El Barça paga sus excesos: Dani Olmo sin equipo en 2025
El Barcelona lleva años jugando con fuego y en 2025 se ha quemado. Los dispendios de las últimas temporadas han ido llevando al club al límite en cuanto a los salarios que paga a sus jugadores. Bartomeu subió los sueldos a la plantilla de manera desmedida a lo que hay que añadir que LaLiga hizo la vista gorda durante muchos mercados.
La salida de Messi fue necesaria pero no definitiva. Un ahorro de 50 millones de euros, aunque poco después se supo que el club sigue pagando al argentino parte de su sueldo mientras juega en el Inter Miami. Algo parecido a lo que sucede con Piqué una vez retirado.
Ya con Joan Laporta como nuevo presidente del Barcelona, el equipo decidió mantener su nivel deportivo a base de gastar un dinero que no tenía. Las famosas palancas: ingresos que el Barça recibió a cambio de vender todos sus activos a futuro. Muchos de ellos funcionaron, pero otros no acabaron de materializarse, aunque LaLiga decidió darles el visto bueno como fue el caso de Barça Studios y los 40 millones de euros que nunca llegaron.
Los 55 millones de euros pagados este verano por Dani Olmo al Leipzig y los 2,7 millones al Girona por Pau Víctor pusieron al club en una situación inédita. Tuvieron que dar la baja de larga duración a Christensen cuando apenas le queda un mes de baja para poder inscribir a Olmo. El danés se vio sin ficha sin motivo y el Barça volvió a rozar el “mobbing” como pasó el verano anterior con De Jong cuando filtraron a la prensa todo tipo de informaciones con la finalidad de deshacerse de él.
Cuatro meses después, Laporta no ha encontrado dinero para inscribir a Olmo y a Víctor. La RFEF y LaLiga ya no han podido ayudar más al club catalán y a fecha 1 de enero ambos jugadores han desaparecido de la plantilla en la web de la patronal española en una señal inequívoca de que ya no son parte de la plantilla de Flick.
El resultado es aún peor para el Barcelona porque desde el 1 de enero de 2025, Dani Olmo no solo es agente libre para poder renegociar su futuro, el jugador tiene que recibir el total de su ficha hasta 2028 y el Leipzig cobrar lo que resta hasta los 55 millones de euros acordados en su momento.
Laporta vive una situación dramática al frente del Barça, pero no quiere ver la realidad. Una huida hacia adelante constante desde que llegó a la presencia. Los profesionales que le han acompañado al frente de la parcela económica se han encontrado con un perfil populista que no toma ni deja tomar decisiones duras, pero necesarias.
Pase lo que pase con Dani Olmo, el Barcelona no deja de ponerse en evidencia. Llevar al límite a LaLiga y a la UEFA ya no funciona y su futuro podría pasar por lamerse las heridas económicas con un perfil bajo que le haga sufrir una travesía deportiva las próximas temporadas.