Marruecos y sus proyectos claves de desarrollo en la preparación para la acogida del Mundial 2030

El Mundial 2030, la prestigiosa Copa del Mundo de fútbol, será organizado y acogido por primera vez por un país africano como Marruecos en asociación a dos Estados europeos como son Portugal y España, un hito en la unión de estos países del Atlántico y del Mediterráneo. 

La organización de todo Mundial conlleva el despliegue de una importante maquinaria de ordenamiento, seguridad y comunicación. Para el Mundial transcontinental aumentan los requerimientos por la coyuntura que acarrea cumplir con los requisitos planteados y desarrollar estrategias conjuntas entre tres naciones. Indudablemente, el foco deberá dirigirse a la sincronización entre sedes, contando Marruecos y España ya con una cooperación diligente y vínculos de diálogo que facilitan el porvenir de este desafío.  

Marruecos está detenidamente fortaleciendo su sistema de seguridad interna, en especial en lo referido a las infraestructuras requeridas para el acontecimiento. Esto ante la supervisión del rey Mohamed VI que está dirigiendo atentamente los preparativos de este evento internacional que se alzará sobre las seis ciudades del anfitrión norteafricano: Casablanca, Marrakech, Tánger, Rabat, Agadir y Fez.  

El Estado marroquí ha desplegado un programa integral para modernizar las instalaciones y elevar las redes de conexión que interconectan a las diversas áreas del país de manera dinámica.  

Esta inversión es patente en el sector aeroportuario para ampliar la capacidad para el incremento que se prevé de visitantes al evento, además de que el reino marroquí ya es un atractivo destino turístico y centro en temas empresariales y comerciales. De esta manera, todo forma parte de la extensa estrategia de reforzar los aeropuertos del país como puertas de entrada global, principalmente dirigido a los preponderantes, como es el Aeropuerto de Casablanca Mohamed V, y también para dar respuesta a la creciente demanda de viajeros nacionales e internacionales, destacando las mejoras orientadas a la aerolínea bandera Royal Air Maroc (RAM).

Esta ampliación de conectividad internacional es una apertura a nuevas rutas y marca el éxito del plan del Gobierno de impulsar la infraestructura de transporte del país norteafricano, cumplir las ambiciones de Marruecos y reflejar la hospitalidad marroquí. La estrategia de “Aeropuertos 2030” anunciada por el director general de la Oficina Nacional de Aeropuertos, Adel El Fakir, es un eje en este propósito de vanguardia y de atender a las exigencias de los estándares internacionales.  

En el marco del proyecto de “Aeropuertos 2030” se ha anunciado al inicio de la semana por el ministro de Transportes y Logística, Abdessamad Kayouh, un programa de aproximadamente 28.000 millones de dírhams dirigidos a la construcción de un nuevo aeropuerto en Casablanca y cumplir así la expectativa de unir a Marruecos con el resto del mundo, en particular a lo referente a destinos de larga distancia. A esto se le suma las ampliaciones de los aeropuertos de Rabat-Salé, Fez y Sania-Ramel entre los más destacados, incluyéndose de esta manera a las ciudades que alojarán los partidos del Mundial y también a ciudades vecinas. El objetivo es cumplir la meta que apunta a 80 millones de pasajeros para el año 2030 y aprovechar la importancia estratégica de todas las zonas del país.  

El éxito de estas condiciones de progreso se debe a la colaboración directa entre instituciones y a la labor de todos los actores involucrados en este prisma de desarrollo que tiene un foco de transformación tecnológica que integra medidas que también afrontan los retos medioambientales contemporáneos.  

Esta es una oportunidad y prueba de confianza en los proyectos marroquíes para avanzar en el área del desarrollo global más allá de organizar los partidos de fútbol y realzar la posición del reino marroquí en la esfera continental e internacional a través de este momento de unidad que brindará la esencia del deporte, pero que es también un espacio estratégico para catalizar su influencia. Asimismo, se abre la puerta a la dinámica de las relaciones hispano-luso-marroquíes y la unión del Viejo Continente y el continente africano.