El Barça vuela en el Bernabéu ante un Mbappé incapaz de marcar goles

Mbappé no olvidará su primer Clásico. El Barça llegaba al Bernabéu tras golear al Bayern de Múnich y el Real Madrid tras remontar al Dortmund en otra noche mágica. Pero este Barça de Flick es otro equipo, el lavado de cara en apenas unos meses es total y se puede decir que aspira a todo tras una larga travesía en el desierto.
Este es el Clásico que quiere LaLiga. Lleno de estrellas y con dos equipos a su máximo nivel. Por eso el equipo catalán no ha tenido problemas en fichar a figuras como Lewandowski o Dani Olmo cuando no tenía dinero y todos esperaban una sanción por sus dispendios en el pasado.
El caso es que el Real Madrid le plantó cara al Barça en la primera parte. Mbappé tuvo ocasiones, pero sumó hasta cinco fueras de juego en la primera parte. La famosa defensa adelantada de Flick no fue trabajada por Ancelotti y sus delanteros no explotaron la velocidad porque los desmarques llegaban tarde y mal. Un centro del campo con Tchouaméni, Camavinga, Bellingham y Valverde incapaz de hacer pases teledirigidos para que Vinicius y Mbappé lleguen al área rival en ventaja.

Al Real Madrid le hacía falta un delantero y llegó el francés, que no lo es, pero tiene gol. Vinicius ha tirado del carro estas temporadas desde la marcha de Benzema, pero ya no tiene ni a Joselu para que el equipo juegue a otra cosa porque saben que tienen un 9 arriba.
El Barça vuela cuando ataca. La velocidad a la que juegan chavales que no han cumplido los 20 años y tienen mucha calidad hace que los rivales sufran porque el partido es un correcalles donde tienen todo que perder. Casadó o Balde son fijos, Lamine ya lo era, igual que Fermín o Pedri. Chavales de la Masía a los que dio confianza Xavi y a los que ha puesto en su sitio Hansi Flick para que jueguen a un fútbol de vértigo.

En la segunda parte el Barcelona rompió el partido tras un error infantil de Militao que aprovechó Casadó para filtrar un pase perfecto a Lewandowski que remató a la red desde la frontal. El segundo fue un centro de Balde que el polaco remató tras un giro de cabeza perfecto. Militao, Rüdiger y Lucas solo pudieron mirar y preguntarse qué le pasa a esa defensa que hace aguas por todos los flancos.

Lewandowski tuvo dos ocasiones más. Pero fueron Raphinha y Lamine Yamal los que redondearon el partido que se pudo ir a los cinco goles si hubieran querido porque este Barça no sabe jugar a otra cosa que no sea marca goles hasta el final del partido.

El Clásico deja al Barça líder con 6 puntos más que el Real Madrid. Queda mucha Liga, pero a este equipo no se le debería escapar el título a no ser que haya una debacle física en la segunda vuelta. El Real Madrid se queda muy tocado y Mbappé tiene más presión porque lo que falló en el Clásico no se puede repetir y le van a estar esperando. Ancelotti tiene que encontrar un once donde Bellingham, Vinicius y Mbappé encajen, aunque eso suponga devolver a Modric el centro del campo y Rodrygo sea ese jugador que ayuda al resto a darlo todo.
El Barça vuelve a ser grande cuatro años después. El Bayern y el Real Madrid han sido sus presas más deseadas y ahora puede aspirar a todo.