Palestina y el orden regional del Medio Oriente

Una vista aérea de un dron muestra a palestinos, que fueron desplazados hacia el sur por orden de Israel durante la guerra, regresando a sus hogares en el norte de Gaza, en medio de un alto el fuego entre Israel y Hamás, en la Franja de Gaza central, el 27 de enero de 2025 - REUTERS/ MOHAMMED SALEM  
Los acontecimientos de los últimos dos años en Medio Oriente, debemos analizarlos, de un lado, desde la geopolítica y las relaciones internacionales, y de otro, desde el derecho internacional.

Abordarlos desde estas dos orillas internacionales -el poder y las normas internacionales-, es fundamental para tener una percepción comprehensiva de la realidad en este espacio tan sensible y conflictual del planeta. Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (1GM) (1914-1919) y de la Segunda Guerra Mundial (2GM) (1939-1945), coadyuvaron en favor del pueblo judío.  

Esa es una realidad histórica inobjetable y no decimos que esté bien o mal, solo la confirmamos. Al final de la 1GM, la Liga de las Naciones o Sociedad de Naciones, propicio el denominado Mandato Británico sobre la Palestina -siguió a la Declaración Balfour (1917)-, y al final de la 2GM, las Naciones Unidas, emitió la Resolución 181 sobre la Partición de la Palestina -siguió al Informe de la UNSCOP, que integró el excanciller peruano, Arturo García Salazar-, recomendando la creación de dos Estados: Israel y Palestina.  

Los israelíes la aprovecharon y los árabes la rechazaron, declarándole la guerra a Israel. El denominado panarabismo desarrolló una relación hostil hacia Israel que, consciente de su vulnerabilidad en la región, decidió, como política de Estado, su empoderamiento militar y con apoyo de Estados Unidos. Después de cruentas guerras por los territorios ocupados por Israel, sus gobiernos, siempre con apoyo de Washington, fueron buscando la paz con sus vecinos árabes.  

Se hizo con Egipto (1978), el más frontal en los años 60 con Gamal Abdel Nasser, y luego, con Jordania en 1994. La situación con Palestina seguía estancada y no podía ser de otra manera por la emersión en contraste de los asentamientos de los colonos judíos y de los campamentos de refugiados palestinos.  

Con la llegada de los ayatolas al poder en Irán (1979), y la guerra del Líbano (1982), aparece Hezbolá, solidarizados con la cuestión de Palestina, el problema más sensible de todos se agudizó surgiendo dos Intifadas en el camino 1987 y 2000.  

Israel quería seguridad y paz que no tenía ni tiene, y la emprendió con el primer ministro, Isaac Rabin, que terminó asesinado (1995), tal como Anwar el-Sadat, presidente de Egipto (1981) y la muerte de Yasser Arafat (2004) -dicen que pudo ser envenenado-, agrietaron ese camino. Llegó Hamás al poder en Gaza (2006) -contando con los apoyos de Hezbolá e Irán, como hasta ahora-, y apartados del gobierno de Ramala, la unidad palestina quedó rota.  

Vinieron los Acuerdos de Abraham de Israel otra vez con los países árabes (Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán y Marruecos) normalizando sus relaciones, y fueron interrumpidos por la guerra con Hamás (2023), que masacró a 1200 judíos e Israel, que reaccionó con otra masacre que lleva más de 52 mil gazatíes muertos. Israel se fue contra Irán por guerra preventiva -proscrita por el derecho internacional- y con Donald Trump buscan que a Irak (2003), Libia (2010), Siria (2024) sume Irán y casi lo logran.  

El Orden Regional del Medio Oriente, entonces, no es religioso, sino geopolítico, es decir, puro poder por petróleo y territorios. 

Miguel Ángel Rodríguez Mackay.  Excanciller del Perú e Internacionalista 

Artículo publicado en el Diario Expreso del Perú