La renovación está a expensas del recurso presentado al Tribunal General de la UE, después de que el Tribunal de Justicia de la UE lo anulase en 2021

Expira el acuerdo pesquero Marruecos-UE con la idea de renovar el protocolo cuatro años más

AFP/ FADEL SENNA - Los pescadores descargan cajas de pescado en el puerto de la principal ciudad del Sáhara Occidental controlada por Marruecos, El Aaiun

Marruecos y la Unión Europea presencian hoy el fin del acuerdo pesquero que permitía hasta este momento faenar a barcos europeos en aguas del Sáhara Occidental. Se trata de un cambio importante ya que, gracias a este acuerdo, se llegaron a expedir licencias para 128 buques – 93 de ellos españoles – que podrían recoger atún en aguas marroquíes, así como especies demersales a cambio de 52 millones de euros al año. Sin embargo, los esfuerzos – especialmente los españoles – por renovar el acuerdo aún no han logrado sus frutos y el protocolo queda anulado desde este mismo lunes, dejando importantes consecuencias para muchos faeneros de la península.

“Teníamos unos derechos consolidados que ahora perdemos”, asegura Tomás Pacheco, pescador gaditano, en unas declaraciones a El Mundo. Para los que trabajaban bajo el amparo del acuerdo, el fin de este es un contratiempo para el que, eso sí, la Unión Europea tenía previstas ciertas ayudas que permitan mitigar el impacto económico del fin del acuerdo pesquero. El Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (EMFF, por sus siglas en inglés) contempla dotar de compensaciones económicas a los propietarios de embarcaciones y tripulaciones en el caso de sufrir un cese temporal de su actividad “como resultado de la no renovación de un protocolo de acuerdos de partenariado de pesca sostenibles”.

Aquellos que se puedan beneficiar de esta ayuda lo podrán hacer durante un plazo máximo de seis meses y durante el periodo elegible, que precisamente acaba a finales de este 2023. No obstante, si en algún caso los beneficiarios ya han recibido una ayuda por cese temporal desde el año 2014, el tiempo durante el que recibieron esta compensación les será deducido. Es importante tener en cuenta también que la decisión respecto a las ayudas no concierne a la Unión, sino a España, que es quien establece sus criterios de selección.

En lo que respecta al acuerdo, ha sido el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, quien ha manifestado que “España apoya que la Unión Europea y Marruecos concluyan un nuevo protocolo para los próximos cuatro años”. Además, añadía el objetivo de “continuar los trabajos, sobre todo en materia de investigación en materia técnica, para avanzar”. El Ministerio dirigido por Planas, afirma que se han consumido entre el 21 y el 50% de las posibilidades de pesca para nuestro país, denotando cierta infrautilización de un acuerdo que, tras el que se espera sea un efímero parón, vuelva con condiciones más ventajosas para Rabat.

De hecho, con la finalización del protocolo en el horizonte, el jueves de la semana pasada, una delegación mixta de pesca entre autoridades europeas y marroquíes se reunieron en Bruselas para evaluar el acuerdo ya caduco y estudiar las posibles vías de su renovación. Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores marroquí, expresó la voluntad de su país de establecer una “nueva visión de asociación” con el Viejo Continente. Y, además, considera que “hay que precisar que el acuerdo de pesca firmado en 2019 no tiene una fecha de expiración, sino que es el protocolo pesquero el que tiene una duración de cuatro años. Entonces su expiración es programada y esperada, y no forzada”.

El posible nuevo acuerdo representa para Marruecos una oportunidad de seguir profundizando en el sector pesquero, que representa algo más del 2% del PIB del país. Además, genera 220.000 empleos directos, cifra que también pretenden se vea incrementada con un memorando que respete “el interés compartido de ambas partes”, como ha explicado la Comisión Europea. Para ello, dicen, se están llevando a cabo “estrechas consultas” que, en cualquier caso, dependen de la decisión que tome el Tribunal de Justicia de la Unión respecto al recurso presentado después de que el Tribunal General de la UE anulase el acuerdo en septiembre de 2021. Al margen de esa decisión, la clave es que todas las partes tienen claro que el objetivo es lograr un nuevo protocolo y todo apunta que así será, aunque no sea logre de forma inmediata.