… Y parió la abuela

Pedro Sánchez recibido por el presidente chino Xi Jinping. Photo Moncloa
Es indudable que el mundo está viviendo uno de sus momentos más convulsos debido fundamentalmente a que EEUU está en manos de una persona, que ha perdido el oremus o se ha dejado convencer por auténticos lunáticos que le y nos podrían llevar a todos a una de las peores ruinas económicas, comerciales y sociales que jamás se hayan conocido

No descubro nada si afirmo -cómo ya lo he dejado plasmado por escrito reiteradas veces- que no solo atravesamos, sino que de largo arrastramos, uno de los momentos de menor o el de peor calidad, capacidad política y de liderazgo de nuestros próceres o máximos dirigentes, tanto individualmente por naciones de peso y enjundia, como al timón de los principales organismos internacionales.

Parece mentira que en la era en que la Inteligencia Artificial y que sus beneficios se encuentran en pleno auge y desarrollo, en el momento de estar en disposición de recoger los frutos y experiencias extraídas de catástrofes mundiales como la pasada pandemia y en claras situaciones de globalidad y comercio abierto y liberal, hayamos podido llega a este momento tan caótico y de sin razón.

Conocíamos de sobra a Donal Trump y sus múltiples aparentes caprichos y excentricidades; sabíamos que no estaba dispuesto a dejar en saco roto sus pasados, reiterados y hasta cansinos avisos en temas de enjundia y trascendencia como la emigración, el libre y equitativo comercio sin grandes desequilibrios y, sobre todo, en lo referente a la seguridad defensa individual y colectiva. 

Nadie le hizo caso en su momento, ni mínimamente temió las consecuencias de esta su segunda vuelta a la Casa Blanca. Pensábamos que esos excéntricos multimillonarios con los que se había rodeado durante su campaña electoral y desde el mismo instante en que pisó el despacho oval, eran solo eso, unos caprichosos y extraños personajes que finalmente influirían poco o nada en una persona que, con sus extrañezas y cosas raras, durante su anterior mandato había dejado más que demostrada al mundo, su capacidad para dirigir la nación líder a nivel mundial y que seguiría el papel marcado a su país durante ocho décadas: papel, consistente, ni más ni menos, que batirse donde y contra quien fuera preciso en la defensa de la democracia frente a los abusos, dictaduras y autocracias desmesuradas.

Pero no. Ha resultado, que, al menos de forma inicial y aparente, ha olvidado su rol asignado en y por la Comunidad Internacional durante décadas. En cuestión de horas dejó a Zelenski a los pies de los caballos. En solo tres meses, todo ha saltado por los aires, han volado o desaparecido sus aportaciones a iniciativas veteranas y en marcha; todo se cuestiona, incluso los Tribunales Internacionales de Justicia, el cambio climático, el papel de Rusia y China a nivel mundial o las funciones y la misma existencia de organismos internacionales tan necesario hasta ahora como la ONU y hasta la propia OTAN.

El huracán norteamericano, de nuevo ha pillado al mundo en mantillas o con el calzón bajado, como suele decirse. Nadie, ni el propio dinero (los bancos y las Bolsas) ni ningún servicio de inteligencia o análisis político de calidad han sido capaces de detectar el gran o total movimiento sísmico que se avecinaba.

Ha bastado con sacar a la vista una tabla -mal confeccionada y propia de un juego infantil de entretenimiento- para que se perdieran miles de millones de euros o dólares en las bolsas de todo el mundo, para que la industria empezara a temblar de verdad y para que los países u organizaciones que los recogen y coordinan se pusieran las pilas de forma urgente y sin descanso en busca de medidas y contramedidas con las que intentar paliar, en algo, el roto y el agujero donde se encontraban o se podrían encontrar.

La mayoría de los anclados o dilatados y nunca sinceros gastos en seguridad y defensa de muchos países han comenzado a tener un protagonismo y urgencia inusitados hasta hace muy pocas fechas. En la mayoría de los países europeos se empieza a hablar de la conveniencia de aumentar el número de tropas y en mejorar su armamento y otros medios más complejos o sofisticados de forma urgente y potentemente. 

Todos desempolvan sus industrias del ramo y las de doble uso en una lucha para conquistar un mercado -hasta hora reservado mayoritariamente, a EEUU- en previsión de que, aunque sea de forma sin planificar y sin orden ni concierto, los pedidos de sus productos podrían aumentar mucho en breve tiempo.

Las contramedidas arancelarias para tratar de equilibrar los grandes desajustes comerciales con EEUU, se han visto incapaces de paliar los efectos perniciosos de la abrupta iniciativa norteamericana y ya se preveían grandes descalabros industriales y de tipo económico. 

Incluso algún banco central, como el de España, por boca de sus máximos responsables, ya habían lanzado más leña o gasolina al fuego del temor y la incertidumbre. El pánico, en tan solo tres días, ha sido generalizado; incluso, extrañamente, bajó precio del oro, el petróleo y hasta el bitcoin. Aparentemente, no quedaba nada en donde el miedosos dinero, se pudiera refugiar.

Menos mal, que algún alma caritativa o un buen pensante, a la vista del descosido que las medidas de Trump estaban propiciando en la economía, industria, la vida mundial pero, también en la de los norteamericanos y dado el deterior de las relaciones entre sus miembros del gobierno o consejeros directos; a modo de salida y en espera de que las cosas vuelvan a su cauce, Trump anunciaba ayer una moratoria de 90 días para la aplicación definitiva de los aranceles, si es que se mantienen tal y como fueron anunciados al mundo el autobautizado ‘día de la libertad’. De esta maniobra de descomposición solo permanecen y aún en más grave discordia EEUU y China.   

Pero antes de que estos cambios sucedieran, ayer mismo, en medio de todo el descrito y vivido caos y pánico, de la noche a la mañana, otra vez apareció el 'salvador', nuestro presidente Sánchez; quien, en cuestión de horas, de nuevo sacó a pasear unas ayudas que, en realidad, no son tales sino mayoritariamente, préstamos y avales.

Los mismos o similares préstamos y avales, que ya se ofrecieron recientemente para paliar los efectos de la Dana y hasta para el nunca reconocido ni aceptado 'rearme' nacional. 

Maniobra saducea con la que su puede dar de comer o beber a los muy cafeteros y mantener a la tropa contenta por la capacidad que tiene un gobierno -autodenominado progresista- al que no le hace falta aprobar unos presupuestos generales durante años, para hacer frente, con mucho descaro y total desahogo, todo tipo de imprevistos por muy multimillonarios y aparatosos que estos sean.  

No contento con este su acostumbrado bálsamo de fierabrás, en mitad de la crisis mundial, en plena y encarnizada lucha entre EEUU y China; con una UE mal dirigida y un tanto, o más bien muy, despistada y desorganizada, Sánchez se lanza a hacer su segundo viaje a China con escala intermedia en Vietnam de la mano de su ‘embajador plenipotenciario’ R. Zapatero; el perejil de todas las salsas pasadas o recientes y más que acostumbrado a chapotear en los más fétidos y putrefactos charcos donde moran, pululan o habitan lo más granado de las tiranías, autocracias, prohibicionistas, exacerbados controladores y perseguidores de todo tipo a nivel local y mundial.

Es bien sabido que estos viajes de Estado no se programan ni cierran en cuestión de días, se necesita un tiempo, más o menos largo, para cerrar agendas y establecer programas; pero una vez más, la política exterior de España y la figura de su presidente del gobierno, han mostrado su poco tino, una gran inoportunidad y la poca piel fina con la que están dotados. Con lo ‘bien que estamos actualmente en nuestras relaciones con EEUU’, solo nos faltaba esta enorme chinita en el camino.

Ha sido vergonzoso a más no poder, ver al perseguidor de Franco, al levanta tumbas del franquismo y quien está dispuesto a conmemorar con cientos de actos el quincuagésimo aniversario de su muerte, mostrar su mayor grado de respeto y cuasi humillación, ante el mausoleo de Ho Chi Minh, uno de los más importantes tiranos y responsables de millones de crímenes y ejecuciones en aquella parte de Asia.

Aún no sabemos a cambio de qué, o si serán productivas en algo para España dichas conversaciones. Conversaciones y actos, aupados o promovidos por aquel que se iba a dedicar a ‘contar nubes´ en el cielo de León cuando dejara su cargo y ahora rebosan él y su familia, de negocios en los ya mencionados países convertidos en las más apestosas ciénagas.   

Sánchez comienza su periplo por China, lo cual va a enfadar aún mucho más a Trump y a su gobierno. Cosa, que sin duda tendrá repercusión en nuestra relación económica y de mercado con los norteamericanos. 

Permanezcan atentos a la pantalla, porque el capítulo de las humillaciones puede, sin lugar a dudas, aumentar dado que no es China un país sobrado de democracia y si muy lleno de todo lo contrario. 

Su anterior visita no gustó nada en la UE y mucho me temo, que esta vez, ya se han puesto la venda antes de que aterrice en su suelo dejando bien claro, que este señor es un espontaneo, muchas veces inoportuno, y que no habla en nombre de la UE. Veremos.