España y Francia pugnan por su influencia en Marruecos

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez - @La Moncloa

Estamos asistiendo a una auténtica carrera contra reloj: España y Francia se mueven con toda su maquinaria política y empresarial para preservar y ampliar su influencia en Marruecos. 

En este desafío de los dos países históricamente vinculados al Reino de Marruecos, el anuncio del viaje del presidente español Pedro Sánchez a Rabat, le proporciona una ventaja a Madrid sobre Paris.

Emmanuel Macron sigue esperando concretar su cita con el rey Mohamed VI en Marruecos para efectuar una visita oficial. Pedro Sánchez ha aprovechado la revalidación de su presidencia del Gobierno de España, y se ha adelantado. 

Sin embargo, no hay que echar las campanas al vuelo todavía. El soberano alauí confía en Pedro Sánchez, pero no en su Gobierno. 

El líder socialista y jefe del Ejecutivo, dio un paso decisivo para reforzar las relaciones al aceptar la propuesta marroquí de autonomía para el Sahara como “la más seria y realista” para resolver la cuestión territorial que la monarquía marroquí considera vital para su existencia. 

Sin embargo, la quinta parte del Gobierno español (5 ministros sobre 25, incluida la vicepresidenta Yolanda Diaz), que además son los más ruidosos, mantienen una posición contraria y hostil, y se proponen públicamente hacer cambiar el compromiso español sobre la cuestión del Sáhara. 

En cuanto a los apoyos parlamentarios negociados por Pedro Sánchez para mantener viva la Legislatura, todos, salvo los 122 del PSOE (la mayoría absoluta son 176) tampoco secundan la posición expresada por el presidente en su carta enviada al Rey Mohamed VI hace ya un año. 

De ahí la prudencia y desconfianza de Rabat sobre el Gobierno español. Lo ven frágil. No así al presidente Sánchez. Según algunas fuentes, es previsible un encuentro con el Rey marroquí.

La relación de Marruecos con Francia, es todo lo contrario. Rabat presiona a Paris, para un mayor compromiso por parte francesa en la cuestión del Sáhara. 

Sin embargo, y pese a todos los rumores e hipótesis sobre el inminente pronunciamiento galo sobre la cuestión del Sáhara, Francia no puede plasmar en un documento oficial su reconocimiento de que el Sahara Occidental son provincias marroquíes. 

El máximo de la posición francesa sería algo similar a la española, que la propuesta de autonomía formulada por el rey Mohamed VI en la ONU en 2007, “es la más creíble y realista”, pero no la única. 

Desde hace muchos años Francia ha reconocido de facto la autoridad marroquí sobre el territorio de la antigua colonia española. 

El viaje a El Aaiún del entonces ministro del Interior galo Charles Pasqua, los viajes de diputados y senadores y de miembros de la Administración francesa incluidos diplomáticos acreditados en función en Rabat, son prueba de esta aceptación de autoridad. 

Pero eso no se va a plasmar en documentos oficiales de reconocimiento de soberanía, porque obligarían a Francia a revisar los archivos coloniales, no solo en Marruecos sino también en Argelia y Mauritania. 

Francia está en posesión de muchos secretos de la época colonial que atañen a Marruecos y Argelia, que atañen a sus élites, a la monarquía alauí y al stablishment militar argelino. 

Esos secretos son a menudo su moneda de cambio y su resguardo negociador.

@La Moncloa. Emmanuel Macron y Pedro Sánchez