Dimite el único presidente conservador de Latinoamérica
Guillermo Laso, en la práctica el único gobernante conservador en el mapa latinoamericano, se ha visto obligado a disolver el Parlamento de Ecuador cuando debatía su destitución y anticipar su propia dimisión. La decisión fue precedida de protestas generalizadas en medio de una grave crisis económica, y el presidente, un empresario de Guayaquil, estaba siendo acusado de complicidad con un acusado de corrupción.
Esto implica que tendrán que celebrarse nuevas elecciones presidenciales y legislativas en un plazo de seis meses. La situación es grave y la campaña electoral que se anticipa volverá a movilizar a los seguidores del sandinismo que se ha extendido por todo el continente, donde encabeza la agitación y los problemas mantienen la inestabilidad en varios países.
Venezuela es sin duda donde la situación es más grave, aunque no aporta nada que no sea conocido. El descontento de la población impulsa cada vez más a huir a los Estados Unidos y a Europa, especialmente a España. Los últimos datos calculan en siete millones los venezolanos que han tenido que exiliarse huyendo del régimen de Nicolás Maduro.
En Perú, donde la inestabilidad se ha calmado ligeramente en espera también de elecciones, el primer ministro ha acusado a los presidentes de Colombia, Gustavo Petro y de Méjico, Andrés Manuel López Obrador, de estar complicando la interinidad de la presidenta Dina Boluarte, prestando su apoyo a las organizaciones de izquierdas y obstaculizando incluso que realice viajes a otros países para tratar asuntos de Estado que son de interés nacional.
En Chile el Gobierno de Gabriel Boric está actuando con una moderación que rechazan sus seguidores más radicales y mientras persiste la confusión creada por la victoria aplastante de los partidos de derechas en las votaciones para elegir a los cincuenta miembros que redactarán la nueva Constitución. En Argentina, la noticia es el anuncio de Cristina Kithner de que no se presentará a las próximas elecciones presidenciales. Y en El Salvador, el presidente Bukele ha reforzado lucha movilizando a 5.000 militares contra las maras tras el asesinato de un oficial.
Con todo, donde la situación se agrava por momentos es en Nicaragua, donde el matrimonio presidencial Ortega-Murillo continúa incrementando la persecución de cuantos se oponen a su dictadura de nuevo cuño. Y en Cuba, donde el régimen comunista continúa inamovible, la situación económica se ha agravado con la escasez de más productos básicos, empezando por los combustibles.