Mbappé se despide del PSG con un nuevo fracaso en la Champions
El Parque de los Príncipes no fue ninguna olla a presión. El gol del Borussia de Dortmund no fue neutralizado. Ni la esperada remontada llegó. Mbappé se despidió de la competición europea con la camiseta que ha defendido los últimos siete años de una manera inesperada porque los alemanes son quintos en su liga y nadie apostaba porque pasaran ni de la fase de grupos en un grupo que compartían con el propio PSG, el Newscastle y el Milan y en el que acabaron primeros.
Los cuatro balones al palo que estrellaron los franceses (más los dos del partido de ida) no cuentan, pero sí el gol de Hummels de cabeza al comienzo de la segunda parte. Así es el fútbol. Dijo Luis Enrique al finalizar el partido que las expectativas de gol para su equipo eran de 3 goles y las del Dortmund de 0,47. El tanto alemán llego justo cuando los parisinos más buscaban el gol que empatase la eliminatoria y les diera opciones de llevar el partido al extremo.
Esos tres goles no llegaron. Ni siquiera uno solo de Mbappé que ha hecho un papel decepcionante en las semifinales donde apenas ha aparecido para llevar a su equipo a la final que le hiciera despedirse del club por todo lo alto. “Yo soy el que debe marcar” aseguró tras el partido, unas palabras que le hacen más complicada todavía su salida en unas semanas cuando anuncie el club donde jugará.
Beraldo pecó de juventud y su marcaje en el córner que dio origen al gol pudo ser mejor, aunque el que más responsabilidad tuvo en los dos goles alemanes fue Donnarumma, el internacional italiano respondió tarde al gol de Maatsen y permitió el remate de Hummels en el área pequeña pese a medir dos metros.
Can, Sancho, Reus o Sabitzer son los jugadores que hacen funcionar a la máquina alemana. Sin grandes estridencias y con un fútbol tranquilo quieren repetir la final de hace once años cuando cayeron en Wembley con el Bayern de Múnich o, en el mejor de los casos, la de 1996 en la que ganaron a la Juventus.
En cualquier caso, el PSG es el gran perdedor. Nunca supo llevar el partido a ese punto irrespirable que mete al rival en un pozo sin fondo. Algo que solo está al alcance de los grandes de Europa. Pasan los años, pasan los jugadores por París y la magia de la Liga de Campeones sigue estar presente. El proyecto sigue sin alzar la Champions después de millones de euros de inversión y todo tipo de estrellas en su firmamento. Un club en el que llegaron a jugar Mbappé, Messi y Neymar que ahora lo apuesta todo a Luis Enrique cuando se queden huérfanos de su gran estrella en junio.