Desde el Gobierno estiman que hasta 50 millones de iraníes podrían verse afectados como consecuencia de la tendencia descendente

La población iraní se echa a las calles contra una nueva bajada de la Bolsa de valores

REUTERS/RAHEB HOMAVANDI - Mercado de valores trabajan en la Bolsa de Teherán en Teherán, Irán

Irán lleva mucho tiempo sin ser ejemplo de estabilidad, si es que alguna vez lo ha llegado ser. Sus continuos enfrentamientos con la inmensa mayoría de países del mundo le han llevado a una posición de tensión y enfrentamiento permanente. Su implicación en la Guerra de Yemen del lado de las milicias hutíes o su posición frente a Estados Unidos y el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) han creado una imagen cada vez más amenazante respecto al resto de la sociedad internacional. A todo esto, hay que sumar una tendencia que lleva meses lastrando a Irán, como es la bajada de la Bolsa de valores iraní.

Las calles de la capital se han llenado de cientos de personas para manifestarse contra este nuevo descenso que está afectando gravemente a la economía de millones de iraníes. Han bloqueado carreteras en las ciudades de Teherán, Mashad, la segunda ciudad más importante del país, e Isfahan, la tercera, donde organizaron una sentada. Las personas que acudieron a estas protestas denunciaban un “robo del bolsillo del pueblo y silencio en la casa del Líder Supremo Jamenei”, según ha informado el medio Irán Internacional. “Rohaní no tiene honor y debe ser ejecutado”, gritaban mientras bloqueaban la circulación y atentaban contra el mobiliario público.

Están circulando vídeos a través de las redes sociales que muestran cientos de manifestantes rodeando edificios de la Bolsa de valores en Teherán. Algo que se ha reproducido en las otras dos ciudades, incluyendo un intento de asalto en Isfahan al edificio de la Bolsa, que fue impedido por las fuerzas de seguridad iraníes. Y es que las protestas han sufrido un notable aumento durante las últimas semanas, mientras que el representante de la ciudad de Tabriz en el Parlamento dijo que hasta “50 millones de iraníes habían perdido”, en referencia a las continuas bajadas que están viviendo desde hace varios meses.

Todos estos movimientos de protesta tienen su origen hace más o menos un año. En abril del año 2020 la Bolsa subió de manera asombrosa, con un salto para muchos prácticamente increíble, pasando de 500.000 a casi dos millones de unidades. En ese momento de auge muchas personas decidieron comprar y se vieron lastradas por la importante caída que tuvo a finales de agosto, rozando casi el millón. Debido a este importante descenso se produjeron pérdidas de ahorros, depósitos, y un largo etcétera de recursos financieros que han puesto a gran parte de la sociedad del país iraní contra el Gobierno del presidente Hasan Rohaní.

Incluso desde la oposición se han lanzado acusaciones directas contra el Ejecutivo denunciando que se trata de una “manipulación del mercado de valores”, que están usando los líderes de Irán para paliar las consecuencias del déficit que arrastra el país. Es de vital importancia hacer especial mención a uno de los aspectos más polémicos que rodea a la situación económica del país. La renuncia, según fuentes locales debido a la presión que estaba sufriendo, de Hasan Ghalibaf Asl, el ya exjefe de la Bolsa y Organización de Valores, de su cargo, hizo que las protestas e indignación de la población fuese incrementando, alcanzando puntos de tensión como los que se ven reflejados ahora en las calles de las ciudades más importantes de todo el país.

Las manifestaciones se producen en un momento que puede ser clave para Irán. Tras 5 años de ruptura entre los dos países, Arabia Saudí e Irán se han vuelto a sentar juntos en una mesa de diálogo. A pesar de haberse negado de forma oficial la reunión que tuvo lugar en Bagdad a principios de este mes, el acercamiento entre saudíes e iraníes es una realidad. La causa de este reencuentro entre ambas administraciones podría ser el cambio de enfoque que ha vivido Estados Unidos con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. El JCPOA, que tiene prevista una nueva reunión en las próximas fechas, preocupa mucho en Riad y están al tanto de todo lo que pueda ocurrir en los días venideros. Irán jugará un papel determinante en medio de una situación de lo más tensa que parece no tener cerca la recuperación económica y el cese de las protestas.