Los planes de Ebrahim Raisí para resolver los problemas económicos de Irán

Atalayar_Ibrahim Raessi

Mientras que, según todos los economistas iraníes y mundiales, la economía de Irán está hundida y colapsada hasta el punto de que todos los indicadores de asuntos económicos muestran una extrema inestabilidad, los candidatos presidenciales, en sus debates electorales, hacen extrañas afirmaciones para remediar esta situación.

Por supuesto, según los expertos, ninguna de ellas es real y práctica. Por ejemplo, mientras que más de una cuarta parte de los jóvenes del país, que ascienden a más de 16 millones, están desempleados, Ebrahim Raisí afirmó que sería fácil no sólo crear puestos de trabajo para estos jóvenes, ¡sino también proporcionarles una vivienda para que puedan casarse y formar una familia!

Argumentó que mientras estuvo al frente de la Fundación Astan Quds Razavi en Mashhad, pudo resolver el problema de la vivienda de varios jóvenes construyendo 10 bloques de edificios, y que también pudo construir un millón de viviendas en el primer año de su mandato y resolver los problemas de desempleo de ¡16 millones de jóvenes!

Según él, el principal problema de la vivienda es el suelo, e Irán es un país extenso y no hay escasez de tierra. Esta afirmación la hizo mientras que, según los funcionarios del gobierno, más del 35% de los habitantes de las áreas metropolitanas de Irán se han visto obligados a vivir en chabolas en las afueras de las ciudades por no poder pagar los altos alquileres y vivir en viviendas miserables que carecen de las necesidades mínimas de una familia.

Muchos atribuyen la afirmación de Raisí al hecho de que sólo recibió educación clásica a nivel de la escuela primaria y luego asistió al seminario, por lo tanto, no tiene ninguna comprensión de las cuestiones económicas.

Mientras la inflación supera actualmente el 50% en Irán y el 80% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, debiendo hacer largas colas durante horas para conseguir los alimentos más básicos como el aceite de cocina, el pollo o los huevos a precio de gobierno, y miles de unidades de producción han cerrado por quiebra, y sus trabajadores han pasado a engrosar las filas de los desempleados, trabajos que antes no existían en Irán, como buscar en los contenedores de basura, se han convertido en algo habitual, y muchos han recurrido incluso a la subsistencia vendiendo sus órganos, como riñones y ojos, etc.

Sin presentar ningún plan real y realizable, Raisí habló de aumentar la capacidad de producción y de activar la economía marítima para la creación de empleo.

Esta situación no sólo está relacionada con la producción industrial, sino que también los agricultores iraníes se enfrentan a una situación aún peor, casi todos los días se ven noticias de protestas de agricultores en diferentes partes del país. Protestan por la pérdida de sus productos debido a la mala gestión de los recursos hídricos y al control artificial de los precios que no se basa en la oferta y la demanda, que por supuesto tienen su origen en la corrupción institucionalizada en todos los organismos gubernamentales.

Porque un pequeño número de personas relacionadas con los dirigentes del régimen son la mafia que controla la importación de todos los artículos industriales y alimentarios. Utilizan las subvenciones del gobierno e importan los productos al tipo de cambio del gobierno, que es una sexta parte del mercado libre, y venden los productos al tipo de cambio del mercado libre obteniendo enormes beneficios. Han provocado la inestabilidad del mercado y el colapso de la producción industrial y agrícola nacional.

Un avicultor afirma que el precio que debe pagar para comprar el pienso de sus pollos es más alto que el que gana con la venta de los mismos, porque personas relacionadas con los dirigentes del Régimen controlan el mercado de los piensos. Otros agricultores se vieron obligados a abandonar sus cultivos de cebollas y frutas porque el coste de su recogida y venta era más elevado que el de productos similares importados, por lo que estos agricultores y avicultores no sólo se arruinaron, sino que ni siquiera pudieron pagar los gastos de su vida diaria.

Otro punto importante que demuestra la mentalidad de Ibrahim Raisí es su desprecio por las mujeres, que constituyen la mitad de la población del país. Incluso en sus afirmaciones irreales y vacías sobre la solución de los problemas económicos de la sociedad, no mencionó nada sobre las condiciones de las mujeres en los asuntos económicos o la erradicación de la discriminación contra ellas.

Por ejemplo, en el último año, más de 770.000 mujeres han perdido su empleo, lo que supone 14 veces más del dato que refleja el desempleo de los hombres en el mismo periodo.

Tampoco ha mencionado qué papel desempeñarán las mujeres en su futuro gobierno, ni si habrá alguna ministra en su gabinete. Por supuesto, esto es algo que no debería esperarse, dada su mentalidad patriarcal y la de otros candidatos.

Por lo tanto, la mayoría de los iraníes, especialmente las mujeres, han declarado que no votarán en absoluto en estas elecciones y las han boicoteado porque creen que todos estos candidatos son iguales y que quien llegue al poder no cambiará la situación en Irán. Su demanda es un cambio fundamental y el derrocamiento del sistema Velayat-e-Faqih. Creen que esta situación sólo puede solucionarse con un cambio de régimen.

Cyrus Yaqubi es un analista de investigación y comentarista de asuntos exteriores iraníes que investiga los problemas sociales y la economía de los países de Oriente Medio en general y de Irán en particular.