Fátima Zahra Mansouri: los modales que pueden cambiar Marruecos

Fátima Zahra Mansouri
Fátima Zahra Mansouri
En el tablero político marroquí, una figura emerge con fuerza inusitada: Fátima Zahra Mansouri
  1. ¿Qué hacer para llegar a la Presidencia del Gobierno?
  2. Revolución dentro del PAM
  3. El Mundial que sana, no deslumbra
  4. Mujeres en el poder: la sombra de las pioneras para Fátima
  5. Marruecos: una sociedad en pleno cambio  
  6. Conclusión

Alcaldesa de Marrakech en dos ocasiones (2009-2015 y 2021-actualidad), y, desde 2023, primera mujer en liderar un partido mayoritario como el PAM, la segunda fuerza política del país. Actual ministra de Urbanismo, desde las últimas elecciones parlamentarias de 2021, después de estar más de una década en la oposición a los dos Gobiernos que presidian los islamistas de Marruecos desde 2011.

Su trayectoria encarna la contradicción de un Marruecos atrapado entre tradición y modernidad. Pero ¿podría convertirse en la primera jefa de Gobierno del Reino? La respuesta oscila entre el escepticismo y la esperanza histórica, y, sobre todo, cuando todo el país está implicado a fondo con la preparación de la coorganización del Mundial 2030, con España y Portugal.

Fátima Zahra Mansouri
Fátima Zahra Mansouri

¿Qué hacer para llegar a la Presidencia del Gobierno?

Para conseguirlo, la presidenta (como les gusta a los militantes del PAM llamarla) tiene que desafiar los cánones del poder económico y conservador en un país islámico con más de 6 millones de marroquíes residentes en Occidente y a sólo 14 kilómetros de Europa, y donde el poder del dinero en la política se ha convertido en una fuerza que influye más que hace años.

También hay que recordar que, según el art. 47 de la Constitución marroquí, corresponde al Rey designar al jefe de Gobierno entre los representantes del partido político que ha obtenido más escaños en las elecciones del Consejo de Representantes, y teniendo en cuenta los resultados electorales. Y luego tendría que buscar las coaliciones posibles entre los 34 partidos que existen en el país.

Pero, aún así, "los modales vencen al dinero" التاويل غلب التجارة 

Este proverbio tetuaní late en cada acto y acción de Fátima Zahra Mansouri desde que empezó su trayectoria política, la mujer que podría convertirse en la primera jefa de Gobierno de un país islámico suní democráticamente electa en el Reino.

Fátima Zahra Mansouri en reunión de equipo de Gobierno con Aziz Akhannouch
Fátima Zahra Mansouri en reunión de equipo de Gobierno con Aziz Akhannouch

Revolución dentro del PAM

Su revolución es ética: “Prefiero perder el poder que mi nombre”, repite siempre. 

Por eso, en 2021, cuando barones corruptos del PAM intentaron colocar candidatos, les plantó cara: “O ellos o yo”. Ganó. Hoy su partido gobierna cuatro regiones de los doce, y dos alcaldías de las 5 grandes ciudades que existen en el país.

Y, mientras tanto, la plataforma juvenil de su partido, que tiene como nombre Jeel 2030 (Generación 2030), entrena a jóvenes en fiscalización de los ayuntamientos, hablar en público, y exponer sus ideas mediante TikTok e Instagram. Y ella lo tiene más que claro: “No son el futuro: son ingenieros del presente”. 

El Mundial que sana, no deslumbra

La realidad es que Fátima Zahra Mansouri en el fondo de su corazón y en sus pensamientos apuesta por la organización de un Mundial 2030 con alma Marrakech y aplicando una democracia con principios occidentales y raíces de un islam marroquí abierto al progreso y moderado en cuanto a nuevas leyes que dan más derechos y ayuda al desarrollo del individuo y de la sociedad.

Y mientras otros países derrochan dinero en lavar su imagen y en intentar comprar votos y apoyos en el extranjero, y siguen viviendo en la época de la Guerra Fría intentando lavar su imagen con petrodólares y retribuciones de gas natural, Mansouri quiere transformar la coorganización con España y Portugal en un acto de justicia y progreso para todos los marroquíes: quiere, por ejemplo, que el Gran Estadio Hassan II de Casablanca financie, entre otras cosas, becas para niñas y niños de todo el Reino y aspira a que toda la dinámica del Mundial intente llevar rutas a pueblos y acercarlos a las capitales de cada región.

En el PAM de Fátima Zahra Mansouri están convencidos con el “soul-building” y no con el “sports-washing”. Y ya lo ha demostrado Mehdi Bensaid, ministro de Cultura y Juventud, en otra ocasión con Sudáfrica y sus dirigentes recibiéndolos para cambiar su posición en cuanto al Sáhara y su autonomía.

Y por eso se vuelve a repetir el lema tetuaní: “Los modales sí que vencen al dinero”.

Fátima Zahra Mansouri
Fátima Zahra Mansouri

Mujeres en el poder: la sombra de las pioneras para Fátima

Angela Merkel, Jacinda Ardern, y Margaret Thatcher son espejos en los que Mansouri se mira con ojos críticos:

  • De Merkel toma el pragmatismo para gestionar coaliciones en un sistema complejo (con más de 30 partidos que se presentan a las elecciones, y con lo que supone de dificultad para llegar a acuerdos para poder formar un Gobierno estable), pero rechaza la frialdad analítica de la maquinaria alemana; después de todo, podemos decir que Marrakech tiene más encanto que Berlín.
  • De Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda que enfrentó misoginia con discursos históricos hereda la convicción de que “los techos de cristal se rompen con acciones, no lamentos”, por eso impuso cuotas del 40 % para mujeres en su partido. Fátima también lo hizo e impuso a muchos jóvenes para que sean la nueva imagen del partido y de la política en la sociedad. 
  • Y aunque comparte con Thatcher la firmeza ante élites corruptas (Fátima prefiere auditorías más que privatizaciones), su brújula es el bien común de los marroquíes y del Reino de Marruecos y apuesta por la democracia social, y no el neoliberalismo.  

Marruecos: una sociedad en pleno cambio  

Para Fátima, “el islam ordena escuchar antes de decidir” y cuando los islamistas critican su “occidentalización”, Fátima Zahra Mansouri les responde con que la democracia a la que ella aspira no es copiar modelos occidentales: es rescatar la verdadera shura (consulta coránica) y reinventarla, y hacer valer lo que ella describe como “Democracia con acento marroquí”.

Conclusión

Si en 2026 gana las elecciones, Mansouri hará historia no solo por ser mujer, sino por redefinir el poder árabe, africano y mediterráneo.

  • Será la Merkel del mediterráneo cuando coordine con España y Portugal en tres idiomas.  
  • La Thatcher de la ética en África al auditar contratos reales.  
  • La Jacinda al ser amable, humilde y al predicar con el ejemplo cuando se trata de “creer en el poder de la confianza, en lugar de confiar en el poder”

Al fin y al cabo, contra el dinero del petróleo y los conservadores afines a Oriente, solo hay un antídoto: combinar la dignidad y juntar autenticidad y modernidad en Marruecos. Y ella lo demuestra plano a plano cada día, y gol a gol en 2030.

Dr Ayman El Ghazi, médico de la Universidad de Valencia y activista político e investigador en las relaciones marroquí-iberoamericanas.