Marruecos asciende y Argelia se desploma en el Índice de Libertad Económica de 2025

Casablanca Finance City (CFC)
La última edición del Índice de Libertad Económica elaborado por Heritage Foundation califica a la economía marroquí como “moderadamente libre” y a la argelina como “reprimida” 
  1. La economía marroquí, moderadamente libre  
  2. Desafíos estructurales para la economía marroquí 
  3. La economía argelina, “reprimida” 

Marruecos ha avanzado 15 puestos en la edición de 2025 del Índice de Libertad Económica elaborado por la Heritage Foundation, situándose en el 86º de los 184 países del mundo, con una puntuación de 60,3. Según esta clasificación, la economía marroquí se considera como “moderadamente libre”. 

El índice tiene en cuenta un total de 12 factores que determinan la libertad económica y que se agrupan en cuatro pilares: el Estado de derecho; la talla del Gobierno; la eficiencia reglamentaria y la apertura de los mercados. 

En comparación con la edición de 2024 del Índice de Libertad Económica, Marruecos ha elevado su puntuación en 3,5 puntos, mientras que Argelia ha avanzado 3,6 puntos. Pese a ello, Argelia ocupa el 160º lugar entre los 184, con una puntuación de 47,5 y una libertad económica calificada como “reprimida”. 

Los datos del índice cubren el periodo entre julio de 2023 y junio 2024, y están tomados de fuentes como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio, Freedom House y Transparencia Internacional. 

Casablanca Finance City (CFC) - PHOTO/AYOUR ACHTOUKC

La economía marroquí, moderadamente libre  

El avance de Marruecos hasta el puesto 86 del mundo le ha permitido saltar desde la calificación de “principalmente no libre” que ostentaba desde 2022 a la de “moderadamente libre”. Una mejora que ha confirmado el liderazgo de Marruecos en África del Norte y a nivel regional. 

Así, el país se ha colocado en el sexto puesto del continente africano, por detrás de Mauricio, Botsuana, Cabo Verde, Islas Seychelles y Santo Tomé y Príncipe. En el mundo árabe, Marruecos ocupa también la sexta plaza, por delante de Kuwait y por detrás de los demás países del Golfo. 

Según Heritage Foundation, este avance ha sido posible gracias a las múltiples reformas llevadas a cabo por el Gobierno marroquí, que han reforzado la competitividad del sector privado, entre las que se encuentran: 

  • La simplificación de los trámites de creación y registro de empresas. 
  • La estabilidad monetaria, con una tasa de inflación relativamente controlada. 
  • El crecimiento sostenido y la competitividad del sector financiero marroquí, que ofrece diversas herramientas de financiación. 
  • La apertura del mercado financiero: la Bolsa de Casablanca no impone ninguna restricción a los inversores extranjeros. 
  • Los acuerdos comerciales preferenciales que atestiguan la apertura de los intercambios internacionales. 
Banderas de Argelia y Marruecos - PHOTO/ARCHIVO

Desafíos estructurales para la economía marroquí 

Con una población de 37 millones de habitantes; un PIB (en términos de paridad del poder adquisitivo, PPA) de 376.900 millones de dólares; un crecimiento estimado del 3,4 % en 2023; una tasa media de crecimiento a tres años del 4,4 %, y 10.181 dólares per cápita; una tasa de desempleo del 9,1 %; una inflación (IPC) del 6,1 %; una inversión extranjera directa de 2.100 millones de dólares y una deuda pública del 69,5 % del PIB, Marruecos ha mejorado su economía, pero le queda aún un largo camino por recorrer. 

A pesar de los avances, Heritage Foundation ha insistido en la persistencia de las debilidades estructurales que requieren reformas más profundas. Entre estas debilidades se encuentran las siguientes: 

  • Un mercado de empleo rígido que frena el crecimiento del trabajo y mantiene una gran parte de la mano de obra en el sector informal. 
  • El costo muy caro de las licencias, a pesar de los esfuerzos de simplificación administrativa. 
  • La corrupción amplificada por una reglamentación insuficiente y un sistema judicial ineficiente. 

Aunque su clasificación en el índice de 2025 ha representado un avance significativo para Marruecos, aún es necesario un esfuerzo para consolidar los logros del país en términos de libertad económica. 

Sede central del Bank al-Maghrib en Rabat, Marruecos - Depositphotos

La economía argelina, “reprimida” 

En contraste con el aumento de la libertad económica en Marruecos, Argelia ocupa, de acuerdo con el último informe de Heritage Foundation, la 160ª plaza a nivel mundial en materia de la libertad económica, con una puntuación de 47,5 y una calificación de “reprimida”, a pesar del aumento de 3,6 puntos con respecto al año pasado. 

Argelia ocupa el antepenúltimo lugar entre 14 países de la región de Oriente Medio/África del Norte, con un índice de libertad económica inferior a los promedios tanto mundial como regional. 

Para Heritage Foundation, los fundamentos de la libertad económica no están bien institucionalizados en el vecino oriental de Marruecos, debido a la vulnerabilidad del poder judicial, la injerencia política y la corrupción, que frenan el desarrollo económico sostenible. A pesar de algunos progresos, la gobernanza fiscal todavía debe mejorarse y las reformas llevadas a cabo para diversificar la base económica no son suficientes.  

Pese a que Argelia es uno de los principales exportadores mundiales de gas natural que, junto con el petróleo, representa casi el 95 % de los ingresos de exportación y más del 30 % del PIB, el país no ha podido aún mejorar su economía y avanzar en el Índice de Libertad Económica. 

Banco de Argelia en Argel - REUTERS/RAMZI BOUDINA

Con una población de 46 millones de habitantes; un PIB (PPA) de 777.000 millones de dólares; un crecimiento del 4,1 % en 2023; una tasa media de crecimiento a tres años del 3,8 %; 16.900 dólares per cápita; una tasa de desempleo del 11,8 %; una inflación (IPC) del 9,3 %; un total de inversión extranjera directa estimado en 89 millones de dólares; y una deuda pública equivalente al 48,6 % del PIB, Argelia ha de adoptar medidas e implementar una serie de reformas estructurales para poder hacer frente a los desafíos que frenan su desarrollo económico: 

  • La debilidad del Estado de derecho. 
  • Los derechos de propiedad, la eficacia judicial y la integridad gubernamental del país están por debajo del promedio mundial 
  • La tasa más alta del impuesto sobre la renta de las personas físicas es del 35 %, y la tasa más alta del impuesto sobre la renta de las empresas es del 26 %. 
  • La carga fiscal equivale al 8,5 % del PIB. El gasto público y los balances presupuestarios promedio a tres años son, respectivamente, del 34,4 % y del -4,8 % del PIB. 
  • Los mercados de capitales están poco desarrollados. 
  • El sector financiero sigue estando dominado por bancos públicos. 

El informe subraya también que el entorno normativo general de Argelia está relativamente bien institucionalizado, pero carece de eficiencia, lo cual hace que la libertad empresarial, laboral y monetaria del país esté por debajo del promedio mundial. 

En cuanto a las inversiones extranjeras, los inversores argelinos son una minoría y las restricciones a la propiedad extranjera siguen limitando la inversión dinámica tan necesaria.