Movimiento Saharaui por la Paz 

Tindouf

El pasado miércoles 22 del actual mes de abril, se ha se ha emitido un comunicado mediante el que se informa de la creación del Movimiento Saharaui por la Paz. Este movimiento respaldado en principio por un centenar de políticos saharauis, proviene de algunos de puestos ocupados en cargos del Frente Polisario, otros descendientes de notables saharauis que ocuparon cargos en la antigua Asamblea General del Gobierno del Sahara o “Yemaa” en la época de la presencia colonial española, y muchos otros saharauis disidentes dentro y fuera de los campamentos de refugiados de Tinduf, que en su intento de realizar manifestaciones y actos contrarios a las directrices oficiales, en su intento reformista, han sufrido represalias y pérdida de libertad. 

La creación de este Movimiento Saharaui por la Paz (MSP), está claro que ha surgido por un hartazgo de supremacía dictatorial del Frente Polisario, que no ha variado en nada desde su creación, es decir su “proyecto político” está agotado y así lo han considerado sus componentes.  

En el último y reciente XV Congreso del pasado mes de diciembre, se ha evidenciado que “el sistema político o el movimiento que ha dirigido los destinos de nuestro pueblo en los últimos 50 años se encuentra agotado y sin capacidad de renovación” y lo peor que no hay ideas nuevas ni voluntad para salir del estancamiento. 

En un simple análisis en la creación de este movimiento (MSP), podemos considerar como han ido surgiendo parte de los pronunciamientos que han ido conformando la inestabilidad del Frente que, sin criterio propio, sino el de acatamiento a las órdenes de Argelia, ha mantenido la autoridad dictatorial en los campamentos de Tinduf. 

“Jat Achahid” (la línea o camino del mártir) fundada en 2004, presidida por Mahayub Salek, uno de los primeros seguidores de El Ouali Mustafa Siyed, fundador y primer secretario general del Frente Polisario, que declaraba “La elite del Polisario es muy corrupta y los que trabajan con ellos lo saben”. El movimiento de la fracción de Oulad Daud, el frente de los “artistas disidentes” y otros que reivindican, demandas de democracia y justicia, que se celebren elecciones libres y se investigue el paradero de los desaparecidos

La creación en 2018 de la ‘Juventud del 5 de marzo’ 

Iniciativa Saharaui para el cambio (ISC), impulsada por antiguos ministros, del Frente Polisario y cuyo portavoz Hach Ahmed Bericala, manifestaba “creemos que una corriente crítica interna es indispensable para corregir el déficit democrático que arrastra el Polisario desde su fundación hace ya casi medio siglo. Es una necesidad histórica si se tiene en cuenta el cúmulo de errores y desaciertos, algunos de cuáles imperdonables en los que han incurrido destacados miembros de la dirección del Polisario”. Es una dirección que durante décadas ha encontrado en la guerra y la excepcionalidad de la situación excusas para abrigarse de los vientos del cambio que han azotado desde todos los puntos cardinales. Se han convertido en rehenes de un sistema político y de un discurso desfasados que les ha hecho perder credibilidad y oportunidades irrepetibles. Tratan de resistir hasta a la fuerza imparable de las leyes de la biología”. 

Este nuevo Movimiento Saharaui por la Paz (MSP), ha invitado a “todos los saharauis, a adherirse a la nueva organización política y participar sin exclusiones, ni discriminaciones de ningún tipo asumiendo entre todo este nuevo reto en la lucha por la libertad, bienestar y dignidad”. Ha preconizado en su proyecto, la introducción en la sociedad saharaui la cultura de la diversidad política y el multipartidismo, y ha apostado por la vía pacífica a la hora de buscar soluciones al problema del Sahara Occidental. Hasta ahora ¿por qué se eterniza el conflicto saharaui? Porque no hay voluntad negociadora por una de las partes, el Polisario, que depende de las opiniones de Argelia, y en consecuencia sus responsables mantienen su cuota de poder de forma indefinida. 

Con esta situación trata de acabar este movimiento emergente, que proclama como colofón el respeto a los principios de igualdad, convivencia y respeto que deben imperar los principios de los valores democráticos. Después de tanto abuso de poder tras su gobierno dictatorial este puede ser el principio del fin del Frente Polisario.