Majid Abdelmajid, guía oficial del Ministerio de Turismo: “La reforma del Palais Zahia ha sido una auténtica tarea artística”
El Palais Zahia, situado en plena Medina de Tánger, es uno de los hoteles más pintorescos de la ciudad. Atalayar ha hablado con Majid Abdelmadjid, guía oficial del Ministerio de Turismo y del propio Palais Zahia, para saber más sobre el reciente proceso de rehabilitación de este hotel.
¿Qué tiene de particular el Palais Zahia?
El Palais Zahia es un tesoro, es un monumento histórico de la Medina de Tánger. Después de la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906, en la que se hizo el reparto del continente africano entre las grandes potencias mundiales, éstas querían estar presentes en Tánger, una ciudad con una situación geográfica estratégica, para controlar sus intereses económicos, históricos y sociales. En una ciudad tan cosmopolita, el Palacio de Zahia fue el primer Banco del Estado marroquí. Tras cerrar como tal en 1907, pasó a pertenecer al Ministerio de Asuntos Religiosos y luego albergó un bazar de artesanía marroquí. En la actualidad, el hotel pertenece a una familia tangerina, la familia Yassini, muy conocida en todo el norte de Marruecos. Cuando adquirieron el edificio estaba totalmente en ruinas: tardaron más de siete años en reformarlo y lograron transformarlo en la joya de Tánger.
¿Cómo fue ese proceso de restauración?
El Palais Zahia ha sufrido un trabajo de rehabilitación y artesanía largo y tedioso: se necesitó mucha mano de obra y muy cualificada, porque la reforma fue una auténtica tarea artística. Se construyó una fuente y un salón marroquí con los techos de madera, todo ello con el máximo detalle. El nuevo Palais Zahia volvió a abrir sus puertas en 2017.
¿Cuántas habitaciones tiene el hotel?
Tiene 18 habitaciones, un spa y un restaurante. Tiene un ascensor que sube a la terraza, al restaurante que cuenta con una sala VIP que da al Estrecho de Gibraltar, sobre el puerto y desde donde se ve toda la costa española, incluso la ciudad de Tarifa. La terraza se reformó, se cubrió con madera y se instalaron luces. De noche hay una vista muy bonita: se ven todas las luces de Gibraltar, de Algeciras, de Tarifa y de toda Tánger, porque este lugar tiene unas vistas de 360 grados. Desde allí también se puede ver la Kasbah.
Además, está situado en un lugar estratégico de la ciudad…
Así es; el Palais Zahia tiene una situación estratégica. Primero, porque está en la calle principal de la Medina de Tánger y, segundo, porque está cerca de una plaza que es muy conocida mundialmente, Zoco Chico. Visitar Tánger y no pasar por Zoco Chico es no haber visitado bien la ciudad.
¿Qué importancia tiene el restaurante para los propietarios del hotel?
Mucha, hasta el punto de que la jefa de cocina es una de las mejores y el director del hotel fue el director de una escuela de hostelería del Gobierno. Para ellos, cuidar del turismo es una responsabilidad: hay que ofrecer un buen servicio, buena comida, calidad de vida, un excelente tratamiento, con un jefe de recepción a la altura, camareros…
¿Qué tipo de comida sirven?
Tenemos tahini de carne con almendras; pastela, también con pollo, con almendra; tenemos sheza, que es un cuscús muy fino, con canela y azúcar… La gastronomía marroquí es muy rica; la lista es muy larga y es lo que atrae a muchos clientes. Y para beber, tenemos todo lo necesario para hacer el té, leche, zumo de naranja… Tenemos naranjas todo el año, porque en Marruecos no hay temporada.
¿Qué clase de clientes vienen al Palais Zahia? ¿De qué procedencia?
Nuestra puerta está abierta para todo el mundo. La mayoría de los clientes que tenemos son marroquíes, españoles, americanos y franceses. En general, vienen clientes de todo el mundo, de diversas nacionalidades.
¿Cómo convencería a un español de que venga al Palais Zahia?
Le ofrecemos muy buena calidad a un buen precio. El dueño del hotel busca el prestigio, un nombre, no dinero. Palais Zahia ofrece todas las comodidades a los huéspedes, incluyendo el transporte hasta la puerta.