Las instalaciones submarinas conseguirán movilizar entre 23.000 y 47.000 millones de dólares

La OPEP financiará parte del gasoducto que une Nigeria con Marruecos

REUTERS/DADO RUVIC - OPEP

Marruecos y Nigeria consiguen dar un nuevo impulso al proyecto del gasoducto transafricano. En esa búsqueda de fondos para tratar de financiar lo que ya es considerado como un megaproyecto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) financiará 14,3 millones de dólares al desarrollo del plan, lo que se traduciría en 13,5 millones de euros.

Se espera que esta financiación vaya destinada a la segunda fase del desarrollo del proyecto. En este sentido, el gasoducto uniría Marruecos con Nigeria a través de una infraestructura submarina que recorrería la costa de África Occidental y conseguiría llegar a Europa. Así, la OPEP sería la encargada de aportar esa nueva financiación para lo que sería un estudio preliminar, según ha informado el Ministerio de Economía y Finanzas marroquí a través de un comunicado.

El proyecto, que abarcaría un total de 7.000 kilómetros y unos trece países “pretende convertirse en un catalizador para el desarrollo económico en la región del noroeste de África”, como respuesta al cese de las exportaciones de gas argelino después de que Argelia decidiese romper relaciones diplomáticas con Marruecos de forma unilateral.

El estudio, que habría sido asimismo cofinanciado con el Banco Islámico del Desarrollo (BID), consistirá en “en elaborar la documentación para la ejecución del proyecto de gasoducto Nigeria-Marruecos y finalizar los correspondientes análisis técnicos, financieros y jurídicos”, según ha recogido la MAP.

Este acuerdo habría sido firmado a través de un intercambio de correspondencia entre la ministra de Economía marroquí, Nadia Fettah y el director general del Fondo de la OPEP, Abdulhamid Alkhalifa, de acuerdo con el comunicado. La inversión pretenderá, del mismo modo, otorgar la financiación a la Oficina Nacional de Hidrocarburos y de Minas de Marruecos (ONHYM). Este organismo de carácter público es el encargado de impulsar el proyecto (conocido como NMGP) junto a la Corporación Nacional Nigeriana de Petróleo (NNPC).

Asimismo, y según anunció la compañía australiana WorleyParsons, esta será la encargada de llevar a cabo la segunda fase del estudio preliminar del proyecto, suponiendo así el arranque de un proyecto que ya el rey marroquí, Mohamed VI, anunció en el año 2016 en una visita a Nigeria.

Según varias estimaciones, el nuevo gasoducto movilizaría entre 25.000 y 50.000 millones de dólares, lo que correspondería a 23.000 y 47.000 millones de euros. Se prevé que las infraestructuras pasen por Benín, Togo, Gana, Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Guinea Bissau, Gambia, Senegal y Mauritania, además de por Nigeria y Marruecos. Esto hace que el propio proyecto se haya ofrecido a Europa como una posible alternativa de suministro, en medio de un contexto de hostigamiento y castigo a Rusia y a todo lo que provenga del país como consecuencia de la invasión sobre Ucrania.

También se han querido mostrar como una alternativa al gasoducto Magreb Europa (GME), que en su momento suministraba gas argelino a España pasando por territorio marroquí. Una vez se desató la crisis diplomática entre Argel y Rabat, Argelia decidió cortar el suministro del gas tan solo tres meses después del inicio de la crisis.

Desde el cierre por parte de Argelia, Marruecos ha tratado de buscar alternativas a este suministro. Así, el reino alauí relanzó su estrategia energética para conseguir diversificar sus fuentes. Además, el proyecto nigeriano-marroquí supone un competidor directo del transahariano (TSGP), un plan propuesto por Argelia de más de 4.000 kilómetros por tierra que conseguiría llegar a Nigeria a través de Níger.

En este sentido, el pasado febrero, el ministro de Energía argelino, Mohamed Arkab, firmó con los homólogos de ambos países lo que sería una hoja de ruta para llevar a cabo el proyecto, plan que desde un principio ha mostrado trabas debido a que su recorrido pasaría por zonas que estarían controladas por grupos yihadistas, lo que afectaría de lleno a su seguridad.