Egipto eleva en un 25 % sus necesidades de financiación para 2025-2026
El gobierno de Egipto ha incrementado en casi una cuarta parte sus necesidades de financiación para el próximo ejercicio fiscal 2025-2026, situándolas en torno a los 3,6 billones de libras egipcias (EGP). Esta suma estará destinada a cubrir el déficit del presupuesto general y a cumplir con los reembolsos y amortizaciones de préstamos vigentes, según se detalla en una declaración analítica del proyecto de presupuesto distribuido a los miembros de la Cámara de Representantes y revisado por medios como Asharq.
Este aumento significativo responde al complejo escenario económico que atraviesa el país, marcado por una creciente deuda pública, inflación persistente y escasez de divisas. En este contexto, el gobierno ha implementado una serie de medidas de ajuste fiscal, orientadas a contener el déficit presupuestario y asegurar la liquidez necesaria para cumplir con sus obligaciones internacionales.
Menos subsidios y más impuestos
Entre las estrategias adoptadas se encuentra la reducción progresiva de subsidios sobre productos y servicios esenciales, medida que ha impactado directamente en el bolsillo de los ciudadanos. Desde julio del año pasado, el gobierno ha aplicado aumentos en los precios de billetes de tren y metro, servicios de telecomunicaciones, así como reajustes en los precios de los combustibles, estos últimos incrementados por segunda vez en apenas seis meses.
Estos ajustes han sido acompañados por una ambiciosa agenda de reforma tributaria, especialmente centrada en la recaudación del impuesto al valor agregado (IVA). Para el año fiscal 2025-2026, se prevé un aumento del 34,4 % en los ingresos fiscales sobre bienes y servicios, lo que elevaría la recaudación a aproximadamente 1,103 billones de EGP.
Este incremento estará impulsado por una subida del 50,2 % en los ingresos del IVA sobre bienes nacionales e importados, que se estima alcanzarán los 640.400 millones de EGP, es decir, 214.000 millones más que lo presupuestado para el ejercicio fiscal en curso.
Además, en línea con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno egipcio evalúa la eliminación de hasta 19 de las 58 exenciones fiscales actualmente aplicadas al IVA. De concretarse esta reforma, Egipto podría generar ingresos adicionales equivalentes al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en solo 12 meses, según cálculos del FMI.
Financiación externa
En paralelo, Egipto también recurre a los mercados internacionales para conseguir liquidez. Durante el ejercicio fiscal vigente, que finaliza en junio, el país enfrenta un déficit de financiación estimado en 10.000 millones de dólares, el cual busca cubrir a través de la emisión de sukuk y bonos soberanos. En enero pasado, ya logró colocar 2.000 millones de dólares en bonos internacionales a cinco y ocho años.
Mientras tanto, la Cámara de Representantes aprobó las cuentas finales del presupuesto 2023-2024, que incluyeron una asignación adicional de 415.000 millones de EGP respecto al plan original, reflejando un mayor gasto público durante el período.
Con estas medidas, Egipto intenta equilibrar una economía presionada por los compromisos de deuda, el aumento del costo de vida y las exigencias de los organismos internacionales en medio de un complejo panorama regional y global.
No obstante, el desafío principal sigue siendo mantener la estabilidad social y económica mientras se implementan ajustes que podrían generar tensiones internas, especialmente entre los sectores más vulnerables.