Marruecos y Emiratos Árabes colaboran para conservar la cultura hasaní
- Tradición oral
- La música del Sáhara
- Moussem de Tan-Tan
- Legado patrimonial y cultural
- Gnawa, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Marruecos cuenta con tres Agencias de Desarrollo: la de las provincias del sur, del oriente y del norte. Se tratan de instituciones que tienen como misión la puesta en marcha de diferentes proyectos con el fin de contribuir a la promoción y evolución económica, social y cultural de la zona.
La 43ª edición de la Feria Internacional del Libro de Sharjah (SIBF), clausurada el pasado domingo, tuvo a Marruecos como invitado de honor. En su stand, la Agencia de Desarrollo de las Provincias del Sur, que se extienden desde Guelmim hasta Legouira, tuvo un protagonismo especial. En este espacio, gracias al Ministerio de Juventud, Cultura y Comunicación marroquí, esta Agencia expuso algunas de las principales iniciativas llevadas a cabo en el ámbito cultural, entre ellas, la conservación de la cultura hasaní, un interesante proyecto que también cuenta con la colaboración de Emiratos Árabes, explicó Wahiba Kantaoui, responsable de Marketing Territorial, a Atalayar.
Tradición oral
En esta región, tiempo atrás, las tribus bereberes solían tener una vida nómada, aunque con el tiempo se fueron adaptando a las circunstancias de la vida. Pero sus tradiciones siguen muy vivas gracias también al esfuerzo que desde la Agencia de Desarrollo de las Provincias del Sur se hace para contribuir a que así sea.
La cultura hasaní, de origen beduino árabe, cuenta Kantaoui, es principalmente oral, de ahí que desde la Agencia la estén documentando con el objetivo de conservarla y darla a conocer. Son varios los libros publicados en los que se profundiza en esas tradiciones. Libros de gran calidad, a color, en formato grande y con impresionantes fotografías.
Emiratos Árabes, país con el que han estrechado una gran colaboración, así como otros organismos especializados en el estudio de la cultura marroquí con sede en Rabat, también contribuyen a este empeño. Fruto de las investigaciones y el trabajo realizado son los citados libros.
La música del Sáhara
La música Hasaní. Un viaje al corazón del Sáhara marroquí de Ahmed Aydoun es una muestra. Esta música cuenta con unas características muy propias, que la dotan de gran dificultad, con códigos específicos y una larga tradición. “Es una música parecida a la que se da en otras zonas africanas, pero con sus códigos”, afirma Kantaoui.
Otro de los libros expuestos es de la directora del Archivo de Marruecos, comenta la responsable de Marketing de esta Agencia de Desarrollo, en el que se recogen manuscritos muy valiosos y se muestra la relación que había entre las tribus autóctonas del Sáhara hace muchos siglos.
La vestimenta tradicional de las mujeres de esta zona, la melfa, “que se usa desde hace siglos y es transgeneracional”, protagoniza otra de las publicaciones, así como el té, que es mucho más que una bebida, “es una gran ceremonia, algo espiritual, muy presente en la sociedad saharaui”, explicó Kantaoui. El té no falta en los encuentros sociales y tampoco faltó en el stand marroquí.
Moussem de Tan-Tan
El Moussem de Tan-Tan también ha sido fuente de estudio e investigación. La publicación que se exhibe en el stand es de gran belleza. Antiguamente, los pueblos nómadas del Sáhara se reunían para estrechar relaciones, cambiar algunos alimentos, animales como camellos o incluso acordar algunos matrimonios. En la actualidad, este acontecimiento tiene como escenario la ciudad que lleva su nombre en la región de Guelmim-Río Noun, a 25 km de la costa atlántica. Es una verdadera feria cultural donde se exhiben las antiguas tradiciones locales, donde hay poesía, artesanía, folclore de las tribus nómadas, arte ecuestre… “Es patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2024”, cuenta con emoción Kantaoui.
La literatura oral, principalmente el cuento y la poesía, también forman parte de esta cultura popular. Desde la Agencia de Desarrollo de las Provincias del Sur van a lanzar un premio de literatura hasaní con el que pretenden motivar a la población de esta zona para que escriban. Además, desde la Agencia, se viene ayudando a los poetas y escritores para que puedan publicar sus obras y darlos a conocer, comenta Kantaoui.
Y si escribir es importante, la lectura también. Otro proyecto puesto en marcha en el sur marroquí es la organización de 30 puntos de lectura, llegando incluso, destaca la responsable de Marketing, a los pueblos más pequeños y alejados con el propósito de motivar a los estudiantes y niños para que disfruten con la lectura.
Mostrar estos libros y la información principal de las provincias del sur “es un gran honor”, afirmó Wahiba Kantaoui, “porque estamos trabajando mucho y es una gran oportunidad para que se sepa lo que hacemos, cuáles son estas provincias y quién es la gente del sur de Marruecos”.
Legado patrimonial y cultural
En el stand de Marruecos en la SIBF se fusionó la modernidad con el pasado, con la tradición. Mientras las nuevas tecnologías mediante la proyección de vídeos e imágenes digitales daban color y mostraban el gran legado cultural y patrimonial que encierran sus ciudades, los distintos rincones acogían verdaderas joyas como publicaciones y documentos históricos, entre ellos mapas y manuscritos de dos importantes geógrafos de la Edad Media: el tangerino Ibn Battura y el ceutí Al-Idrisi.
La Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Rabat, presidida por Su Alteza Real la Princesa Lalla Hasnaa, también estuvo presente en esta feria. Entre sus fines está el de preservar el patrimonio material, inmaterial y paisajístico de Rabat, por lo que llevan a cabo distintas actividades para sensibilizar a la población, así como iniciativas escolares en la que enseñan y destacan la importancia patrimonial de la ciudad.
El visitante pudo observar por vez primera una réplica del cráneo de Homo sapiens más antiguo del mundo, descubierto en 2017 por Jebel Irhoud en este país. Así como una copia de la joya más antigua, un collar encontrado en la cueva de Bizmoun, cerca de la ciudad de Essaouira en el centro oeste de Marruecos.
Gnawa, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Marruecos era el invitado de honor y respondió con altura. Organizó más de un centenar de actividades culturales, mostró los bailes tradicionales de sus distintas regiones, como la danza Gnawa, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el teatro, el cine, invitó a reconocidos historiadores, investigadores y escritores marroquíes que intervinieron en distintos debates y paneles sobre temas variados desde el vínculo histórico entre Andalucía y Marruecos, hasta la libertad para escribir o la lengua árabe… Entre otros, Mohamed Achaari, Premio Internacional Booker de Ficción Árabe; Abdessalam Benabdelali, Premio Sultan al-Owais de Estudios Humanos; la socióloga Rahma Bourqia; y la poeta Latifa Miftah Y, por supuesto, no faltaron ni los libreros ni la firma de autores. Un total de 25 editoriales procedentes del Reino de Marruecos mostraron al público una variada oferta con 4.000 títulos.
La 49ª edición de la SIBF, bajo el lema “Todo comienza con un libro”, cerraba sus puertas el domingo 17 de noviembre tras 12 interesantes días en el que se celebraron alrededor de 1.400 actividades. Ahmed al-Ameri, director ejecutivo de la Autoridad del Libro de Sharjah, mostró su satisfacción por el desarrollo de este evento cultural, el más importante del mundo árabe: “Con 1,82 millones de visitantes y más de 2.500 editores y expositores de todo el mundo, el evento ha pasado de ser una feria del libro a una comunidad literaria dinámica y próspera”.