La agnotología
“ Acomodarse con la ignorancia es denegar la democracia y reducirla a un simulacro “
Amin Maalouf
- Origen, etimología y herramientas:
- Las vías cognitivas de la ignorancia inducida:
- Diferentes campos de acción de la agnotología:
¿Puede el cigarrillo causar cáncer de pulmón? ¡Varios estudios afirman que no!
¿Son los cambios climáticos una realidad? ¡No hay ninguna prueba de que los humanos son responsables de ello!
¡El azúcar no es nocivo porque es una planta!
Si estas afirmaciones les hacen estremecer, ¡bienvenidos a la agnotología!
Origen, etimología y herramientas:
Bien es cierto que la ignorancia inducida es una práctica que existe desde tiempos remotos, su producción mediante argumentos y soportes científicos es propia del siglo 20. El objetivo principal digamos de esta “contra-ciencia” es sembrar la duda, producir y expandir ignorancia estratégica y colectiva basándose en un conocimiento meticuloso de la gestión de la percepción y de las vías cognitivas humanas. La ignorancia, decía Caterina II de Rusia, nos garantiza la sumisión del pueblo.
Tanto las estrategias empleadas para tales fines como el estudio de éstas se llaman agnotología, un neologismo compuesto del prefijo privativo “a” y de los vocablos “gnosis” y “logía” que significan respectivamente conocimiento y ciencia en griego.
El verdadero interés por la agnotología empieza a principios de los 80 cuando el historiador de las ciencias Robert Neel Proctor tuvo acceso a un documento de la tabacalera Brown & Williamson llamado « Smoking and Health Proposal ». Éste detallaba las estrategias y tácticas de lucha que usaba la empresa contra les fuerzas anti-tabaco. Entre ellas, la elaboración de estudios que alegaban riesgos virales, predisposiciones familiares y otras razones para ocultar la relación causa-efecto entre el cigarrillo y el cáncer de pulmón.
A partir de ahí, Procter se centra en el análisis de las diferentes manifestaciones de la producción cultural de la ignorancia y de la duda, su entretenimiento y propagación. Sin embargo, había que esperar hasta el año 2003 para que este concepto irrumpiera en el debate público en ocasión de la celebración de un coloquio en la Universidad de Pennsylvania con la participación de otros ilustres epistemólogos como Londa Schiebinger y Peter Galison. No se trataba sólo de elaborar una taxonomía de la ignorancia, decía Proctor en su momento, sino también de desarrollar utensilios para comprender cómo y porqué diversas formas de conocimiento no han llegado a existir, fueron diferidas o descuidadas, en diferentes momentos de la historia.
Para tales fines, se suele recurrir a varias herramientas que la agnotología tiene como objetos de estudio. Entre ellas:
- La desinformación: Los fake news por ejemplo.
- Los secretos de estado y el secreto en general.
- La sustracción de informaciones.
- La destrucción de documentos y pruebas.
- La negación de agendas.
- El desinterés o negligencia de ciertos asuntos o temas.
- Las dudas y controversias entorno a algún tema o persona.
Las vías cognitivas de la ignorancia inducida:
Como hemos dicho antes, la ignorancia inducida contemporánea se basa en un conocimiento concienzudo de las vías cognitivas humanas. Dicho de otra manera: ¿Por qué las sociedades actuales dudan de todo a pesar de la abundancia nunca vista de los conocimientos científicos? ¿Existe alguna tendencia profusa a la ignorancia? ¿Acaso no existe el efecto de masa, de rebaño? ¿Acaso no esperamos cómo los otros piensan y reaccionan para hacerlo nosotros mismos?
La razón de esta propensión hacia el desconocimiento consentido reside en la existencia de ciertos mecanismos, dos en concreto, que la fábrica de la ignorancia se aprovecha de ellos para reforzar algunas creencias y eliminar a otras:
1- El sesgo cognitivo: O el mecanismo intelectual que nos permite construir nuestras creencias y limitar adrede nuestros conocimientos para autosatisfacernos. Existen unos 25 sesgos cognitivos, el más conocido de ellos es él de la confirmación, es decir acordar más importancia a las informaciones que corroboran lo que ya pensábamos lo cual significa que somos activos en esta fabricación de la ignorancia.
2-La disonancia cognitiva: Ocurre cuando hay conflicto entre valores y comportamiento. Ante tal situación, existe cierta proclividad hacia la negación de nuestro comportamiento o el cambio involuntario de nuestros valores. Dicho de manera más expresa: Nos mentimos para justificar nuestros comportamientos.
Diferentes campos de acción de la agnotología:
1-La agnotología histórica: cuyo objetivo es ocultar hechos históricos que contestan la legitimidad, la credibilidad y la dominación de los que tienen el poder en un país. Tal es el caso de la financiación del fascismo y el nazismo por parte de las grandes fortunas industriales alemanas, italianas y francesas o del franquismo en España. Otro caso es disimular la implicación de ciertos países y esferas en crímenes y atrocidades como pueden ser la esclavitud y la colonización, descreditar a personajes históricos, favorecer la amnesia y formatear la historia.
2-La agnotología ideológica: se trata de prohibir o dificultar a los ciudadanos entender las causas de los fenómenos naturales. Así obró la ideología aristotelesciana en Grecia con la tesis de Aristarque, la iglesia con Copernico y Galileo, los creacionistas de todas las religiones con la teoría de Darwin, o los ideólogos del “cientismo” que consideran que la ciencia puede solucionarlo todo y esconden los efectos nefastos de ciertas tecnologías. La religión también ha sido instrumentalizada en muchas situaciones para ahondar la ignorancia de los pueblos de las verdaderas causas de su miseria y dominación. Un caso reciente es él de los ideólogos de la derecha que no dejan de repetir que el cambio climático es cosa de comunistas.
3-La agnotología económica: esta se basa esencialmente en:
- Encubrir los efectos nefastos de un producto o de una tecnología. Encontramos semejante caso en las estrategias desarrolladas por la industria tabacalera, farmacéutica, alimentaria, alcoholera, del plástico, de las pesticidas, de la telefonía móvil, de la energía nuclear, etc.
- Imponer ciertos secretos como pueden ser él de fabricación, el comercial, el bancario, así como de defensa o administración que tienen incidencia sobre la actividad económica.
4- La agnotología política: esta obra a través de:
- La ocultación de los verdaderos motivos de ciertas intervenciones militares o sanciones económicas a determinados países. A menudo se avanzan razones ideológicas o de derechos humanos para disimular los verdaderos objetivos económicos.
- El soterramiento de decisiones políticas que van en contra del discurso oficial de un estado. Un ejemplo: Francia y la U.E no votaron en noviembre 2014 la resolución de la ONU sobre la lucha contra la glorificación del racismo del nazismo. Ningún medio de comunicación habló de esta escandalosa abstención.
- La opacidad en torno al coste de las intervenciones militares.
- El mimetismo sobre la venta de armas utilizadas en la represión de poblaciones civiles.
- El disimulo de acuerdos y compromisos con regímenes dictatoriales.
- El enmascaramiento de las consecuencias de las políticas económicas de las multinacionales sobre las vidas humanas.
5-La agnatología científica: esta tiene relación con el programa neoliberal de privatización de la ciencia que empezó hace décadas en EE.UU. El objetivo de esta privatización es disociar totalmente la mayoría de las funciones de la investigación científica de las funciones educativas a las que fueron emparejadas durante gran parte de siglo 20. De este modo, la universidad perdió el monopolio del conocimiento. Según el historiador y filósofo Philip Mirowski, las grandes líneas de dicho programa neoliberal son: el reflujo de la financiación pública, la disolución del autor científico, la contracción de las agendas de investigación para responder a las necesidades de los actores comerciales, un papel más relevante de los mercados para zanjar les disputas intelectuales, el refuerzo de la propiedad intelectual para comercializar el conocimiento frenando así la producción y la diseminación de la ciencia.
Después de este breve repaso de los diferentes tipos de agnotología, echemos un vistazo ahora sobre las estrategias y acciones llevadas a cabo en tres grandes ámbitos que trabajan en estrecha colaboración para perdurar la hegemonía de un cierto modelo económico y las personas e instituciones que lo representan. Estos ámbitos son la ciencia, la política (incluye la defensa y la vigilancia) y los medios de comunicación.
A-A nivel científico:
El objetivo principal de todo lo que se fragua en este entorno es frenar o impedir las investigaciones susceptibles de mostrar la nocividad de un cierto producto o tecnología. La técnica más simple evidentemente es el secreto. Pero si un lanzador de alerta o una asociación de consumidores señalan la peligrosidad de un producto, la empresa incriminada utiliza diferentes estrategias para sembrar la duda y ¿qué mejor estrategia que el uso -o más bien la manipulación- de la ciencia que se supone que aporta pruebas y goza de mucha credibilidad?
Por ello, no es extraño de ver menguar desde décadas el presupuesto de la investigación pública y la proliferación del « funding effect » que estipula que es posible prever a un 70% el resultado de un estudio en función del que lo financia.
Es importante también señalar que el 100% del capital de ciertas revistas científicas es detenido por algunas industrias que tienen a sus representantes en los comités de lectura y redacción. Esto no quiere decir que todos los investigadores son corruptos, algunos incluso no dudan en posicionarse en el lado de los lanzadores de alertas.
Entre las estrategias que se suelen usar a nivel científico citamos:
*La elaboración de informes de carácter científico inseguro para crear duda, el impulso de investigaciones de diversión para emerger otra u otras razones que estarían detrás de la peligrosidad de un tal producto (un virus por ejemplo para explicar los cánceres provocados por el tabaco). Así, la empresa puede instrumentalizar la ciencia movilizando investigadores de asentada credibilidad -pero corruptos-llamados ‘project killers’, o sea ‘asesinos de proyectos’.
- Financiar think tanks que remuneran a científicos para buscar alegaciones en contra de sus detractores.
- Patrocinar la organización de congresos.
- Alentar que haya siempre más investigación para dar la ilusión de que aún hay debate entre los científicos en torno a un asunto y perpetuar así la duda.
- Inundar los medios de comunicación de debates que, so pretexto de objetividad, presentan dos puntos de vista contradictorios sin tomar parte en el asunto.
B-A nivel político: Se acude a ciertas estrategias como:
- El ejercicio de lobbying en los parlamentos y centros de legislación y decisión política (la ampliación del uso del glicofosato por la UE hasta el 2030 como último caso).
- La ocultación de la amplitud de transferencia de la riqueza creada por los trabajadores hacia el capital de los accionistas.
- El encubrimiento del poder de influencia de ciertas familias acaudaladas sobre el personal político y las instituciones del Estado.
- El escondimiento del control ejercido por de la clase dominante sobre ciertas administraciones y aparatos del Estado que se supone que gozan de una autonomía propia.
- La disimulación de la corrupción y los conflictos de intereses.
- La opacidad en torno a la existencia de vínculos fuertes entre la clase dominante y la extrema derecha.
- El entretenimiento de la neblina existente en torno al sistema de vigilancia y control de la población y los acuerdos entre el Estado y los grupos privados para ejercer este papel.
C-A nivel de las redes sociales y los medios de información:
Con las redes sociales nace una nueva manera de manipular a los ciudadanos, los fake news.
En el capítulo final de Science Mart, intitulado “The new production of ignorance’, Mirowski analiza los fake news no como una perturbación local sino como una profunda significación epistemológica. El mismo autor estima que a diferencia de la antigua propaganda, pero también a diferencia de los fenómenos emergentes, crear la confusión es ya una estrategia política.
Con las redes sociales y los fake news, la novedad consiste en renunciar a la manipulación mediática directa y amplificar las contradicciones y el desconcierto con la idea subyacente de soslayar y ladear cualquier movilización sostenible.
En otras palabras, se trata de gobernar con el ruido y la barahúnda, y no estamos ante un fenómeno emergente sino ante un objetivo, él de transformar la confusión permanente de las masas en una fuente de ganancia, y hacer que las poblaciones sean más dóciles frente a la toma de control de los gobiernos por los apoderados del neoliberalismo.
Y, por si fuera poco, aparecen ahora lo que se llaman deep fakes, vídeos que utilizan la inteligencia artificial para decir en boca de cualquiera lo que sea.
En cuanto a Internet, bien es cierto que supone un impresionante vivero de informaciones, la cantidad de respuestas divergentes para un mismo tema no hace más que acrecentar la perplejidad del usuario. Por ello, ante tanta abundancia de información, nos confundimos tanto que zapeamos sobrecogidos por el flujo aplastante de las siguientes informaciones.
Además, en Internet, cualquiera puede dar su opinión, los que saben del tema en cuestión y los que no. No importa. De hecho, Wikipedia se ha convertido hoy en día en la fuente de información más consultada en el mundo. ¿Acaso ésta tiene una base científicamente contrastada? La respuesta es no.
¿Cómo distinguir entonces lo verdadero de lo falso?
A parte de la dificultad de remontar a la fuente para validar o no la interrogación, nos alejamos de más en más de los hechos. La sensación es lo que prima y cuenta, y la verdad se vuelve cada vez más controvertible y problemática.
Esta cisión entre los hechos y las opiniones es muy peligrosa y anuncia la entrada en la fase de “agnotología 2.0”.
¿Podríamos decir entonces que lo digital contribuye a dejarnos en la ignorancia?
‘Mucha información mata la información’, dice el refranero francés.
No cabe duda de que nosotros somos también responsables de esa desinformación al no verificar las fuentes y corroborar los hechos. Como si de un rumor se tratase, difundimos involuntariamente la desinformación para apoyar nuestra opinión.
Por ello, es urgente interrogarnos sobre las razones de esta ausencia de conocimiento.
¿Es debido a que hay demasiada información para que podamos descifrarla? ¿Es demasiado difícil remontar a la verdad, o no desarrollamos bastante pensamiento crítico en nuestra vida cotidiana como en la educación de nuestros hijos?
En todo caso, queda claro que se trata de un fenómeno estructural relacionado con la organización económica de plataformas que forman parte de una estrategia política neoliberal de control vía una nueva propaganda basada en crear confusión permanente con el propósito de alcanzar el objetivo frustrante y castrador que yace detrás del refrán francés que dice:
‘Trop de la chose tue la chose’.