Irán es un refugio seguro para Al-Qaeda
El martes 12 de enero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en el Club Nacional de Prensa, dio a conocer información en este club para periodistas en Washington D. C. sobre cómo la República Islámica de Irán ha proporcionado a Al-Qaeda nuevos centros de operaciones. Debido a la política de apaciguamiento, esta información había pasado de largo a la prensa. Describió en detalle la operación sobre cómo Irán se ha convertido en un refugio seguro para los líderes de Al-Qaeda. Los documentos relacionados con la conexión de Irán y la provisión de refugio a los líderes de Al-Qaeda han sido objeto de debate internacional en las últimas dos décadas.
En los dos últimos decenios, la relación entre el régimen y los grupos fundamentalistas suníes ha ido más allá de una relación puramente política, financiera y militar, y ha tenido un factor ideológico asociado. Qassem Soleimani supervisó las relaciones con Al-Qaeda. Los líderes militares de Al-Qaeda permanecieron en Teherán hasta 2015, después de lo cual Qassem Soleimani envió a cinco de ellos, incluyendo a Mohamed al-Masri, a Damasco en una misión para contactar con las fuerzas de Daesh y animarlas a separarse de Daesh y unirse a Al-Qaeda.
Durante estos años, la Fuerza Quds organizó a Al-Qaeda en Siria usando los restos de Daesh. Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds bajo el mandato de Jamenei, desempeñó un papel clave en la coordinación de las relaciones entre Teherán y Al-Qaeda y proporcionó refugio a la familia de Bin Laden y a altos comandantes de Al-Qaeda en Irán después de la derrota de la organización en Afganistán en 2001. Soleimani construyó un complejo residencial para ellos en el corazón de una guarnición de entrenamiento de la Guardia Revolucionaria en Teherán. En agosto pasado, Abu Mohamed al-Masri, la segunda figura de Al-Qaeda, fue asesinado en Teherán, lo que el régimen negó inicialmente, pero luego confirmó.
El apoyo y la financiación de Al-Qaeda por parte del régimen de los mulás ha desempeñado un papel clave en la reconstrucción de su estructura. "Según la Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI), esta organización sólo tenía 400 miembros durante los ataques del 11 de septiembre a las Torres Gemelas y se dispersó después de la invasión estadounidense de Afganistán, pero con el surgimiento de Daesh en 2013, Al-Qaeda, con la persecución y los esfuerzos de Qassem Soleimani, también cobró vida".
Algunos de los detalles de la relación de Irán con Al-Qaeda se obtuvieron en medio de documentos recogidos en el ataque a la sede de Al-Qaeda en Pakistán.
De acuerdo con uno de los documentos obtenidos, "un miembro prominente de Al-Qaeda escribió en una carta en la que Irán está dispuesto a proporcionar a Al-Qaeda todo lo que necesite, incluyendo propiedades, armas y el campo de entrenamiento de Hizbulá en Líbano, a cambio de que Al-Qaeda ataque los intereses de Estados Unidos en el Reino de Arabia Saudí y la región del Golfo".
Otro documento dice: "Las agencias de inteligencia iraníes han acordado proporcionar visados e instalaciones a las fuerzas de Al-Qaeda y dar refugio a otros miembros de Al-Qaeda". Esto se hizo a través de conversaciones entre los iraníes y Abu Hafs al-Mauritania, una de las figuras clave en los ataques de Al-Qaeda del 11-S.
La doctrina de Jamenei para la supervivencia de su régimen incluye dos políticas: la exportación del terrorismo para proporcionar a su régimen líneas de defensa fuera de las fronteras de Irán y la represión en el interior para evitar protestas y levantamientos. La Guardia Revolucionaria tiene un papel primordial en el avance de ambas políticas.
La Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria ha tenido extensas intervenciones terroristas en varios países en las últimas dos décadas, como Yemen, Siria, Líbano, Irak, etc. El régimen también ha establecido unidades especiales en sus Embajadas en varios países y ha enviado a sus oficiales especiales entrenados para asesinar a disidentes en el extranjero. Un ejemplo de ello es el caso de Assadollah Assadi, que, bajo la apariencia de un diplomático de la Embajada iraní en Austria, cometió actos terroristas encubiertos y fue detenido. Según documentos del tribunal belga de Amberes, Assadi fue la persona que ideó el complot del traslado de la bomba a la reunión del Consejo Nacional de la Resistencia del Irán (NCRI).
La principal preocupación del régimen de los mulás es su supervivencia y las crisis que enfrentan para su derrocamiento. Por lo tanto, los mulás necesitan miembros terroristas de Al-Qaeda para sobrevivir. Y los usa como palanca para extorsionar lo que quieren en sus tratos con el mundo e interferir en la región.
Cyrus Yaqubi es un analista de investigación y comentarista de asuntos exteriores iraníes que investiga la economía de los países de Oriente Medio que dependen de los ingresos del petróleo y compara su progreso con su sistema de gobierno, especialmente cubriendo una variedad de temas sobre Irán.