La recuperación no llegará a Marruecos hasta 2023
El martes tuvo lugar en Marruecos la reunión de la Comisión Económica de la Cámara de Consejeros, con la presencia de Abdellatif Jouahri, el gobernador del Banco Central marroquí, para valorar la forma en la que la pandemia está afectando a la situación económica del país, y las reformas que se necesitan implementar para paliarla. Jouahri habló con franqueza a la hora de analizar la situación presente del país, para el que el Banco Mundial ha previsto una recesión de su PIB del 6,3% para 2020. Para encontrar otro periodo de recesión en nuestro país vecino, debemos remontarnos al año 1995, lo que da una muestra del gran impacto que la COVID-19 tendrá en el país, al menos económicamente.
Otro de los datos negativos que presentó el gobernador fue el hecho de que el desempleo en Marruecos haya ascendido hasta el 12,7%, una cifra que tampoco se veía desde el año 2001. Para evitar que esto se vuelva a producir, no sólo incidió Jouahri en la necesidad de mejorar el sistema de salud marroquí, sino también en la urgencia del fortalecimiento de la capacidad de resiliencia para hacer frente a las próximas crisis. Aunque el Banco Mundial estima que el crecimiento del PIB para 2021 se situaría por encima del 3%, a la espera de ver si durante los próximos meses se producen nuevas oleadas y de sí la vacunación resulta efectiva, el propio Jouahri, afirma que la recuperación económica será lenta y que no despegará hasta el año 2023.
Abdellatif Jouahri planteó que la política marroquí ha seguido una línea cortoplacista a la hora de enfrentarse a los diferentes riesgos y amenazas que se han sucedido en los últimos años, y que la aplicación de estos parches supone que las crisis subsiguientes afecten con mayor dureza. “No debemos buscar sólo la inmunidad social, sino también la económica”, declaraba Jouahri, y para ello son necesarias medidas de calado y a largo plazo. Una de esas medidas, debe ir en su opinión en la línea de aumentar el número de grandes empresas marroquíes, cuya cifra ronda ahora las 500, ya que empresas de este tipo resisten mejor las crisis como la que ahora vivimos.
Parte de estas medidas que Jouahri ahora reclama, fueron anunciadas ya por el rey Mohamed VI en su discurso del pasado 29 de julio. Entre ellas estaría la creación de un fondo de inversión de casi 13.000 millones de dólares para fortalecer el Plan de Recuperación Económica. También anunció el apuntalamiento y generalización de programas de seguridad social durante los próximos cinco años para mejorar la accesibilidad a ayudas económicas. Otro de los puntos clave son la racionalización de gastos, así como el potenciamiento del uso de energías renovables.
Más allá del contexto actual provocado por la pandemia, Marruecos está avanzando en su relación con Reino Unido, buscando una importantísima mejora comercial, que repercuta en otros ámbitos como podría ser el turismo, el de la industria, o hasta el militar. La salida de Reino Unido de la Unión Europea da a Londres una mayor libertad a la hora de establecer sus acuerdos comerciales y, en ese sentido, firmó con Marruecos este verano acuerdos comerciales para reducir a cero los aranceles en alimentos como las naranjas, un hecho que ataca, directamente, a la exportación española de estos alimentos. En un reportaje realizado por la periodista Sonia Moreno, se pone en valor la fuerte presencia de productos alimenticios marroquíes en el consumo británico: 25% de los tomates, 20% de las frutas blandas, 19% del aceite o 60% de las sardinas que son consumidas en Reino Unido, proceden de Marruecos.
Marruecos está desarrollando sus áreas mediterráneas con el objetivo de hacerse con un pellizco importante del turismo y del comercio destinado al Mediterráneo. En el caso del comercio, Marruecos trata desde hace tiempo de hacer competencia al puerto de Algeciras. Para ello, en 2021 se ampliará el puerto comercial de Beni Ensar con la apertura de Nador Med y elevar la atracción turística de la región. Esta zona, se encuentra muy próxima a la ciudad Autónoma de Melilla, ciudad que, junto a Ceuta, Marruecos trata de ahogar económicamente con medidas como las que se han citado anteriormente. España continúa siendo el primer socio comercial de Marruecos, sin embargo, la actitud que se está manteniendo con el bloqueo comercial de las ciudades españolas, junto a la firma de acuerdos con Reino Unido y la creciente presencia de Londres en diferentes ámbitos marroquíes, deberían preocupar mucho en Madrid.