La época dorada del sector deportivo de Marruecos
La apuesta de Marruecos por el deporte es clara y por el fútbol en particular todavía más. Desde el ascenso al trono de Mohamed VI en 1999, la estrategia nacional de desarrollo en diversos sectores ha posicionado al reino marroquí en una gran situación a nivel mundial en la actualidad.
El auge diplomático, económico y en diversos ámbitos del país norteafricano es claro y meridiano gracias al plan trazado durante estas décadas. Y el deporte y el fútbol no han escapado de esta dinámica.
El fútbol ha alcanzado un gran nivel de desarrollo en Marruecos en los últimos años, algo que se une a la gran afición que ha existido entre la población marroquí por este deporte universal.
Gran ejemplo de la apuesta estatal por el fútbol lo representan las importantes infraestructuras dispuestas por el Estado marroquí para promocionar el balompié nacional y promover su práctica al más alto nivel entre los jóvenes marroquíes. El gran estandarte de esta apuesta es la Academia de Fútbol Mohamed VI de Rabat-Salé, que, gracias a los medios de los que dispone, ha propiciado la aparición de futbolistas de la talla de Youssef En-Nesyri o Azzedine Ounahi.
El gran nivel alcanzado por jóvenes futbolistas marroquíes, junto al talento aportado por otros jugadores nacidos en otros países como Francia o España, pero de ascendencia marroquí, ya ha propiciado un gran salto de calidad de la selección de fútbol de Marruecos, que alcanzó un excelente resultado en el último Mundial de Qatar 2022. El combinado dirigido por Walid Regragui alcanzó las semifinales, el mejor resultado de la historia en la Copa del Mundo de una selección árabe y africana, y solamente fueron derrotados por la potente Francia de Kylian Mbappé, que acabó como subcampeona del mundo.
Esta dinámica también incluye al fútbol femenino; cabe destacar el gran papel que desempeñó la selección femenina en el último Mundial de Australia y Nueva Zelanda en el que tras su primera participación en una cita mundialista alcanzó los octavos de final, donde las leonas del Atlas fueron doblegadas por la potente selección francesa.
Esta nueva dimensión del fútbol marroquí está generando más expectación entre los aficionados y eso aumenta el atractivo del fútbol marroquí y el negocio que hay en torno al mismo. Con mejores audiencias, más inversiones y una mayor riqueza generada en relación con el deporte rey. Una situación potenciada también por los esfuerzos estatales para la promoción de la industria futbolística y deportiva en general.
Gran proyección de Marruecos
La nueva gran dimensión internacional del fútbol de Marruecos también está propiciando un nuevo posicionamiento geopolítico en esta escala. Gracias a este gran posicionamiento, Marruecos ahora ha sido designado como uno de los anfitriones de la Copa del Mundo de 2030, junto a España y Portugal, y también se encargará de organizar la Copa de África de Naciones de 2025. Lo que demuestra la gran confianza que hay en el país norteafricano.
El auge del fútbol marroquí a todos los niveles está claro, y, en esta línea, el Centro Omega de Investigaciones Económicas y Geopolíticas publicó un estudio sobre el proyecto marcado para la industria del fútbol en Marruecos, destacando la necesidad de establecer previamente mecanismos para codificar la práctica y elevar su nivel, con el objetivo de desarrollar el producto futbolístico, algo que beneficiaría al poder blando del país marroquí, haciendo que el Gobierno emprenda una iniciativa de apoyo financiero, con la necesidad de abrirse a los inversores marroquíes y extranjeros a través de fondos de inversión, como informó el medio Al-Arab.
El Centro Omega destacó que el fútbol pasó hace años de ser un hobby basado en el espectáculo a una industria independiente que busca marketing y rentabilidad sin desperdiciar su materia prima, que es el espectáculo, y reclama convertir el club deportivo en una empresa que cotice en Bolsa, con la posibilidad abierta de inversión para todos aquellos interesados.
El Centro Omega afirmó que en Marruecos existe un deseo político de las autoridades marroquíes de hacer pasar el fútbol marroquí del amateurismo al profesionalismo por etapas, y para ello se promulgó la ley del 30 de septiembre de 2009, que estipula la necesidad de crear empresas deportivas de clubes de fútbol profesionales cuyo objetivo es promocionar una gestión profesional de alto nivel. Una gestión más profesional de los clubes profesionales y también de las categorías inferiores, que sirva para el mayor desarrollo del sector.
En este sentido, Younes Belfalah, profesor de Economía, confirmó que “el sector del fútbol en Marruecos se ha constituido recientemente en un destino de inversión muy importante para todos los fondos de inversión globales y las empresas internacionales. Existe una fuerte competencia para beneficiarse de las inversiones deportivas y de lo que pueden producir, no sólo en el nivel de beneficios financieros y económicos para los sectores deportivos y la mejora de la calidad de los deportes, especialmente en lo que respecta a la infraestructura y la calidad de los jugadores y clubes, sino también desde el aspecto político que afectaría a la ecuación”. “Los deportes y su capacidad para movilizar influencias constituyen un importante poder blando”, explicó el propio Belfalah, en declaraciones recogidas por Al-Arab.
Y es que el fútbol y el deporte en general sirven también para vender una buena imagen nacional, algo que también puede ser utilizado como arma de poder blando. Marruecos es un país que actualmente está teniendo un gran protagonismo diplomático internacional con participación en grandes movimientos políticos internacionales, como los famosos Acuerdos de Abraham, por los que diversos países árabes establecieron relaciones diplomáticas con Israel bajo el auspicio de Estados Unidos, de cara a pacificar la región de Oriente Medio y promocionar su desarrollo a todos los niveles.
Gracias a su intensa diplomacia internacional, Marruecos es considerado un socio confiable en el plano mundial en diversas materias como la economía, gracias a su importante desarrollo económico e industrial planificado bajo el reinado de Mohamed VI, o la seguridad y la lucha antiterrorista, un ámbito en el que Marruecos colabora activamente con potencias como Estados Unidos, Francia o España para combatir a grupos yihadistas y bandas criminales que actúan en el norte de África y en zonas convulsas como el Sahel.
El deporte, y el fútbol en particular, también puede servir como arma de poder blando para ejercer gran influencia internacional y posicionar todavía más a Marruecos con una imagen favorable y potente en el escenario mundial.
La inversión en el ámbito deportivo es beneficiosa porque mejora la industria deportiva en Marruecos. Pero, también, esa inversión privada y la promoción por parte del Estado genera una industria fuerte que también crea riqueza y divisas.
“La inversión en este sector, ya sea por parte del Estado o de inversión extranjera, constituye en realidad un área influyente que genera divisas fuertes, ya que constituirá no sólo una partida para los gastos del presupuesto del Estado, sino también un recurso importante para el retorno de las inversiones, capaz de hacer avanzar la cuestión del crecimiento económico y crear puestos de trabajo y oportunidades de empleo, apoyando los proyectos marroquíes y la imagen del país a nivel exterior en términos de capacidad de influencia”, explicó Younes Belfalah, quien también indicó que “la presencia de infraestructuras en Marruecos a través de importantes inversiones en la mejora de estadios y o la Academia de Fútbol Mohamed VI, además de los logros alcanzados por la selección nacional, junto con el hecho de que Marruecos organice la Copa del Mundo de 2030 y la Copa Africana de Naciones de 2025 son hitos importantes que confieren a Marruecos un carácter fundamental como destino africano y árabe importante e influyente en términos de fútbol, ya que cuenta con mecanismos importantes, también con una infraestructura importante y un público ávido de fútbol”.
En este sentido, Fouzi Lekjaa, ministro encargado del Presupuesto y presidente de la Federación de Fútbol de Marruecos, argumentó, con la vista puesta en el próximo Mundial de fútbol del 2030, que el objetivo es hacer de los retos que surgirán de aquí a 2030 “un medio para acelerar el ritmo de desarrollo de nuestro país”, destacando, como miembro de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), que “nuestro país ha sido siempre un destino para inversores, pero el ritmo irá aumentando en diversas infraestructuras”.
Un estudio reciente estima el tamaño de la industria del deporte en Marruecos en aproximadamente 19.000 millones de dírhams (1.800 millones de dólares) a finales de 2022, lo que representa los ingresos de las empresas privadas que trabajan en este campo. Esta cifra equivale al 1,56% del ingreso del Producto Interior Bruto (PIB) y el estudio espera que se duplique hasta 38.000 millones de dirhams (3.700 millones de dólares) de aquí a 2030, cuando Marruecos acogerá el Mundial de fútbol, junto con España y Portugal.
El floreciente sector deportivo de Marruecos está en un momento dorado, sobre todo el apartado del fútbol, y los buenos resultados a nivel deportivo y de despachos marcan un futuro prometedor para el reino marroquí en los próximos años.