Orán albergará una nueva fábrica de Fiat que quiere aumentar la inversión en este sector para competir con sus rivales regionales

Argelia intenta recuperar terreno en la industria del automóvil

AFP/RYAD KRAMDI - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

Argelia quiere poner toda su maquinaria a trabajar para recuperar el terreno que ha ido perdiendo en los últimos años. El crecimiento de la industria automovilística en su rival marroquí ha dejado en muy mala posición a Argel que ahora busca el crecimiento en este sector. Para ello, ha inaugurado una nueva fábrica de Fiat en la ciudad de Orán, situada al oeste del país, como muestra de las oportunidades que puede ofrecer Argelia a inversores extranjeros.

Se trata de un intento llevado a cabo con mucha celeridad. El propio director general de Stellantis – empresa matriz de Fiat –, Carlos Tavarez aseguró que esta planta de montaje “se ha terminado en un tiempo récord de un año, con una capacidad de producción de 90.000 coches al año”. No obstante, por el momento, la capacidad de producción de la fábrica no superará los 50.000 coches durante los primeros años de funcionamiento.

PHOTO/ARCHIVO - Manifestación en las calles de Argelia

La apertura de la nueva planta se certificó de forma definitiva a finales del año pasado gracias al acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Industria argelino y Fiat. Este proyecto, que dará hasta 1.200 nuevos puestos de trabajo, contará con una inversión de 200 millones de euros. El ministro argelino de Industria, Ali Aoun, explicó la subida en el nivel de producción que tendrá la planta de montaje asegurando que “comenzará a producir 50.000 coches al año, llegando a 80.000 coches en 2026”.

No hay que dejar de lado que este nuevo impulso del sector automovilístico por parte de la industria argelina no es más que un intento de revertir una decisión tomada por su propio Gobierno. El presidente Abdelmajdid Tebboune aseguró que se debían cerrar fábricas ya que “se contentaban sólo con poner ruedas”, a cambio de grandes concesiones fiscales, además de dejar de importar un importante volumen de vehículos, afectando a empresas como Nissan, que anunció en 2019 el establecimiento de una fábrica en Argelia por un coste cercano a los 160 millones de euros.

PHOTO/FILE - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

La nueva estrategia argelina responde a unos muy malos datos aportados por asociaciones de defensa del consumidor. En los últimos años, el mercado local está atravesando una gran escasez de automóviles tanto nuevos como usados, además de contar con un elevado precio los pocos que ofrece el mercado. De hecho, son precisamente esos precios los que han molestado a las empresas extranjeras que operan en Argelia, achacando los continuos cambios de leyes y regulaciones, además de quejarse de desigualdades en su aplicación.

Otro de los motivos que alejó a inversores es el riesgo que asumen las empresas al asentarse en Argel. Los largos procesos burocráticos suponen grandes trabas, además de la falta de garantías en términos de derechos judiciales. Estos son algunos de los factores que han favorecido el crecimiento de la industria en sus países vecinos como Túnez y, especialmente, Marruecos.

AFP/FADEL SENNA - Línea de ensamblaje de automóviles en la planta de ensamblaje de automóviles Renault-Nissan Tanger en Melloussa, al este de la ciudad portuaria de Tánger

Ahora, Argelia pretende dejar atrás esas barreras que impedían a los inversores confiar su industria en territorio argelino y poder competir con los rivales que le han ganado buena parte del terreno en los últimos años. Y no es poco trabajo ya que los avances de Marruecos en este período han sido muy grandes y ha logrado aunar una serie de inversores que le han llevado hasta el liderazgo del sector automovilístico en la región del norte de África y el Magreb.