Irán espera menos ingresos por el petróleo

Con el objetivo de sortear las sanciones occidentales y seguir vendiendo su petróleo, la República Islámica de Irán mantiene una “flota fantasma” frente a las costas de Singapur esperando a descargar este cargamento en China, país que se ha convertido en uno de los principales clientes de Teherán.
De acuerdo con una investigación de RFE/RL, Irán ofrece a China un fuerte descuento para adquirir su petróleo sancionado, rebajando entre un 12% y un 15% del precio de cada barril para que valga la pena que Pekín asuma la responsabilidad de eludir las sanciones.
Los costes adicionales también incluyen operaciones de barco a barco para descargar el petróleo, intermediarios, transferencias de dinero ocultas y cambio de nombre del petróleo para enmascarar su origen iraní y hacer que parezca provenir de un tercer país, según indica la investigación. Por este motivo, la “flota fantasma” iraní ha ido aumentando en los últimos años para hacer llegar el crudo al gigante asiático.

El régimen iraní depende casi por completo de Pekín, situándose “en una posición débil al tener que depender de un único socio externo que esté dispuesto a tratar y comprometerse con Teherán”, tal y como indica Spencer Vuksic, director de la consultora Castellum, citado por RFE/RL.
No obstante, desde Teherán han elogiado su comercio exterior, asegurando que los ingresos del petróleo habían contribuido a una balanza comercial positiva durante los primeros ochos meses de 2023.
Sin embargo, de acuerdo con datos recogidos por el medio de comunicación, el sector del petróleo y el gas -que representa la mayor parte de la economía iraní- no será suficiente para salvar el presupuesto actual de alrededor de 45.000 millones de dólares que se aprobó el año pasado.
Se espera que el año fiscal iraní, que sigue el calendario persa y finalizará en marzo, concluya con un déficit importante. Por el momento, al presentar el proyecto de presupuesto en el parlamento el pasado mes de diciembre, el presidente Ebrahim Raisi reconoció un déficit de 10.000 millones de dólares.
Igualmente, el proyecto de presupuesto de Irán para 2024-2025 revela una disminución significativa de los ingresos por exportaciones de petróleo y gas y un aumento de los precios internos de la energía.
Aunque el déficit podría ser mucho mayor (hasta 13.500 millones de dólares, el mayor en la historia de Irán) al final del año fiscal, según Radio Farda. Esto se debe a que sólo la mitad de los beneficios petroleros esperados se ingresaron, ya que los precios del petróleo fueron más bajos de lo esperado, así como a los costos y descuentos adicionales relacionados con el comercio petrolero de Teherán con China.
Irán esperaba exportar 1,5 millones de barriles de petróleo por día (bpd), aunque finalmente solo exportó 1,2 millones de bpd en los primeros ocho meses del año, según Radio Farda.

Por otro lado, mientras que las expectativas presupuestarias se basaban en que el petróleo se vendiera a 85 dólares por barril, el precio del crudo cayó por debajo de 75 dólares por barril en diciembre y ha fluctuado enormemente recientemente en medio de las tensiones en el Oriente Medio respecto al transporte marítimo.
En total, Radio Farda estima que Irán perdió unos 15 millones de dólares por día en ingresos potenciales a través de su comercio con China, que representa más del 40% del presupuesto iraní.
Para llenar este vacío, está previsto que Irán aumente los impuestos a las personas y empresas ricas, mientras que Dalga Khatinoglu, experto en cuestiones energéticas iraníes -citado por RFE/RL-, señala que Teherán intentará aumentar los ingresos elevando los precios internos de la energía.
Por otro lado, además de los bajos ingresos, Irán debe hacer frente a la competencia que supone Rusia en materia de petróleo, otro cliente importante de China que, debido a las sanciones occidentales, también ha desviado parte de su crudo a Asia.

Asimismo, se han intensificado las operaciones para detener el comercio ilícito de productos de países sancionados. “Hay un continuo perfeccionamiento de los programas de sanciones para incluir y ampliar las sanciones contra aquellos involucrados en la evasión, y eso incluye sancionar a las llamadas flotas oscuras”, explica Vuksic, señalando que el número de sanciones selectivas contra individuos y entidades iraníes aumentó en más de 1.000 el año pasado.
“Mi expectativa es que los gobiernos, incluido Estados Unidos, tomen medidas contra estas flotas oscuras, especialmente los facilitadores y los propietarios [de los barcos] cuando sean identificados”, añade.

Los últimos acontecimientos en Oriente Medio, así como la creciente tensión regional, también podrían afectar a la situación financiera iraní. En este sentido, cabe destacar que las importaciones chinas de petróleo iraní cayeron significativamente en octubre, cuando comenzó la guerra entre Israel y Hamás que involucra a Teherán, ya que respalda y financia al grupo terrorista.
También, y para empeorar la relación comercial entre Irán y China, Reuters informó que el comercio de petróleo entre ambos países se había estancado después de que Teherán retuviera los suministros y exigiera precios más altos.