El administrador de la empresa española Initium Cerámias pasó por los micrófonos de “De Cara al Mundo” para contar su experiencia comercial con el reino alauí

Enrique Becerra: “Marruecos es un país muy bueno para hacer negocios, te acoge con los brazos abiertos”

enrique becerra

En la última entrega de “De Cara al Mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de Enrique Becerra, un empresario español, administrador de Initium Cerámicas, que comercia con Marruecos desde hace ya más de una década. La amistad y la constancia son dos de las claves que se necesita para hacer negocios en el país vecino.

Señor Becerra, está usted en Marruecos, ¿a qué se está dedicando allí?

Sí, estamos en la provincia de Berrechid, a 50 kilómetros de Casablanca. Aquí es donde se congrega el mayor número de cerámicas que hay en Marruecos, donde se encuentran las cinco fábricas de azulejo que hay en el país, más las que producen ladrillos. Nosotros venimos aquí porque es donde se produce azulejo y donde se congrega esta industria.

¿Qué es lo que exportan o fabrican con Marruecos?

Somos una empresa dedicada al final de línea, a la zona de empaquetado y paletizado de los azulejos, dentro del proceso cerámico.

¿Cuándo comenzaron a trabajar con Marruecos?

Llevamos una década trabajando en este país. Al principio tienes que hacer una labor comercial muy completa hasta ganarte su confianza, algo que no es tan sencillo. Hay que hacer muchos viajes, hablar con los clientes y, sobre todo, tener un buen producto, porque nuestra competencia directa es la cerámica italiana, y ellos llevan muchos más años que nosotros en Marruecos. Pero la labor comercial da sus resultados gracias también a la cercanía que los españoles tenemos con ellos.

Conforme vas viniendo, vas cogiendo confianza, y entablas una relación tanto comercial como amistosa, algo que aquí valoran mucho. Nosotros, los españoles, por el carácter tan parecido que, compartidos, es muy fácil encontrar una relación de amistad, pero cuesta trabajo porque tienes que invertir dinero en hoteles, comidas y vuelos para llegar a forjar esa relación y vender tu producto. Algo que también pasa con otros países, claro.

Podemos contar que eso es un gasto o una inversión, porque usted está invirtiendo para tener negocio allí. ¿Nos puede contar cuánto factura ahora mismo en Marruecos?

Nosotros en Marruecos este año pasado hemos facturado más de 400.000 euros, algo que está muy bien. La suerte de aquí es que enseguida corre la voz. Al estar todos concentrados en una misma área, si trabajas bien, ellos mismos te hacen publicidad. Si no cumples con lo acordado, ocurre lo mismo, pero a la inversa, claro.

Nosotros estamos muy contentos, y seguimos avanzando. De los cinco grupos de esta industria que hay en Marruecos ya estamos en tres y vamos a entrar ahora en el cuarto antes de final de año, pero es cuestión de constancia, y es el resultado de los diez años que llevamos aquí.

¿Les ha afectado la crisis política o han podido seguir trabajando con normalidad?

Nos afectan, pero no extremadamente como para dejar de trabajar con ellos. Esta industria son producciones de 24 horas los 365 días al año. Necesitan de nosotros porque el proceso no puede parar, es continuo por la rentabilidad que tiene el producto. La crisis política se nota en que facturas menos, pero no dejas de facturar, afecta mínimamente.

Enrique, cuando usted ha tenido algún problema en Marruecos, ¿cómo lo ha solucionado?

Nosotros los problemas los solucionamos con el cliente. Nuestro sector no trabaja con cámaras de comercio, ni con Gobiernos, es directo y ajeno a los problemas políticos, y a veces ésa es la suerte.

Una última cuestión, ¿qué recomendaría usted a alguien que nos esté escuchando en este momento, que tenga un producto, y piense ir a Marruecos a hacer negocios allí?

Personalmente creo que Marruecos es un país muy bueno para hacer negocios, te acoge con los brazos abiertos y la gente es muy amable. A pesar de que yo no podría venir a montar un proceso de fabricación aquí, la opción de tener una agencia, estar con ellos y contratar a trabajadores marroquíes para no tener que estar yendo y viniendo tantas veces es muy buena, porque es un coste importante a pesar de la cercanía geográfica. Evidentemente es un país con muchas oportunidades, pero ahora mismo a lo que nosotros respecta no podemos montar un proceso de fabricación porque nuestro trabajo es más técnico.

Pero los españoles tenemos actitud y carácter para establecer negocios aquí en Marruecos. Es gestionar tu propia empresa, dar con las personas adecuadas y tener tiempo y constancia, como cuando quieres abrir un negocio allí, que necesitas una persona marroquí. No quiere decir que sea propietario, pero sí que tiene que estar como gestor de la empresa. Yo como dueño tengo a un gerente marroquí.

Pero hacer negocios aquí no es muy complicado, ellos te lo ponen todo muy sencillo. Yo lo veo muy bien, como país me gusta, me han tratado muy bien y toda la gente es educada contigo. Es algo que el que no viene no lo puede saber.

Hay que conocer el terreno. En España muchas veces nos movemos por clichés o estereotipos de hace años que la realidad ha superado.

Exacto. La gente tiene que cambiar un poco la mentalidad. No se puede hablar de un país sin conocerlo o hablar de personas sin conocerlas. Tenemos culturas distintas, pero nos respetamos. Marruecos es uno de los países por los que viajo por trabajo y de los pocos en los que no tengo ningún problema. Vengo a gusto y me gusta mucho.