La filosofía de las enseñanzas del Islam (14)

Los Atributos de Dios 

Hemos expuesto sólo estas pocas pruebas de la existencia de Dios, con la esperanza de que sirvan de ejemplo. A continuación consideraremos los atributos de Dios, hacia Quien nos llama el Santo Corán. Son los siguientes:

“Él es Al’lah, y no hay nadie digno de ser adorado excepto Él, el Conocedor de lo invisible y de lo visible. Él es el Clemente, el Misericordioso”. (59:23)

“Soberano del Día del Juicio”. (1:4) 

“El Soberano, el Santo, la Fuente de Paz, el Otorgador de Seguridad, el Protector, el Poderoso, el Sometedor, el Ensalzado”. (59:24) 

“Él es Al’lah, el Creador, el Hacedor, el Modelador. Suyos son los nombres más bellos. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra Le glorifica, pues Él es el Poderoso, el Sabio”. (59:25). 

“Al’lah tiene poder para hacer todo lo que quiere”. (2:21) 

“Señor de todos los mundos. El Clemente, el Misericordioso. Soberano del Día del Juicio”. (1:2-4) 

“Respondo a la plegaria del que suplica cuando Me invoca”. (2:187) 

“El Viviente, el que Subsiste por Sí mismo y sostiene todo”. (2:256) 

“Di: “Él es Al’lah, el Único”, “Al’lah: el Independiente e Implorado por todos”. “No engendra ni fue engendrado”, “Y no hay nadie igual a Él”. (112:2-5) 

Esto significa que Dios es Único y sin compañero, y que nadie más que Él es digno de culto y obediencia. Se hace esta afirmación porque si Él tuviera compañero podría existir el temor de que un rival le superara, en cuyo caso la divinidad siempre estaría en peligro. La afirmación de que nadie más que Él es digno de culto significa que Él es tan perfecto, y Sus atributos tan excelentes y elevados, que si tuviéramos que elegir un dios del universo de atributos perfectos, o si tuviéramos que considerar los atributos mejores y más elevados que Dios debiera poseer, Él estaría por encima de todo lo que pudiéramos imaginar, por encima de todos sus rivales. Así es Dios, y sería totalmente equivocado mezclar compañeros en Su culto.  

Él es el Conocedor de lo invisible, es decir, sólo Él se conoce a sí mismo. Nadie puede comprender su Ser. Podemos comprender enteramente el sol y la luna, pero no podemos comprender enteramente a Dios. Él es el Conocedor de lo visible, porque nada le está oculto. No se puede imaginar que Él ignore nada. Él tiene a la vista todas las partículas del universo, pero el hombre no posee una visión tan completa. Dios sabe cuándo puede acabar con este sistema y acarrear el Día del Juicio. Nadie más sabe cuándo ocurrirá esto. Sólo Dios tiene conocimientos de tales sucesos.  

Se dice: “Él es el Clemente”. Esto significa que antes de crear los seres animados, y antes de que realicen cualquier acto, Él les proporciona todo, no en pago de lo que Le hayan hecho, ni por otro motivo, sino por Su pura bondad. Por ejemplo, Él creó el sol y la tierra, y otras muchas cosas, para nuestra felicidad antes de crearnos a nosotros, y antes de que nosotros realizáramos ninguna acción. Esta bondad divina se designa “Rahmaniyyat” en el Libro de Dios, y por esta razón se llama “Rahman” a Dios Altísimo. Él recompensa plenamente las buenas acciones, y no desprecia el esfuerzo de nadie. Debido a este atributo, Él se llama “Rahim”, y el atributo se denomina “Rahimiyyat”. 

Además se dice: 

“Soberano del Día del Juicio” (1:4). 

Esto significa que Él, personalmente, recompensa a todos. No ha transferido a ningún otro Su dominio de la tierra y de los cielos, a fin de apartarse totalmente de sus relaciones con Su creación; ni ha confiado a ningún otro la determinación de la recompensa para todas las cosas y en todos los tiempos.  

A continuación se dice: 

“El Soberano, el Santo” (59:24). 

Es evidente que la soberanía humana no está libre de defectos. Por ejemplo, si todos los súbditos de un rey terrenal dejaran su país para emigrar a otro, se acabaría su soberanía. O si todos los súbditos sufrieran hambre, ¿cómo se podrían recaudar los impuestos? O si los súbditos le preguntaran qué atributo tenía él que ellos no tuvieran y que justificara su deber de obedecerle, ¿qué les podría contestar?  

La soberanía de Dios está libre de todo defecto. Él puede destruir todo en un momento y crear otro reino. De no ser Creador Omnipotente, Su reino no hubiera perdurado sin injusticia. Por ejemplo, habiendo perdonado y salvado a los pueblos del mundo una vez, ¿cómo podría adquirir otro mundo? ¿Hubiera intentado devolver al mundo a los que ya había salvado, para probarlos nuevamente? ¿Hubiera revocado tan injustamente Su perdón y Su salvación? En ese caso, Su divinidad habría resultado defectuosa, y se habría convertido en rey imperfecto, igual que los reyes terrenales que no dejan de promulgar nuevas leyes para su pueblo, y que pierden la paciencia muchas veces; y cuando en su egoísmo ven que no pueden seguir sin cometer injusticias, las cometen sin escrúpulos. En los reinos terrenales, por ejemplo, se considera admisible hundir un bote pequeño, con todos sus tripulantes, para afianzar la seguridad de un barco más grande, pero Dios está libre de tales obligaciones. De no haber sido Omnipotente y de no haber tenido el poder de crear algo a partir de la nada, Dios se hubiera visto obligado a recurrir a la injusticia, como hacen los reyes débiles, o se hubiera aferrado a la justicia, perdiendo su divinidad. El barco de Dios sigue su viaje, basando su poder en la justicia.  

(lpbD) – la paz y las bendiciones de Dios sean con él. 

[Continuaremos con la entrega 15, donde continuaremos exponiendo el tema de “Los atributos de Dios”: la Fuente de la Paz, el Deparador de Seguridad,el Protector, el Poderoso, el Excelso, el Supremo. En el Santo Corán se describen múltiples atributos de Al’lah. Detallaremos algunos].