistas vascos y catalanes vivirán divinamente en el futuro inmediato.
Yolanda Díaz, la lideresa de Sumar no se ha preocupado de exigir sus promesas electorales (herencia universal -20.000 euros-, ayudas de 200 euros al mes hasta la mayoría de edad por nacimiento o las 32 horas semanales con el salario de 40. No; lo suyo es hacer el trabajo sucio a los radicales pidiendo que el catalán, el euskera y el gallego sean utilizados en el Congreso como ya se hace en el Senado. Y ensaya Españas “federales” y “asimétricas”. Volver al cantonalismo y apostar por la desigualdad.
En resumen: unos 50 colaboradores de esas nacionalidades cobrando suculentos sobresueldos, viajes y dietas eternamente. ¿En qué idioma se entienden Otegui, Junqueras y Puigdemont? Pues eso. Yolanda y sus socios comunistas son los mismos que prohíben, paradójicamente, que se pueda estudiar castellano en la tercera parte de nuestra geografía. Esa es la coherencia de la izquierda caviar.
Paralelamente, chantajistas y chantajeados obtendrán el reconocimiento de las selecciones “nacionales” deportivas.
Un inciso: la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, del PP, ha revolucionado su mandato permitiendo que el bilingüismo sea posible en el Ayuntamiento. ¡Manda trillos!
Seguimos: nacionalistas gallegos y canarios han anunciado que su voto no será gratis. Menos mal que han perdido su escaño el PRC de Miguel Ángel Revilla y Teruel Existe de Tomás Guitarte.
¿Quién pagará la fiesta? Todos nosotros. Con más impuestos. El objetivo de Sánchez y sus amigos es doblegar al Estado. Es una guerra a medio plazo. La inestabilidad impedirá reformas urgentes como el PHN.
Mientras, el precio subirá hora a hora. ¿Cuánto costará la amnistía para los insurgentes? ¿Y el referéndum de autodeterminación? La Constitución no permite ninguna de las dos figuras secesionistas. Lo impiden los Art. 1, que consagra la “soberanía nacional” y el 2, que proclama “la unidad” de la Patria. Los socialistas se comprometerán también a no llevar al Tribunal Constitucional ninguna ley emanada de los Parlamentos regionales del País Vasco y Cataluña. Es decir, ampararán que no se cumpla la ley.
Solo la nunca cándida ingeniería jurídica que aplique Conde-Pumpido desde el TC, podría acelerar el proceso hacia una España republicana, plurinacional, federal o confederal.
Una petición de máximos complicaría la situación de formar gobierno. Y nos llevaría hasta un otoño más ardiente que el de Gerona en estos días. El perdedor no es un idiota ni un suicida. Por ello, después de lanzar la cometa, podría recogerla en septiembre y declararse víctima de un complot -esta vez de los medios de comunicación, de los poderosos, de los intransigentes, del PP y Vox- y declararse un gran patriota convocando nuevas elecciones para “salvar España”.
Este tipo es capaz de cualquier cosa menos de abandonar sus privilegios. Tras la sumisión a ERC y Bildu durante este quinquenio tenebroso, todo indica que el inquilino de Waterloo quiere regresar como un héroe en el propio Falcon presidencial. El iluminado Puigdemont exige los acuerdos por escrito aunque denuncia que Sánchez “nunca cumple lo que promete”. Vaya descubrimiento. La lucha intestina entre ERC y Junts complicará más el panorama político, económico y social. En juego, la supremacía por el suculento plato de lentejas de la Generalidad.
Ojo al dato: el calvario de Sánchez si consigue reengancharse en Palacio culminará en el Gólgota de los Presupuestos. Ello le permitirá aprender a respirar con escafandra hasta que Illa, su salvador, reverdezca rozando la mayoría absoluta en los comicios catalanes. Entonces, será el denostado PP el que acuda en su ayuda para detener, de momento, el nuevo golpe de Estado. Con una Cataluña socialista, tras los mandatos de Maragall y Montilla, nuestro “Caesar Imperator” extenderá su absolutismo hasta las estrellas y más allá. Su señoría siempre ha sido galáctico.
Nadie ha podido valorar en euros, la represión política en Cataluña; ese “martirio indoloro” no lo pagaremos nunca porque el victimismo es la esencia del nacional-socialismo.
La amarga victoria
Las encuestas -salvo las de José Félix Tezanos para Moncloa- no fueron capaces de detectar el impulso de la remontada socialista, los viajes de ida y vuelta a Bruselas para arañar un escaño en Lérida y San Sebastián, la ausencia del debate en RTVE, el espectáculo extremeño de María Guardiola Martín, la obstinada actitud del murciano Fernando López Miras, al ambigüedad negociadora de Jorge Azcón en Aragón y, sobre todo, los desplantes e insultos innecesarios entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal Conde. El encuentro secreto de los líderes populares y voxistas ha resultado ser otro error político bien aprovechado por Ferraz y la fábrica de propaganda goebelsiana bolañista; ha erosionado la posible alternativa con único argumento: ¡“que viene la ultraderecha”! Se podría haber neutralizado con facilidad: ¡Sánchez representa mejor que nadie a golpistas y terroristas! El sanchismo gobierna en 38 municipios catalanes con ERC y en tres Diputaciones.
Dejar inocular el miedo a un amplio sector de la sociedad olvidando las tropelías de cinco años del gobierno más oscuro desde 1977, ha resultado ser una estrategia equivocada en este verano azul teñido de incertidumbres.
Para colmo, el futuro presidente aragonés mandó a su portavoza en las Cortes a firmar el acuerdo que posibilitará la alternancia con dos meses y medio de retraso. ¿ Tanto le avergüenza el acuerdo con VOX? Los resultados en Castilla y León, Valencia, Baleares y Extremadura han sido buenos. Si se repitieran elecciones en Murcia los electores de ambos partidos deberían correr a gorrazos a los dirigentes. Faltaba que en esa oportunidad, ganara el PSOE. ¡Qué poco respeto a su base social! El PP tiene que definir de una vez por todas su relación con su socio preferente y casi exclusivo.
Lo peor de todo es que PP y Vox hablan de transparencia con la misma certeza como la utiliza el doctor Pedro S. Pérez-Castejón de cuyas andanzas tenemos que enterarnos siempre por la prensa marroquí. Resulta extraño que estando en Fez no sea recibido por el Emir de los creyentes. En secreto, naturalmente. Las relaciones con el vecino del sur siempre han sido convulsas.
La semana del rey
Tenemos un rey que no nos lo merecemos. Y ahí está, viendo pasar el tiempo, como la Puerta de Alcalá. El presidente en funciones le ha ninguneado desde el primer minuto; le ha hecho esperar en varios actos oficiales, le ha congelado el sueldo a la Casa Real, ha legislado para que las ofensas a S.M. y a la familia real se conviertan en una ampliación de la libertad de expresión; o sea, en impunidad para los delincuentes.
Ha permitido que responsables regionales le humillen y algunos ayuntamientos le declaren persona “non grata”. Ahora, los republicanos intentarán de nuevo que el Rey no firme los títulos universitarios; un jefe de Estado que no ha nombrado ni un solo título nobiliario; ni siquiera a Rafa Nadal, Marca España desde hace cinco lustros. El gran Marqués de Manacor. Un rey siempre cerca de los españoles. Nuestro mejor embajador, sin apenas misiones en el exterior y en el interior.
Los catalanes sí tienen rey como han confirmado en un libro homónimo Sergio Fidalgo y Antonio Robles que será presentado este jueves día 8, en Fermoselle (ZA). Allí estaremos.
Decenas de republicanos y gentes de izquierdas, desde la periodista del PCE, Regina Farré al ex ministro José Luis Corcuera defienden la Monarquía Parlamentaria frente a este Frente Popular de Judea, que hace todo lo posible por romper España, ahora que la sed transforma nuestros campos con desiertos subsaharianos y los pantanos se inundan de desesperación. El agua -la falta de agua- debería ser nuestro problema más urgente, incluso más que la composición de un nuevo gobierno Frankenstein.
El artículo 99 faculta al Monarca -una de las escasas atribuciones que posee todavía- a presentar un candidato al Congreso que pueda ser investido con la mayoría de escaños. Aquí no vale lo de la lista más votada. Cierto que en esta ocasión, el ganador de las elecciones tiene asegurados 171 con los de Vox y UPN. Pero no son suficientes. Gana quien gobierna.
Dado que los representantes de Bildu, ERC, Coalición Galega y Junts no acudirán a La Zarzuela a informar directamente sobre su intención de voto, Felipe VI solo tiene la palabra de don Pedro para convencerle de que contará con 176 escaños. Creer a un hombre que “cambia de opinión” constantemente no debe ser fácil. La palabra de Sánchez es incompatible con la verdad. Que se sepa aún no ha felicitado al ganador.
Las dudas del monarca son razonables. En este tiempo de sequía y de incendios con vientos racheados de Tramontana, tiene que tomar una decisión envenenada. La neutralidad en política interna es un arma cargada de republicanismo. ¡Ojalá la decisión no erosione a la Corona!
¿Tiene legítimo derecho a defender su candidatura el líder del PP? Al menos debería poder intentarlo. Es el momento de presentar un programa de país que ilusione un poco más a los españoles. Los cabreados por este gobierno no somos suficientes para un relevo democrático.
Parece increíble pero don Pedro sigue inmaculado. Le han sido perdonados todos sus pecados veniales y mortales: desde los indultos a los golpistas, a la eliminación del delito de sedición y a la reducción de penas por malversar fondos públicos. Ha dejado desarmado el Estado para que “vuelvan a intentar otra vez el golpe de Estado definitivo” en Cataluña y en el País Vasco simultáneamente. Y que les salga gratis total.
La negativa del presidente en funciones, a reunirse con el ganador de las elecciones generales antes de que se forme la Mesa del Congreso presagia que la relación Pedro-Alberto continúa más rota que nunca. Sin lealtad constitucional, las dos Españas machadianas seguirán helándonos el corazón. Aprovechó la carta de respuesta a Feijóo para presionar directamente al monarca. Una presión tan velada como eficaz. Si el jueves 17, Maritxell Batet resulta reelegida presidenta de la Cámara Baja, la suerte está echada. ¡Nuevas elecciones generales, ya! Y a agavillar las fuerzas para una alternancia de cambio.
En el rey confiamos. ¡Dios salve al Rey!
Antonio REGALADO dirige BAHÍA DE ÍTACA en:
aregaladorodriguez.blogspot.com