Marruecos apuesta por la regasificación
- Plantas regasificadoras
- Promoción de la vertiente atlántica y del Sáhara Occidental y creación de riqueza
Marruecos ha proyectado la construcción de tres plantas regasificadoras, una de ellas en Nador y las otras dos en la vertiente atlántica del país, una de ellas en el entorno del Sáhara Occidental, región considerada por el Estado Marroquí como parte de sus provincias del sur.
De esta forma, el Ministerio de Transición Energética y Desarrollo Sostenible de Marruecos tiene planeado erigir tres plataformas de regasificación. Una de ellas, cerca de la costa mediterránea, en las proximidades de Nador, y los otros dos cerca del océano Atlántico.
Las primeras estaciones regasificadoras entrarán en funcionamiento en 2027 después de que en marzo se rubricase “un memorando de entendimiento estratégico entre representantes del Ministerio de Interior, el de Economía y Finanzas, el de Equipamiento y Agua y el de Transición Energética y Desarrollo Sostenible”, como se informó de manera oficial.
El acuerdo involucra a diversas entidades oficiales como la Agencia Nacional de Puertos (ANP), la Oficina Nacional de Electricidad y Agua (ONEE), la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM), el puerto de Nador West Med y Autoroutes du Maroc (ADM), con el objetivo “de reforzar la coordinación de las autoridades públicas con vistas a la aplicación acelerada del programa de desarrollo sostenible de las infraestructuras gasistas”, como informó el medio L’Économiste.
Marruecos sigue apostando por el sector del gas natural y trata de dejar de lado otras fuentes todavía más contaminantes. Más allá incluso, el Estado marroquí busca potenciar energías todavía más limpias y con menos impacto ambiental como la eólica, la solar o el hidrógeno verde. Como apuntó la propia ministra marroquí de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali, el objetivo es que para el año 2030 el 52% del mix energético nacional se base en energías renovables.
Marruecos está comprometido con la protección del medio ambiente, como demostró el último informe de CEOWorld para 2024, que sitúa al reino marroquí en el sexto puesto entre 63 países evaluados respecto al trabajo en la protección del clima.
El reino marroquí está comprometido con la lucha contra el cambio climático y es líder en el mundo árabe en esta materia, como indica el citado informe, que sitúa a Egipto en el 18º puesto mundial, a Argelia en el 50º, a Emiratos Árabes Unidos en el 61º y a Arabia Saudí en el 63º.
De esta forma, Marruecos ocupa un muy destacable sexto lugar entre 63 países evaluados por sus esfuerzos de protección del clima. Este baremo anual de CEOWorld clasifica a los países en cuatro categorías clave: emisiones de gases de efecto invernadero, energía renovable, uso de energía y política climática.
Plantas regasificadoras
Una planta regasificadora es una instalación industrial que existe entre la de extracción del gas natural licuado y la red de distribución de gas natural. En ella se lleva a cabo el proceso que convierte el gas natural licuado en gas natural.
En el proceso de regasificación, el gas natural licuado es transportado hacia los sistemas de vaporización, donde se eleva la temperatura del gas licuado utilizando el agua de mar, convirtiendo así el líquido en gas.
Dentro de los planes marroquíes, el puerto de Nador West Med estará equipado con un gasoducto, conectado al Gasoducto Magreb-Europa (GME), y se utilizará principalmente para alimentar las centrales eléctricas de gas de ciclo combinado de la ONEE, que combinan turbinas de combustión y de vapor, incluidos los de Aïn Béni Mathar y Tahaddart, para producir electricidad.
A la realización de este proyecto le seguirá, a corto plazo, otra plataforma de regasificación, construida a lo largo de la costa atlántica, cerca del polígono industrial Jorf Lasfar (17 km al sur de El Jadida), o en Mohammedia, como informó el medio La Razón.
“Próximamente se iniciarán estudios para determinar cuál de estos dos puertos será el elegido finalmente. Y el servicio a las cuencas industriales será decisivo en esta elección”, de cara a atender las necesidades de muchos actores industriales que desean hacer una transición en su consumo energético, optando por el gas natural en lugar del combustible, y en con el fin de ayudar al desarrollo de nuevas actividades (producción de vidrio, acero, etc.).
La tercera y última plataforma se construirá cerca del puerto de Dajla Atlántico, de aquí a 2030, y estará conectada a las redes mauritana y senegalesa, así como al futuro gasoducto Nigeria-Marruecos que está en proceso avanzado de planteamiento. Este gasoducto será la instalación submarina de este tipo más larga del mundo. Su capacidad será de 30.000 millones de metros cúbicos aproximadamente y su longitud rondará los 7.000 kilómetros. Recorrerá unos 5.600 kilómetros por alta mar, a los que se suman otros 1.700 kilómetros por tierra. El coste será de en torno a 25.000 millones de euros.
Promoción de la vertiente atlántica y del Sáhara Occidental y creación de riqueza
Todas estas nuevas instalaciones generarán una gran riqueza y muchos puestos de trabajo, no solo para Marruecos, sino también para otros muchos países de África dentro también del plan del reino marroquí de promocionar la fachada atlántica del país y de potenciar y favorecer el acceso de muchos países africanos a este costado atlántico para que puedan acceder a una vía muy importante como el océano Atlántico, que permite enlazar con el continente americano, lo que supone una oportunidad económica y comercial importantísima para naciones que pueden ver multiplicadas exponencialmente sus economías.
La zona de Dajla, en el entorno del Sáhara Occidental, también puede verse beneficiada con la actividad de una nueva plataforma regasificadora cercana al puerto de Dajla Atlántico.
Marruecos plantea para el Sáhara Occidental una fórmula de amplia autonomía bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de cara a solventar el conflicto saharaui que dura ya más de cuatro décadas desde la salida de la zona de España como potencia colonial.
La fórmula marroquí, contrapuesta a la que defiende el Frente Polisario basada en la celebración de un referéndum de independencia del pueblo saharaui, tiene el apoyo de muchas e importantes naciones como Estados Unidos, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Alemania e incluso España, y busca el mayor desarrollo económico, político y social de la región.