Marruecos espera un crecimiento económico del 3,4% en el primer trimestre del año
Marruecos cerró el año 2022 teniendo claro cuáles eran los pilares en los que se debía basar su economía para seguir recuperando el terreno perdido. La crisis energética por la escasez de suministro, agravada por la ruptura diplomática con su vecino argelino, no era el mejor indicador para comenzar el nuevo. Sin embargo, desde Rabat señalaban contundentemente a la inversión y las exportaciones, sobre todo agrícolas. Estas segundas suponen uno de los aspectos más importantes de la economía marroquí y así lo seguirá siendo, al menos en el primer trimestre de 2023.
Tan sólo en este primer período del año, se espera que la recuperación de la economía del Reino alcance el 3,4% en comparación al último trimestre del año pasado, según las proyecciones de la Alta Comisión de Planificación (HPC). Un dato que toma aún más importancia si se tiene en cuenta que en este mismo tramo del 2022 el crecimiento no superó el 0,3%. Uno de los factores que impulsarán esta subida es la recuperación de un 6,7% del valor agregado agrícola, produciéndose, además, en un contexto de clima favorable para la producción.
Y es que, aunque el agrícola sea uno de los más importantes, las actividades no agrícolas también deberían experimentar un crecimiento del 3%, según la HPC. A esto se añade una importante previsión del aumento en el gasto de consumo por parte de la población. Hasta un 4,5% de subida, más de cuatro veces más que en el primer trimestre del año pasado, cuando no superó el 1,1%. No obstante, el aumento del poder adquisitivo de la población alauí, sobre todo en las regiones rurales, aún no sería muy alta, si bien se espera que a lo largo del año este dato mejore paulatinamente.
Para conseguir estos objetivos, Marruecos ha estado preparando el terreno a lo largo de todo el año pasado, y espera obtener buena parte de sus frutos durante este 2023. La activación del Fondo Mohamed VI para Inversiones Extranjeras es uno de los más importantes, como se espera que también lo sea el crecimiento en la inversión del sector industrial, como destacaba el ministro de Industria y Comercio, Riyad Mazour. Pero no sólo en este sector, ya que uno de los objetivos es aumentar la inversión en todos los niveles, centrado específicamente en el sector privado.
Actualmente, la inversión privada en el reino alauí representa un tercio del total, y la expectativa para este año es que aumente hasta representar dos terceras partes de todo el volumen de inversión. El momento de incertidumbre debido al clima de tensión regional no ayuda a incentivar la inversión, por lo que Rabat ofrecerá una serie de incentivos financieros y fiscales para darle un impulso. Todo ello en línea con lograr el objetivo de crecimiento económico anual fijado en un 4% para finales de año, también teniendo en consideración que el Reino ha cerrado 2022 con un crecimiento del 1,5%.