Marruecos tiene el potencial de jugar un papel clave en el futuro de la economía africana
África posee un inmenso potencial para redefinir el panorama del comercio global y el crecimiento económico, aunque muchas de sus economías siguen siendo vulnerables a desafíos internos y externos.
Con el objetivo de ofrecer recomendaciones a los países del continente, la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) ha publicado el Informe sobre Desarrollo Económico en África 2024, donde se destaca como las reformas y las inversiones estratégicas podrían fortalecer la resiliencia de las economías africanas.
En el caso de Marruecos, el informe señala tanto desafíos como oportunidades. Como uno de los principales exportadores de servicios de África, el Reino juega un papel clave en el comercio regional. Sin embargo, sigue enfrentando desafíos relacionados con déficits de infraestructura y barreras comerciales.
A pesar de contar con marcos regulatorios sólidos y economías diversificadas que lo posicionan entre las economías más resilientes del continente, aún son necesarias reformas estratégicas para fomentar el crecimiento.
Marruecos se encuentra entre las cinco principales economías exportadoras de servicios en África, con un valor promedio de exportación de 16,2 mil millones de dólares estadounidenses anuales entre 2019 y 2021.
No obstante, la pandemia reveló la vulnerabilidad de las economías dependientes de los servicios, como las de Marruecos, Egipto, Sudáfrica y Túnez, ya que las perturbaciones globales impactaron gravemente sectores clave como el turismo, el transporte y otras industrias. Por otro lado, la infraestructura también es uno de los principales determinantes de la eficiencia del comercio.
Igualmente, el informe destaca a Marruecos como uno de los países africanos con mejor desempeño en logística comercial, aunque señala que las barreras no arancelarias siguen obstaculizando el comercio dentro del continente.
Los obstáculos regulatorios y las normativas comerciales no vinculadas a los aranceles están restringiendo el comercio regional tres veces más que los aranceles aduaneros, lo que limita el acceso a los mercados africanos.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, Marruecos dispone de uno de los entornos regulatorios mas idóneos de África.
Es por ello que el Reino, junto con Botswana, Cabo Verde, Mauricio y Sudáfrica, ha demostrado una mayor resiliencia frente a los riesgos comerciales gracias a su diversificación económica, estabilidad política y conectividad.
Asimismo, el informe también señala diversas áreas en las que Marruecos y otras economías africanas podrían implementar para fortalecer su resiliencia y promover el crecimiento, abordando limitaciones como la diversificación de las exportaciones, la mejora de la infraestructura y el impulso a las pequeñas y medianas empresas.
El informe de la UNCTAD recuerda que la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) constituye una de las principales oportunidades para la expansión económica, con un valor de mercado estimado en 3,4 billones de dólares.
En este sentido, se destacan los acuerdos comerciales y los tratados de inversión de Marruecos, subrayando que reflejan un compromiso a largo plazo para consolidar los lazos económicos con las naciones africanas. En total, en la actualidad existen 76 tratados bilaterales de inversión, 12 tratados con disposiciones sobre inversiones, 51 tratados bilaterales de inversión vigentes y 9 tratados con disposiciones sobre inversión vigentes.
La fortaleza económica de Marruecos radica en su capacidad para adaptarse a los desafíos tanto globales como internos. Aunque el país enfrenta riesgos vinculados a la conectividad y la dependencia económica, su inversión en infraestructura, reformas comerciales y cooperación regional podrían permitirle posicionarse como líder en la transformación.
El informe de la UNCTAD traza un camino para que Marruecos y otros países africanos transformen sus vulnerabilidades en oportunidades. Si se implementan las políticas adecuadas, Rabat tiene el potencial de jugar un papel clave en el futuro de la economía africana.