La Copa del Rey deja para la final el gran Clásico del fútbol mundial
Real Madrid y F. C. Barcelona se verán las caras en la final de la Copa del Rey del próximo 26 de abril a las 21:30 en el estadio sevillano de La Cartuja.
Los negocios de la Federación que dejó Rubiales han conseguido que aumente su capacidad hasta los 70.000 espectadores y se convierta en un estadio, al menos, útil y deje atrás el erial que ha sido durante décadas. Unas 24.000 entradas tendrán cada equipo en la gran fiesta del fútbol que recuerda aquella de 2014, con aquel gol de Bale en Mestalla.
Un clásico entre clásicos, quién sabe, porque dos semanas después de ese partido, Real Madrid y Barcelona se verán las caras en el encuentro decisivo por la Liga y, quizá, 20 días después se volverán a ver en un partido histórico en Múnich: la final de la Champions. La gran batalla del fútbol mundial porque nunca antes se ha disputado este partido en la final de la competición europea de clubes.
Pero antes se jugará esa final de Copa en la que el Barcelona llega como favorito después de recuperar su juego brillante de la primera parte de la Liga y arrasar a Atlético de Madrid. El empate a cuatro del partido de ida fue lo último que le quedaba de buen fútbol al equipo de Simeone, que hizo un partido horroroso en la vuelta, en el Metropolitano, ante su afición.
Fue una primera parte desastrosa en la que se dejó llevar por el Barça, y que remató en la segunda parte sin opciones y sin tirar la puerta una sola vez. Simeone vuelve a ser el responsable de esta debacle atlética que le deja sin opciones en Liga, en Champions, y si la ansiada final de la Copa del Rey, que, al menos, le podría haber dado opción de sumar un título esta temporada.
Ese estilo conservador, un equipo desmotivado y un mensaje que ya no cala en el vestuario devuelven al club rojiblanco al tramo final de la temporada pasada cuando algunas voces indicaban que Simeone debía dejar el club. Este año la plantilla tenía mucha más calidad con nombres como Julián Álvarez o Sørloth, pero ha sido incapaz de rendir a mejor nivel. Griezmann ya no está, el centro campo no domina el balón y la defensa hace que Oblak sea peor portero.
El Barça volvió a practicar un fútbol de salón que en la primera parte maniató al Atlético y lo hundió con un gol de Ferran Torres. Hansi Flick es lo único bueno que ha hecho Laporta por el club y es el que hace que el equipo funcione y vaya a jugar una final de Copa para la que es favorito. En medio de todo eso, partidos de Liga donde no puede fallar y el Borussia de Dortmund en Champions, que le puede llevar sin demasiados esfuerzos a las semifinales. El técnico alemán ha conseguido escurrir todo el barro que cae desde la presidencia y que sea el fútbol de lo que se hable en Barcelona.
En frente estará el Real Madrid. El equipo de Carlo Ancelotti se metió en la final de la Copa tras un 4-4 en el Santiago Bernabéu ante la Real Sociedad en un nefasto partido de los blancos. Pudieron haberse quedado sin final después del 1-3, pero Rüdiger marcó el empate en el minuto 115. Las habituales heroicidades blancas en el Bernabéu volvieron a transportarle a una final.
Sin jugar a nada y con un cansancio acumulado excesivo, el conjunto blanco vuelve a una final de Copa después de ganarle al Barça la última en aquel partido de Mestalla.
La vuelta de semifinales fue su partido número 50 esta temporada más todo lo que queda por delante en Liga, Champions y la propia final. Este misterioso Real Madrid es capaz de lo mejor y de lo peor, aunque solo de lo peor cuando tiene al Barça delante, ya que sus dos enfrentamientos se cuentan por derrotas y por goleadas. Hasta ese partido el Madrid tendrá que seguir contando los minutos de descanso que tiene entre jornada y jornada y decidir si juega o no. También tendrá que medirse al Arsenal en unos cuartos de final de Champions League que decidirán si el Real Madrid tiene o no equipo para optar al título europeo una vez más.
El Atlético de Madrid ha dimitido de todos y los dos grandes de España serán los que den lustre a esta final. Después llegará el turno para que el Real Madrid intente conseguir el botín del Mundial de clubes, un título de casi juegan más por dinero que por prestigio y donde se podrán ver con el Atlético que sí ha conseguido el pase a un torneo que el Barcelona tendrá que ver por televisión.