Gran desconocimiento de la Unión Progresista de Fiscales sobre el tema del Sahara Occidental

El 8 de abril 2023, en una sorprendente carta abierta al presidente del Gobierno de España, la Unión Progresista de Fiscales, (UPF) “lamenta el cambio de rumbo en la política internacional” que el presidente “ha protagonizado en relación con el inacabado proceso de descolonización del Sáhara Occidental.”

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Cuando una carta se dirige abierta y publicada en los medios el verdadero destinatario es el lector. Como lector, me sorprende el enorme desconocimiento de la UPF sobre el tema que trata en su carta y la falta de rigor, objetividad y responsabilidad que no debe faltar en semejantes asuntos. Máxime cuando se trata de críticas infundadas dirigidas al jefe de Gobierno por su acción en política exterior que ejerce conforme la Constitución. La UPF en su carta critica al presidente del gobierno por “su respaldo a la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental dentro de Marruecos -que lleva promoviendo este Reino desde el año 2007- incumple flagrantemente, entre otros, el Plan de Paz de 1991, que el propio Reino de Marruecos firmó con el Frente Polisario, luego aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU”. 

Se trata de una afirmación falaz, pues el Plan de Paz en cuestión no fue presentado en 1991, sino hasta el 2003 (resolución 1495 del 31 de julio 2003) y nunca Marruecos lo firmó como se afirma.

Es posible que la UPF confunda el Plan de Paz con el Plan de Arreglo que fue el único que firmó Marruecos y aprobado por el Consejo de Seguridad. Pero en este caso, tampoco fue en 1991. Sin embargo, es el único plan firmado por Marruecos y aprobado por el Consejo de Seguridad, el 27 de junio 1990 (resolución 658). Es el que estableció un alto el fuego - entró en vigor en septiembre 1991 - y creó la MINURSO, organismo encargado de vigilar el alto el fuego y crear el cuerpo electoral para celebrar el referéndum un año después. 

Pero este Plan de Arreglo, en vez de un año, transcurrieron diez de infructuosos intentos sin éxito. La ONU consideró que era un plan inaplicable. Entre las dificultades fue la imposibilidad de determinar quién es el saharaui con derecho a voto. El secretario de la ONU resaltaba “las dificultades que entraña determinar quiénes, entre los saharauis reúnen las condiciones para participar en el referéndum” (Informe S/2001/ 613. Párrafo 22).  

En vistas de ello, se empezó a buscar otras alternativas - porque como reiteraba el Enviado Personal James Baker a las partes - “había muchas formas de lograr la libre determinación: podría alcanzarse con la guerra o la revolución, mediante la celebración de elecciones, para lo cual hacía falta buena voluntad, o por medio de un acuerdo, como lo habían hecho otras partes en otras controversias” (párrafo 40)-  

A raíz de ello, fue presentado el Acuerdo Marco basado en una autonomía, como tercera vía, intermedia entre la integración total en Marruecos o la independencia.  Argelia y su Polisario rechazaron el nuevo Plan y el propio presidente argelino Bouteflika propuso, en nombre de Argelia y del Polisario, “una división del Territorio como solución política a la controversia relativa al Sahara Occidental” (Informe S/2002/178). A raíz de falta de acuerdo entre las partes, es cuando James Baker presentó en 2003 el Plan de Paz, aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, al que se refiere UPF, pero en contra de a su afirmación Marruecos lo rechazó presentando sólidos argumentos.

El Consejo de Seguridad, actuando en virtud del Capítulo VI de la Carta de la ONU - que trata sobre el arreglo pacífico de controversia - no podía obligar a ninguna de las partes a aceptar el Plan de Paz y la situación llegó a un callejón sin salida. Quedaban dos opciones; una prolongación indefinida del Status quo o la iniciación de negociaciones directas entre las partes para consensuar una solución justa y duradera. El Polisario declaró que optaría por “la continuación del statu quo, plenamente conscientes de que ello sólo podría conducir a una nueva lucha armada”. (Informe S/2006/817 párrafo 12 y 16). 

Así pues, es una falacia la afirmación que Marruecos incumple el Plan de Paz de 1991 que el mismo firmó. En segundo lugar, si la carta se refería supuestamente al Plan de Arreglo, este plan quedó enterrado por las Naciones Unidas hace más de dos décadas y en su lugar presentó el Acuerdo Marco y el Plan de Paz. Ambos no fueron aceptados por las partes en la controversia. Ante la situación de statu quo en la que llegó la controversia, Marruecos tomo la iniciativa de presentar su proyecto de autonomía que desde su presentación en el 2007 todas las resoluciones del Consejo de Seguridad toman nota con beneplácito considerando los esfuerzos de Marruecos de serios y creíbles. Además de los miembros del Consejo de Seguridad, todos los países miembros de la UE apoyan la propuesta marroquí. Algunos de manera tácita al afirmar el apoyo a las resoluciones de la ONU, mientras otros el apoyo es solemne, manifestado con más rotundidad y de manera clara e inequívoca. Es el caso de Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Luxemburgo, Austria, Bulgaria, Polonia y Hungarita a los que se sumó España y esta semana fue Portugal.