Europa: readaptarse o morir ante las exigencias de Trump

Donald Trump, llega para hablar en un mitin de victoria de MAGA en el Capital One Arena en Washington, DC, el 19 de enero de 2025, un día antes de su ceremonia de investidura - PHOTO/ REDES SOCIALES  
El cuatrienio norteamericano cuyo horizonte pasa por el Gobierno de Trump y sus oligarcas, traerá cambios en el orden internacional, comenzando por la relación de Estados Unidos con sus aliados europeos tras finalizar la Segunda Guerra Mundial
  1. Los otros intereses energía y satélites

El cambio de estatus de aliados a socios es algo que el nuevo mandatario estadounidense pretende y los propios europeos saben que esa alianza occidental va a acabarse y la Unión Americana pasará a ser un socio necesario.

¿Qué será de la OTAN? La Alianza Trasatlántica fundada el 4 de abril de 1949 y que en la actualidad cuenta con 32 países miembros (30 europeos y dos americanos con Estados Unidos y Canadá) gastó en 2023 aproximadamente 1.1 billones de dólares.

El año pasado, un total de 18 países aliados cumplieron con el compromiso de gastar el 2% de su PIB en defensa. Estados Unidos representó el 53% del PIB combinado de los aliados.

Como candidato, Trump ya deslizó que exigirá a los países miembros de la OTAN gastar el 5% de su PIB en defensa algo que exige una presión fiscal no siempre al alcance. Por vez primera, Alemania logró superar el 2% del PIB en gasto en defensa.

Trump, durante una campaña en Carolina del Sur, declaró que como presidente animaría a Rusia “hacer lo que quisiera” con los países que no cumplan con su gasto en defensa. Sus comentarios provocaron preocupación en toda Europa, alarmando a los miembros europeos de la OTAN.

¿Qué están haciendo los europeos al respecto? El año pasado, el presidente  francés, Emmanuel Macron, propuso desarrollar un concepto estratégico militar para los europeos, si persiste la intención de Trump de abandonar a la OTAN.

Macron sugirió que el nuevo concepto podría incluir el escudo aéreo y antimisiles europeo iniciado por Alemania conocido como Escudo del Cielo Europeo; además, de tener mejores  capacidades europeas, en el ataque profundo y un mayor arsenal de disuasión nuclear.

El presidente francés subrayó la necesidad de aplicar los objetivos de la Brújula Estratégica, en particular para poner en marcha nuevas capacidades de despliegue rápido y adoptar medidas antihíbridas. Y dar más dinero para desarrollar a la industria armamentística europea.

Si Estados Unidos abandona a la OTAN, su carácter de aliado pasaría a ser el de un socio con el que hacer negocios. Y, los europeos necesitan comprar armas y equipo militar norteamericano un punto que a Trump le interesa potenciar más.

De acuerdo con la BBC, en 2023, las ventas de armas estadounidenses en el extranjero lograron un récord de 238 mil millones de dólares; el Gobierno de Estados Unidos negoció directamente 81 mil millones de dólares en ventas, lo que supone un aumento del 56% con respecto a 2022.

Hay países como Polonia que están modernizando y expandiendo su ejército expectantes por entrar en un conflicto con Rusia. Los países europeos están comprando a Estados Unidos, helicópteros Apache, sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (Himars); tanques M1A1 Abrams y  sistemas integrados de comando de batalla de defensa aérea y de misiles.

También Italia sigue adquiriendo equipo de nueva generación militar estadounidense: hace unos meses, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta de un número no especificado de aeronaves EA-37B para reforzar a sus fuerzas militares.

Y al propio presidente Trump le interesa que los corporativos norteamericanos de su boyante industria militar sigan con sus ganancias millonarias.

Cualquier viraje en la postura del mandatario norteamericano con respecto de la OTAN no será óbice para que autorice la venta de armamento para los países europeos que son además los principales compradores del moderno avión F-35 Lightning II fabricado por Lockheed Martin Corporation. Estas naves están siendo adquiridas por Alemania, Grecia y recientemente Rumanía adquirió 32 aviones, convirtiéndose en el tercer miembro de la OTAN en operar F-35.

Los otros intereses energía y satélites

Por encima de los desafectos de Trump por sus aliados trasatlánticos y que la UE ya está lista para responder a Estados Unidos si le impone un alza arancelaria, hay intereses no solo de venta de armamento militar, lo hay en sectores como el energético y la tecnología de los satélites.

Sin buena parte del petróleo suministrado por Rusia (debido a las sanciones y vetos impuestos por su invasión a Ucrania) ha sido Estados Unidos el que ha se ha convertido en un relevante socio energético para la Unión Europea.

A la UE, le provee entre el 18% al 25% del petróleo. La mayor parte de las exportaciones a Europa son de crudo WTI Midland que van directas a las refinerías europeas. Y,  también, se  ha convertido en el segundo mayor proveedor de gas del bloque, con una participación de casi el 20%, detrás de Noruega, que representa casi el 31% de las importaciones de gas de la UE.

El año pasado, la UE empezó a buscar más petróleo barato de diversos países de África un punto que ha molestado a Trump; como candidato llegó a amenazar con las tarifas arancelarias a diversos productos europeos si la UE no compra más petróleo y gas estadounidense.

Luego está la industria de los satélites en la que Trump tiene especial interés junto con su empleado, el multimillonario Elon Musk, que dirige solo el Departamento de Eficiencia Gubernamental ,tras la renuncia del magnate Vivek Ramaswamy, a codirigirlo.

Starlink, una de las empresas de Musk, proporciona servicios de Internet a través de una enorme red de satélites que también proveen de información relevante para el espionaje, la seguridad, la inteligencia militar y los combates bélicos.

Se cree que Starlink ha puesto 4 mil satélites en el espacio desde 2018 y en la era Trump podrían tener un crecimiento exponencial y Europa es un objetivo de interés primordial para Trump y Musk.

Precisamente, la UE tiene su propio programa de satélites llamado Infraestructura para la Resiliencia, Interconexión y Seguridad por Satélite (IRIS2) que busca competir con Starlink y sobre todo dotar de independencia tecnológica a Europa en el campo del espacio y de la conectividad.

“La Comisión Europea ha firmado un contrato con el consorcio SpaceRISE, compuesto por empresas como Airbus, Thales Alenia Space y SES, para liderar el desarrollo de la constelación de satélites. Este acuerdo incluye una inversión inicial de 2 mil 400 millones de euros, destinados a la fabricación, lanzamiento y operación de los satélites IRIS2”, de acuerdo con la Comisión Europea.

La UE ve en este programa una piedra angular para sus ambiciones tecnológicas así como para proteger su espacio de seguridad y defensa sin tener que depender de proveedores fuera del continente.

No obstante, Musk ya está dando sus primeros pasos para construir su red de satélites en el espacio europeo aprovechando su nueva posición de hombre cercano al mandatario Trump.

Así pretende que los contratos de satélites de Italia sean signados con su empresa Starlink y se convierta en su proveedor en lugar de IRIS2. El convenio está siendo discutido a través de la otra empresa de Musk, SpaceX con el Gobierno de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

El acuerdo tiene un valor de 1 mil 500 millones de euros. La primera ministra Meloni insiste que Italia se enfrenta a un dilema sobre cómo proteger sus comunicaciones sensibles, ya que actualmente no hay sistemas alternativos a Starlink  y es que IRIS2 de la UE no estará en operación sino hasta  finales de 2030.

La Comisión Europea ya ha protestado porque teme por la seguridad europea. No se descarta que Trump también presione a la UE por acuerdos con Starlink a cambio de mantenerse como aliado, les va a presionar por todos lados.