Marruecos y la iniciativa de una nueva ruta marítima para los países del Sahel
El proyecto marroquí de abrir una nueva ruta marítima para los países del Sahel fue anunciado en noviembre de 2023 por el rey Mohamed VI durante un discurso a la nación.
El monarca presentó la iniciativa internacional impulsada por Marruecos, que ha pasado a conocerse como Iniciativa Atlántica, y cuyo objetivo es conceder a los países del Sahel un acceso al océano Atlántico y, de esta manera, integrarlos en las redes y rutas comerciales internacionales.
La iniciativa de Marruecos supone el cumplimiento de la legalidad internacional, al observar las disposiciones de la Convención de Barcelona de 1921 sobre la Libertad de Tránsito y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Tránsito de los Estados sin litoral, adoptada por las Naciones Unidas en febrero de 1965.
En la reunión de coordinación ministerial organizada por Marruecos el 22 y 23 de diciembre de 2023 en Marrakech, participaron Mali, Níger, Burkina Faso, Chad y Mauritania, que están en vías de adherirse a la iniciativa. Todos ellos acordaron crear grupos de trabajo para promover la implementación del proyecto.
En el trasfondo de todo ello se encuentra el hecho de que existen numerosos puertos africanos que no han podido beneficiarse del aumento del tráfico marítimo que rodea el continente por el Cabo de Buena Esperanza, vía Ciudad del Cabo (Sudáfrica). La inseguridad que se vive en el estrecho de Bab el-Mandeb, en África Oriental, que separa el golfo de Adén del mar Rojo, a causa de los ataques de los hutíes de Yemen a las embarcaciones, ha obligado a las navieras a no utilizar el atajo del Canal de Suez hacia el Mediterráneo y rodear toda la costa africana para llegar a Europa.
El desvío de las flotas del mar Rojo y del Canal de Suez no ha tenido un impacto significativo en las actividades y los volúmenes de los puertos africanos, entre los que se encuentran los de Lomé (Togo), Pointe-Noire (Congo), Abiyán (Costa de Marfil), Durban (República Sudafricana) y Dar-es-Salam (Tanzania).
El comercio en los países africanos
Un reciente artículo sobre el Tratado de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA) destaca el papel de la logística a la hora de reducir los costes comerciales y facilitar el comercio intrarregional y la integración económica.
Como pone de relieve un indicador como el Índice de Desempeño Logístico (LPI), los países que se ubican en la costa de África tienen mejores resultados que los que carecen de litoral y, por tanto, se enfrentan a mayores desafíos logísticos.
Por ejemplo, Senegal, Ghana, Nigeria y Costa de Marfil tienen los índices más altos de Desempeño Logístico, mientras que países interiores como Mali, Burkina Faso, Níger y Chad cuentan con datos mucho perores que aquéllos. Además, los costes de comercio pueden alcanzar hasta los 3.800 dólares por contenedor para los países sin litoral, mientras que para los países costeros oscila entre los 1.500 y 1.800 dólares.
Por ello, estos países no solo sufren un aislamiento geográfico, sino también económico, ya que su acceso a los mercados internacionales depende de países costeros y, por esta razón, son vulnerables a los cambios en las rutas de transporte.
Asimismo, un estudio de la OCDE, publicado en diciembre de 2024, expone que el desvío de las rutas de tránsito ha provocado un aumento de más del 100 % de los costos logísticos en comparación con la ruta anterior a la crisis, lo que repercute en los precios de los alimentos.
En el informe se añade que las rutas comerciales alternativas generan nuevos desafíos como el cruce de regiones inestables, con ataques de grupos yihadistas y criminales, en relación con el número de camioneros secuestrados en algunas rutas.
Desafíos de los corredores de transporte
Uno de los principales desafíos es que en las infraestructuras de transporte africanas aún se conservan las huellas de la era colonial y estas estaban pensadas para la extracción de recursos naturales, no para el desarrollo del comercio intrarregional.
Además, las fronteras provenientes de esta época fragmentaron las redes y se crearon terminales aisladas que no fomentan la conectividad entre los países vecinos. Esto se debe a que África se centra en conectar puntos aislados, pero no aplica una lógica de red integrada real.
Incluso, el concepto de “corredor de transporte” no es igual en todo el continente, ya que a veces se limita a una simple infraestructura vial, sin tener en cuenta los objetivos de desarrollo regional y las dimensiones multimodales.
También la infraestructura se ve afectada por un enfoque excesivo en nuevas construcciones, mientras que ya existen redes que pueden ser reconstruidas o tener mantenimiento.
Por ello, el proyecto de Fachada Atlántica que propone Marruecos puede representar un punto de inflexión para la economía de los países interiores, que parten en desventaja con respecto al resto desde el punto de vista logístico y comercial.