Masiva afluencia a bancos de Marruecos ante el cierre del programa fiscal

Sede del banco BMCI Group BNP Paribas en Casablanca, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR
La regularización fiscal implementada por el Gobierno marroquí será clave para revitalizar las finanzas públicas

El último fin de semana de diciembre se registró una afluencia masiva en las sucursales bancarias de Marruecos, especialmente en algunos distritos clave de Casablanca, debido al inminente cierre de un programa excepcional de regularización fiscal que ha atraído a una amplia variedad de contribuyentes, desde promotores inmobiliarios e influencers de internet hasta empresarios de diversos sectores, especialmente aquellos vinculados a la construcción y al negocio inmobiliario.

Las oficinas bancarias y las ventanillas tributarias permanecieron abiertas durante todo el fin de semana, brindando una última oportunidad a quienes querían regularizar su situación fiscal antes de la fecha límite, el martes 31 de diciembre.

A partir del 1 de enero, los contribuyentes marroquíes que no hayan regularizado su situación fiscal podrían enfrentar consecuencias graves, expuestos a duras sanciones por evasión tributaria. Esta representa la última oportunidad para que los contribuyentes declaren de manera voluntaria sus bienes no declarados, con una tasa de contribución del 5%, y eviten futuras inspecciones fiscales.

Este programa, impulsado por la Dirección General de Impuestos, permite a los contribuyentes corregir voluntariamente su estatus tributario mediante una aportación del 5% sobre el patrimonio declarado. Una vez completado el proceso, los contribuyentes se benefician de la exoneración de futuras auditorías fiscales.

De acuerdo con Maroc Diplomatique, algunos depositantes han desembolsado sumas que oscilan entre 300.000 y más de 1,5 millones de dírhams para cumplir con las nuevas exigencias fiscales

Dirhams marroquíes en una casa de cambio en Rabat - REUTERS/ YOUSSEF BOULLAL

Una parte considerable de estos fondos proviene de sectores que han operado en la sombra durante años, especialmente del sector inmobiliario, donde las transacciones informales y no declaradas ('nawar') eran una práctica común. La posibilidad de evitar futuros controles fiscales y eludir severas sanciones ha persuadido a numerosos empresarios a regularizar su situación, aunque algunos aún ven el proceso con cierto desconfianza.

Para acceder a este programa, los participantes debían completar una declaración detallada que incluyera tanto información personal como datos sobre sus activos, préstamos y transacciones financieras. En algunos casos, se requería abrir una cuenta bancaria para aquellos que aún no mantenían una relación formal con las instituciones financieras. Tras completar el registro, se les entregaba un comprobante de depósito y participación, formalizando así su ingreso al sistema.

Sede central del Bank al-Maghrib en Rabat, Marruecos - Depositphotos

No obstante, a pesar de la promesa de confidencialidad garantizada por la Dirección General de Impuestos, el temor a la divulgación de datos personales sigue siendo palpable. Las autoridades fiscales insistieron en que la información recopilada no sería compartida con otras entidades, asegurando así el anonimato de los participantes. Sin embargo, una parte significativa de ellos se mantiene escéptica. Muchos empresarios, especialmente aquellos que recurren a pagos no declarados o incurren en irregularidades contables, temen ser detectados por las autoridades fiscales en el futuro cercano. 

Este temor a una "caza de brujas" tiene su origen en la historia de las auditorías fiscales en Marruecos, que a menudo se perciben como procedimientos complicados e intrusivos. Para muchos, el miedo es aún mayor debido a su implicación en flujos de dinero sospechosos entre cuentas personales y profesionales, o incluso en transacciones clandestinas. No obstante, el sistema de regularización parece ofrecer una salida, ya que garantiza, una vez abonado el 5% de contribución, la tranquilidad fiscal durante los próximos años.

Sede del banco BMCI Group BNP Paribas en Casablanca, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR

Quienes no aprovechan esta última oportunidad se enfrentan a multas exorbitantes y, en el peor de los casos, procedimientos judiciales por evasión fiscal.

Varios economistas coinciden en que la regularización fiscal implementada por el Gobierno marroquí será clave para revitalizar las finanzas públicas, lo que a su vez permitirá financiar una amplia gama de proyectos en el futuro.

Por otro lado, medios marroquíes también destacan que esta iniciativa ayudará a luchar contra el lavado de dinero procedente del narcotráfico en Tánger y Tetuán.