La AIE pronostica un superávit de petróleo para 2030
- Impacto en la OPEP+
- El papel de las energías renovables en la estabilización de la demanda de petróleo
Tal y como ha destacado la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe publicado, se esperan mercados petroleros “cómodamente" abastecidos hasta 2030. Basándose en las nuevas perspectivas a medio plazo elaboradas por el organismo, está previsto que la producción mundial de petróleo aumente, rebajando las tensiones del mercado y empujando la capacidad excedente hacia niveles no vistos desde antes de la crisis del COVID-19.
De acuerdo con las políticas y tendencias del mercado actuales, la fuerte demanda de las economías de rápido crecimiento en Asia, así como de los sectores de aviación y petroquímicos, impulsará un mayor uso de petróleo en los próximos años.
No obstante, estos avances se verán contrarrestados por factores como el aumento de las ventas de automóviles eléctricos, las mejoras en la eficiencia del combustible en los vehículos convencionales, el menor uso de petróleo para la generación de electricidad en Oriente Medio y los cambios económicos estructurales.
Como resultado, el informe de la AIE pronostica que la demanda mundial de petróleo, que incluidos los biocombustibles llegó a poco más de 102 millones de barriles por día en 2023, se estabilizará cerca de 106 millones de barriles por día a finales de esta década.
Por otro lado, se espera que un aumento en la capacidad de producción mundial de petróleo, liderado por los Estados Unidos y otros productores de América, supere el crecimiento de la demanda de aquí a 2030. En este sentido, cabe destacar que los productores fuera de la OPEP+ están liderando la expansión de la capacidad de producción global para satisfacer esta demanda anticipada, lo que supone tres cuartas partes del aumento esperado hasta 2030.
Solo Estados Unidos podría aportar 2,1 millones de barriles por día de ganancias fuera de la OPEP+, mientras que Argentina, Brasil, Canadá y Guyana representan otros 2,7 millones de barriles diarios.
"Las proyecciones de este informe, basadas en los últimos datos, muestran un importante superávit de oferta que está surgiendo en esta década, lo que sugiere que las compañías petroleras tal vez quieran asegurarse de que sus estrategias y planes comerciales estén preparados para los cambios que se están produciendo”, señaló el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, quien también recomendó a los productores que “revisen sus planes de negocios”.
Impacto en la OPEP+
Simon Henderson, analista en The Washington Institute, considera que los principales actores petroleros regionales, como Kuwait, Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, serían los más afectados por la caída de los precios, lo que también socavaría la influencia de la OPEP+ como cartel.
Por el momento, el secretario general de la OPEP+, Haitham al-Ghais, describió el último pronóstico de la AIE como “peligroso”, advirtiendo sobre un caos energético si los productores dejan de invertir.
Henderson recuerda que Arabia Saudí -el mayor productor regional- necesita precios altos para seguir financiando el proyecto Visión 2030 impulsado por el príncipe heredero Mohamed bin Salman. “Menos ingresos probablemente significarían retrasos que son difíciles de explicar dadas todas las promesas hechas hasta ahora”, apunta.
Por otra parte, para Irán el aumento de las exportaciones ilícitas de petróleo -suponiendo que las sanciones sigan vigentes- no afectaría a los limitados ingresos del gobierno. Entre otras consecuencias, esto podría aumentar el descontento social y provocar protestas masivas.
Los ingresos de los principales productores de gas natural, como Qatar -que posee las terceras reservas más grandes del mundo después de Rusia e Irán- probablemente se verán menos afectados dada la débil vinculación entre los precios del petróleo y el gas, explica el analista.
Fuera de Oriente Medio, Rusia sigue siendo un importante productor de petróleo y podría verse duramente afectada en los próximos años, sobre todo si continúan la guerra y las sanciones. “Sin embargo, China es principalmente un importador y, como resultado, puede obtener algunas ventajas”, indica Henderson.
También para Washington y muchos otros gobiernos, el pronóstico de la AIE es incómodo. Henderson afirma que, a pesar de que los políticos de los países consumidores siempre acogen con agrado los precios más bajos en el surtidor de combustible y tradicionalmente están más preocupados por el futuro inmediato que por lo que pueda suceder dentro de cinco años, “el exceso de petróleo previsto significa que los socios de Oriente Medio pueden tener menos capacidad para ayudar financieramente en cuestiones regionales, permitirse compras importantes de armas, proporcionar generosos subsidios a sus pueblos, etc”.
El papel de las energías renovables en la estabilización de la demanda de petróleo
El superávit que se espera para 2030 se debe a una estabilización en la demanda de petróleo, algo que se conseguiría gracias a la transición a los vehículos eléctricos y a las energías renovables. En países clave de Oriente Medio, como Arabia Saudí, ya se está cambiando a la energía solar y a otras energías limpias para generar electricidad, algo que deja más petróleo disponible a la exportación.
En este sentido, la AIE también menciona la esperada disminución de la tasa de crecimiento económico de China como un freno a la demanda de petróleo.
Henderson subraya que, independientemente de cómo resulten los cálculos de oferta y demanda, “los gobiernos de Oriente Medio necesitan rehacer sus cálculos petroleros, lo admitan o no”. “Sus economías y, por extensión, su poder interno y regional dependen de que se tomen decisiones lúcidas mucho antes de 2030”, concluye.