La empresa marroquí Deep Leaf ofrece soluciones tecnológicas avanzadas para el sector agrícola
El Mahdi Aboulmanadel es un joven emprendedor marroquí de 25 años, ingeniero superior en Informática y fundador de Deep Leaf. Su pasión por la tecnología y la Inteligencia Artificial le llevó a explorar cómo estas nuevas tecnologías pueden revolucionar el sector agrícola y ayudar a los agricultores a afrontar retos cada vez mayores.
La startup obtuvo el primer puesto en el GITEX Supernova Challenge entre 200 empresas emergentes de África y es la primera empresa marroquí que gana este prestigioso premio.
¿Cómo y cuándo se le ocurrió la idea de Deep Leaf?
Cuando tenía 14 años, perdí a mi única amiga planta. Era una planta pequeña a la que cuidaba con cariño, pero no pude diagnosticar una enfermedad a tiempo, se marchitó y murió. Esta experiencia me dejó una profunda huella.
Años más tarde, durante una visita a una zona agrícola, vi el mismo problema, pero a un nivel mucho mayor. Observé cómo los agricultores se esforzaban para identificar las enfermedades que afectaban a sus cultivos. Tenían que esperar días o semanas para consultar a un experto. Durante este tiempo, la enfermedad se propagaba y causaba pérdidas significativas.
Me di cuenta de que la Inteligencia Artificial y las técnicas de aprendizaje profundo podían utilizarse para desarrollar una solución que permitiera a los agricultores diagnosticar con rapidez y precisión las enfermedades de las plantas, utilizando una simple imagen de su smartphone. Esa experiencia personal, unida al problema generalizado que observé en el sector agrícola, fue la chispa que lanzó la idea de la startup Deep Leaf.
¿Cuáles fueron los obstáculos a los que se enfrentó durante la realización de este proyecto?
Nos enfrentamos a varios retos durante el desarrollo de Deep Leaf. Por un lado, es necesario adquirir profundos conocimientos en el campo de la patología vegetal (fitopatología), que es un campo muy especializado y complejo, y tender un puente entre el mundo de la tecnología y el de la fitología. Lo cual exigió de una amplia colaboración con expertos del ámbito agrícola.
Por otra parte, fue necesario crear una enorme base de datos de imágenes de enfermedades vegetales, teniendo en cuenta la diversidad de cultivos y enfermedades que hay en Marruecos.
Además, hubo que desarrollar algoritmos de IA lo más precisos posible para funcionar en condiciones reales, con distinta iluminación, diferentes ángulos de cámara y solapamiento de síntomas entre distintas enfermedades.
A ello se le une el reto de adaptar la tecnología al nivel de conocimientos técnicos de los agricultores y las zonas con escasa conectividad a Internet.
Y el último reto fue convencer a las partes interesadas del sector agrícola de la importancia y eficacia de las nuevas soluciones tecnológicas, para lo que había que demostrar resultados tangibles.
¿En qué punto se encuentra hoy su proyecto?
Actualmente, Deep Leaf es un ecosistema completo de soluciones tecnológicas avanzadas para el sector agrícola y una auténtica revolución tecnológica. Es un 70 % menos costoso que las soluciones tradicionales, el tiempo de respuesta de tan solo 1 milisegundo y cuenta con una precisión del 96 %.
El control visual tradicional hace que se detecten tarde los problemas, ya que se pasa por alto el 60 % de la superficie agrícola, y las recomendaciones de tratamiento incorrectas llevan a un uso excesivo de pesticidas en un 30 %. Nuestra plataforma permite diagnosticar más de 700 problemas fitosanitarios en más de 38 cultivos diferentes. Hemos desarrollado una aplicación para smartphone fácil de usar y un chatbot de WhatsApp multilingüe.
También hemos desarrollado una solución avanzada de análisis de vídeo con drones, que permite escanear los campos y analizar los vídeos para detectar enfermedades y sugerir tratamientos adecuados, con el apoyo de imágenes ilustrativas.
¿Cuáles son sus ambiciones para el futuro?
Queremos expandirnos por todo el mundo, no sólo en África, centrándonos en regiones con retos agrícolas similares y desarrollando soluciones adicionales que abarquen más cultivos y enfermedades.
Pensamos que podemos contribuir a reducir las pérdidas mundiales de alimentos, estimadas en 290.000 millones de dólares al año debido a las enfermedades de las plantas, poniendo las tecnologías de agricultura de precisión al alcance de todos los agricultores, no sólo de los grandes explotadores.
¿Cuál es su opinión sobre el grado de integración de las tecnologías modernas y la inteligencia artificial en el sector agrícola de Marruecos?
Creo que Marruecos está convirtiéndose en un testigo de un notable desarrollo en la integración de las tecnologías modernas en el sector agrícola, especialmente con iniciativas como el Plan Marruecos Verde y la Generación Verde. Sin embargo, aún hay una gran disparidad en la adopción de estas tecnologías entre la explotación a gran escala y los pequeños agricultores, ante los retos del cambio climático, la escasez de agua y la creciente demanda de alimentos.
Existen una serie de obstáculos que es necesario superar: el elevado coste de algunas nuevas tecnologías, que las pone fuera del alcance de los pequeños agricultores; la falta de formación y conocimientos técnicos entre muchos de los actores del sector; la infraestructura de algunas zonas rurales aún debe desarrollarse para apoyar las soluciones digitales; y se necesitan nuevas políticas e incentivos para fomentar la adopción de tecnologías innovadoras.
En Deep Leaf nos esforzamos para ayudar a superar estos retos desarrollando soluciones tecnológicas asequibles, fáciles de usar y accesibles incluso en zonas con una conectividad a Internet limitada.
¿Qué nos puede contar sobre la financiación y la internacionalización de su startup?
En cuanto a la financiación, conseguimos el apoyo inicial de incubadoras y aceleradoras, además de los 50.000 dólares del premio de GITEX Supernova. Esta financiación nos ayudó a desarrollar nuestro producto y ampliar nuestro equipo.
Ahora estamos buscamos inversores que crean en nuestra visión y comprendan el tiempo que lleva desarrollar tecnologías profundas como la nuestra.
En lo que se refiere a la internacionalización, ya hemos iniciado nuestro camino con nuestra asociación con el Gobierno qatarí a través de Hassad Food Company, que utiliza nuestra aplicación. Nuestro objetivo es expandirnos en distintas regiones con retos agrícolas similares a los que vemos en Marruecos, como en África subsahariana con la ambición de abarcar todo el mercado mundial.
Desde su experiencia, ¿qué recomienda a los jóvenes marroquíes que cuenten con proyectos e ideas innovadoras?
Me gustaría decir a la juventud marroquí que crean en sus ideas y capacidades, y que Marruecos ofrece hoy un entorno avanzado para las startups y la innovación que han de aprovechar. Que no tengan miedo a los retos y recuerden que todo proyecto de éxito empieza con una idea sencilla que satisface una necesidad real, utilizando la tecnología y la creatividad. Que inviertan en desarrollar sus habilidades y ampliar su red de contactos, y no duden en pedir ayuda y orientación a expertos y pioneros que les hayan precedido. Marruecos necesita su innovación y sus ideas audaces para afrontar los retos del futuro. Les invito a formar parte de esta transformación positiva.