La UE potencia sus relaciones con Mauritania
La visita de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a Nuakchot abrirá una nueva etapa en las relaciones de la Unión Europea (UE) con Mauritania.
El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, viajará a Mauritania junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen. Una visita que tiene como objetivo directo reforzar la cooperación entre España y la Unión Europea, por un lado, y Mauritania, por el otro, para frenar la llegada de los cayucos a las costas canarias, pero no hace falta ser un experto para darse cuenta de que la visita incluirá en su agenda los temas de seguridad y estabilidad que será ampliamente discutidos y tratados con Mauritania que ha demostrado ser un socio fiable, comprometido con los acuerdos firmados, y sobre todo estable dadas las crisis agravadas que azotan a los frágiles Estados de la región como nunca antes.
Esta vez, los europeos tendrán que escuchar el enfoque mauritano en materia de seguridad, economía e inmigración, y comprender las preocupaciones y la naturaleza de las necesidades que tiene Mauritania que está rodeada de guerras, golpes de Estado e inseguridad que ha causado oleadas de desplazamientos y migraciones masivas desde Sudán hasta el vecino e inestable Mali.
Los desafíos de Mauritania
La llamada mantenida entre el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a principios del pasado mes de enero ayudó a poner las bases y forjar una visión conjunta entre ambas partes sobre los desafíos compartidos y la forma en la que hay que trabajar juntos para hacerles frente a dichos desafíos. España, que comprende bien y entiende los problemas y el estado de emergencia en que se encuentra Mauritania debido a la llegada de miles de refugiados que huyen de las guerras y los golpes de Estado, está desempeñando un papel muy importante en Europa para hacer visibles las demandas y las preocupaciones de mauritanas y por ende conseguir el apoyo necesario de las instituciones europeas, de la misma forma que se ha hecho ya con países como Libia o Túnez.
Los españoles entienden que la seguridad de Mauritania forma parte de su propia seguridad y es algo que han trasladado en reiteradas ocasiones a sus socios europeos. La salida de numerosos cayucos desde las costas mauritanas hacia las islas Canarias durante los últimos meses generó muchas preocupaciones en el Gobierno español y en las autoridades canarias también, lo que llevó a Moncloa a mover ficha en Bruselas e intensificar la presión para instar a la Unión Europea a proporcionar más fondos a Mauritania, que se enfrenta a una crisis de refugiados sin precedentes debido a la situación que atraviesan sus vecinas en Mali y en la mayoría de los países del Sahel, azotados por la inestabilidad y los enfrentamientos internos. De esto ya han advertido los expertos, y las organizaciones humanitarias ya han dado la voz de alarma sobre los desplazamientos masivos de miles de refugiados que están llegando a Mauritania, muchos de los cuales lo hacen con la intención no de permanecer en territorio mauritano sino para esperar la primera oportunidad para seguir hacia Europa.
Las autoridades españolas han avalado los esfuerzos y el trabajo de Mauritania en su lucha para frenar la inmigración irregular y esto se ha traducido en un esfuerzo conjunto de la Guardia Civil y la policía española con la Guardia Costera, la Gendarmería y diversas unidades de seguridad mauritanas, sobre el terreno en territorio mauritano donde están desplegadas unidades españolas.
Los resultados positivos de esta cooperación ayudaron a evitar llegadas masivas a las costas canarias y animaron a ambos países a seguir trabajando juntos. España ha proporcionado ayuda y apoyo a la Guardia Costera de Mauritania, de modo que la ayuda financiera durante el año pasado ascendió a 10 millones de euros, lo que representa una tercera parte a Marruecos. Por su parte, La Unión Europea ha destinado 12,5 millones de euros para ayudar a Nuakchot para luchar contra la inmigración ilegal. Pero estas cifras y esta ayuda, a pesar de su importancia, aún están lejos de responder a los desafíos a los que se enfrenta Mauritania.
La ayuda que recibe Mauritania debe tener en cuenta el contexto actual y los desafíos a los que se enfrenta por culpa de los conflictos que atraviesa el Sahel. Estos conflictos han desencadenado desplazamientos de miles de personas que necesitan recursos para subsistir, éstos ya de por sí escasos, desde el agua potable, la electricidad, las viviendas, los alimentos etc. La llegada de cientos de decenas de miles de refugiados con la clara intención de no quedarse supone un desafío para Mauritania puesto que las redes del crimen organizado y las organizaciones terroristas aprovecharán esta situación para su propio beneficio y las redes del crimen organizado y el tráfico de personas aumentarán su presencia y su actividad, si no se actúa.
Las autoridades mauritanas darán una acalorada bienvenida al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, sin que ello impida, según fuentes bien conocedoras en Nuakchot, expresar bien claro y con toda franqueza la gravedad y la importancia de adoptar medidas urgentes para reforzar la cooperación entre Mauritania y la Unión Europea y apoyar a los esfuerzos mauritanos en temas de seguridad y desarrollo para luchar contra la inmigración irregular y desordenada e erradicar el tráfico de personas, algo que españoles y europeos parecen tener en cuenta antes de esta visita. Prueba de ello es que varios medios de comunicación españoles hablan de un importante incremento en los fondos que la Unión Europea proporcionará a Mauritania. La importancia geopolítica de Mauritania la ha convertido en socio imprescindible para la estrategia de la OTAN en el flanco sur, estrategia adoptada durante la última reunión de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Madrid y en la que dejaron clara su visión para los próximos diez años.
Mauritania es hoy en día un actor clave en el mundo y los acontecimientos que atraviesa la región del Sahel, azotado por la inestabilidad y los conflictos, solo han venido a confirmar la importancia de contar con un socio fuerte y próspero en esta región.