Por fin se convoca la Conferencia sobre el Futuro de Europa, ¿se ha desnaturalizado la misma?
El 9 de mayo se inicia formalmente la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Con un año de retraso debido a la pandemia y, en parte, a la falta de acuerdo entre las instituciones, por fin, este miércoles 10 de marzo se firmará la Declaración Interinstitucional sobre la convocatoria de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
Esta Declaración se ha retrasado finalmente unos meses más debido a que el Parlamento Europeo eligió para presidir la Conferencia a Guy Verhofstadt, quien no tuvo la conformidad de algunos gobiernos por su defensa explicita del federalismo europeo.
Al final se ha resuelto el problema aceptando la presidencia de las tres instituciones, aunque todavía quedan algunos flecos por resolver. En esta Declaración se establecen los objetivos, la estructura, el alcance y el calendario que analizaremos posteriormente. Sin embargo, queda sin perfilar si la convocatoria va a ser híbrida o sincrónica, es decir, telemática y/o presencial; y cuál va a ser la composición definitiva de la misma, una cuestión urgente por resolver dado que quedan escasos dos meses para su inicio.
Dada la enorme relevancia del proceso político que está viviendo la Unión Europea, como pone de manifiesto la unidad entre sus distintas instituciones (Comisión Europa, Parlamento Europeo y Consejo) frente a los efectos negativos, tanto sanitarios como económicos y sociales, causados por la pandemia mediante el “Plan de Recuperación”, fruto de la iniciativa del Parlamento Europeo de 17 de abril, la propuesta de la Comisión Europea de 27 de mayo y de la aprobación del Consejo Europeo de 21 de julio, y teniendo en cuenta el Fondo de Nuevas Generaciones; es más necesario, aún, la participación de la sociedad civil organizada.
En este sentido, cabe recordar los términos manifestados por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su primer discurso el 16 de julio de 2019 ante el Parlamento Europeo, donde afirmaba que la Conferencia sobre el Futuro de Europa “[...] deberá reunir a los ciudadanos y a las Instituciones Europeas como socios en pie de igualdad [...], con una importante participación de los jóvenes [...]; estoy abierta a la reforma de los Tratados”; que así siguió siendo manifestado y recogido en el programa de la Presidencia portuguesa.
De momento, en la Declaración interinstitucional no está claro ninguno de estos tres aspectos, es decir, la participación de la sociedad civil organizada, la importante participación de los jóvenes, ni la reforma de los Tratados. Por otro lado, desde el Movimiento Europeo Internacional se critica el que la toma de decisiones se tome por consenso y que no quede claro que la Conferencia no es una Pre-Convención o una antesala a la misma; sino que debe constituir un debate ciudadano sobre el Futuro de la Unión Europea.
El hecho de que no se recoja con claridad ninguno de estos cinco puntos no quiere decir que en los desarrollos posteriores, que se tendrán que hacer de forma inmediata, se puede clarificar a través de las medidas ejecutivas: la participación de la sociedad civil; la importante participación de los jóvenes; la posibilidad de reforma de los Tratados, ya que no se excluye esta posibilidad como si ocurría en documentos anteriores; la mejora de la decisión, es decir, que no sea solo por consenso; y, finalmente, la garantía de una participación democrática de la ciudadanía que diferencie a la CoFoE de una Convención Europea cuya estructura ya esta regulada en el articulo 48 del Tratado; puede todavía resolverse.
El Consejo Federal Español del Movimiento Europeo coincide con la Declaración de la ejecutiva del Movimiento Europeo Internacional del 3 de marzo de 2021, donde, como vengo diciendo, hemos sido uno de los proponentes también en esta materia. En este sentido la Declaración afirma que la Conferencia sobre el Futuro de Europa debe garantizar una genuina participación de los jóvenes.
Esta cuestión también la hemos reivindicado en diferentes lugares y concretamente en las Declaraciones del CFEME del 4 de marzo y de los Jóvenes del CFEME del 29 de enero, donde afirman que esta presencia debería garantizarse al menos en los “Paneles” de la ciudadanía, aunque no mediante “paneles o ágoras” segregadas, sino junto con el resto de las participantes.
De la Declaración del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo del día 4 de marzo en su apartado 13 en donde se refiere a las temáticas y el alcance de la Conferencia sobre el Futuro de Europa se desprende que, en muchos aspectos de los que va a contemplar la Conferencia, en las actuales circunstancias, se exigirá una reforma de los Tratados.
En la medida en que esta Declaración Interinstitucional no se dice nada, frente a los borradores anteriores, sobre todo los del COREPER, en los que se descartaba taxativamente esta posibilidad, entendemos que puede haber margen para hacer que la Conferencia presente propuestas que lleven consigo la reforma del Tratado.
En los primeros borradores de la convocatoria figuraba que la misma iba a durar dos años, sin embargo, en la Declaración Interinstitucional se señala que terminará en la primavera del año 2022 con objeto, aunque no se diga expresamente, de que sea antes de las elecciones presidenciales francesas. Este nuevo calendario facilita que en el segundo semestre del 2022 y en el primero de 2023 se pueda celebrar la Convención Europea y la Conferencia Intergubernamental, de manera que la firma del Tratado se pueda llevar a cabo en el segundo semestre de 2023. Con ello se puede conseguir que la ratificación del mismo sea antes de las elecciones europeas de 2024 y, por lo tanto, se puedan celebrar las mismas en el marco de un nuevo Tratado.
Esta ventaja también puede favorecer a que en la V Presidencia Española, que será ocupada durante el segundo semestre de 2023, se pueda firmar el nuevo Tratado con lo que, por primera vez, una ciudad española llevaría el nombre de uno de los Tratados constitutivos.
Hay que hacer referencia también a que, en la Estrategia de Acción Exterior Española, presentada el pasado mes de enero por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y que se está aprobando estos días, en su página 65 se señala que “España impulsará una Unión Europea más federal [...]. La Conferencia sobre el Futuro de Europa ofrece una oportunidad única para avanza en este sentido, y España aspira a tener un papel fundamental, propositivo y dinamizador en ella. La Presidencia Semestral del Consejo de la UE por parte de España, en la segunda mitad de 2023, brindará una excelente ocasión, en estrecha colaboración con las Presidencias precedentes y las instituciones de la Unión, para avanzar en este proceso de cambio y renovación”.
Por último, hay que señalar que, al parecer, como consecuencia de que el Parlamento Europeo ha exigido que el trabajo de la Presidencia cuente con el apoyo de una Junta Ejecutiva compuesta por 3 representantes y 4 observadores de cada institución, el Consejo de la UE estará representado en la Junta Ejecutiva por su Presidencia, ahora Portugal, que actuará como copresidente, y las dos Presidencias entrantes, Eslovenia y Francia; y las cuatro Presidencias siguientes serán observadoras, República Checa, Suecia, España y Bélgica. Con ello, España va a estar presente en este proceso con grandes posibilidades de tener un papel fundamental.