Estos son los retos que encara el recién elegido director de la Agencia Espacial Española
- Configurar el nuevo marco espacial nacional
- El conocimiento y experiencia que aporta el nuevo director a la AEE
Por fin, tras una espera de cuatro meses y medio para cubrir el puesto vacante, se acaba de nombrar al nuevo director ejecutivo que debe pilotar la Agencia Espacial Española (AEE) durante al menos los próximos cinco años.
Su nombre es Juan Carlos Cortés Pulido, ingeniero aeronáutico de 58 años, que ha sido elegido por el Consejo Rector de la AEE, su órgano de gobierno colegiado. La reunión decisoria se ha celebrado en formato hibrido, con “una parte de sus miembros presentes en el cuartel general de la Agencia en Sevilla y la mayoría, por videoconferencia”, confirman.
La fecha de la convocatoria, el mediodía del 15 de mayo ‒jornada no lectiva en la capital de España al ser la festividad de San Isidro, patrón de Madrid‒, ha condicionado que la máxima representante institucional y legal de la AEE, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, convocante y presidenta del conclave, haya estado presente en modalidad virtual.
La comunidad espacial nacional está muy satisfecha con la designación. La opinión generalizada es que Juan Carlos Cortés es “la persona ideal y más idónea para impulsar el conjunto del sector espacial nacional”, confirma Jorge Potti, vicepresidente de Espacio de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE). Así lo reiteran los directivos consultados de instituciones oficiales y centros de investigación, que saben que posee una alta capacitación, conocimiento y experiencia profesional en el ámbito de la gestión, supervisión y control de programas espaciales.
La tarea que Juan Carlos Cortés tiene por delante es un auténtico órdago. Algunos de los que conocen las interioridades de la AEE son del parecer que su colectivo humano y su actividad “todavía está verde y tiene que madurar”. Unos consideran que debe ser “a marchas forzadas” y otros “sin prisa, pero sin pausa”. Pero todos coinciden en que la organización con poco más de un año de vida “tiene que ponerse las pilas” porque, argumentan, “así lo exige la extrema competencia y aceleración que sufre el sector espacial en todo el mundo”.
Una de las funciones que se espera del nuevo hombre fuerte es que cubra los puestos técnicos de catálogo de puestos de trabajo que permanecen vacíos. Su origen está en el traslado desde Madrid a Sevilla de las competencias espaciales de algunos organismos, principalmente del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, CDTI. Tal decisión ha descapitalizado la AEE de personal cualificado y con experiencia y el problema está por resolver.
Configurar el nuevo marco espacial nacional
Otra de las importantes asignaturas pendientes guarda relación con el Ministerio de Defensa. En estrecha coordinación con la Dirección General de Armamento y Material que dirige el almirante Aniceto Rosique, las dos organizaciones, para beneficio de ambas, están obligadas a ultimar el mecanismo que permita la vinculación de la AEE con los programas espaciales de defensa. Lo que, por ejemplo, incluye los planes de investigación y desarrollo.
Más actuaciones de carácter inmediato y urgente no faltan. Bajo la batuta de su nuevo director, la Agencia tiene la responsabilidad de acometer los diferentes documentos que deben servir de faro y guía de todo el tejido nacional inmerso en asuntos espaciales, tanto las administraciones centrales y autonómicas, centros de investigación y científicos y, por supuesto, la industria.
Es el caso de la Estrategia Espacial Nacional, “que ya está encarrilada e hilvanada”. Fuentes solventes señalan que se está en el proceso de “pulir sus ocho grandes líneas estratégicas identificadas”, para que un borrador final “se pueda circular cuanto antes, a ser posible, en lo que resta de 2024”. Consensuado el texto definitivo, la primera Estrategia Espacial Nacional pasaría a Consejo de Ministros para su aprobación.
Otro asunto de la máxima prioridad, porque enmarca al conjunto de las actividades espaciales en el territorio, el espacio aéreo y las aguas jurisdiccionales, es la Ley Española del Espacio. Su posible esfera regulatoria ha levantado el interés de consultoras, juristas y especialistas en la materia. Aunque “la voluntad de la AEE era tener completado un primer borrador para finales del presente año, todavía se está en la etapa inicial, a la espera de que Bruselas aprueba la Ley Europea del Espacio”.
Un tercer documento es el Programa Tecnológico Espacial, equivalente al concepto de Programa Espacial Nacional. La razón del cambio de denominación tiene su justificación en que “los 70 millones de euros para su ejecución proceden de la adenda de los fondos de recuperación de Bruselas”, precisa un conocedor del asunto, cuya licitación para acceder a tales fondos ya ha sido publicada. Y también es de suma importancia comenzar a trabajar en las prioridades españolas de cara a la reunión ministerial de la ESA, que se celebrará en Berlín en noviembre de 2025.
El conocimiento y experiencia que aporta el nuevo director a la AEE
Una vez publicado el nombramiento de Juan Carlos Cortés en el BOE, relevará al actual director interino, el general de Brigada de la Fuerza Aérea Juan Carlos Sánchez Delgado, jefe de la dirección de Seguridad y Planificación de la AEE. A finales de 2023, el general sustituyó a Miguel Belló, el director transitorio, que se comprometió con la ministra Morant a “hacer arrancar” la Agencia. Así lo hizo, luchando a brazo partido contra la burocracia durante sus 10 meses de mandato.
Un grave problema operativo que estrangula el funcionamiento de la AEE es que, más de un año después de su creación, todavía no dispone de infraestructura informática. Depende de que el CDTI, que conoce bien Juan Carlos Cortés, ponga en marcha un proceso de licitación para implantar un eficiente sistema informático en el cuartel general de la Agencia en Sevilla.
Pero ¿qué aporta Juan Carlos Cortés? Su vinculación con el ámbito espacial nacional, de la ESA, la Unión Europea y de terceros países se remonta a 30 años atrás. Hoy es el jefe de la delegación española ante la ESA, cuyo Consejo Directivo le nombró vicepresidente en abril. En el CDTI ha estado en las últimas dos décadas. Entre 2018 y 2023 fue su director de Espacio, Grandes Instalaciones Científicas y Programas Duales.
Antes ocupó allí el puesto de director de Programas Espaciales Internacionales y Retornos (2013-2018), director de Mercados Innovadores Globales (2010-2013), director de Aeronáutica y Espacio (2009-2010), jefe del departamento Aeronáutico (2005-2009) y jefe del Departamento de Programas de la Agencia Espacial Europea (2004-2005). Y en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) trabajó como jefe de programa de sistemas de lanzamiento de aviones no tripulados (1992-1996).
Juan Carlos Cortés era desde mediados de junio de 2023 el director de Programas e Industria de la AEE, lo que significa que, con su reciente nombramiento, tal puesto queda vacante. Pero no puede estarlo por mucho tiempo, porque engloba muchas y críticas responsabilidades de la Agencia, entre ellas la gestión y coordinación de la participación nacional en todos los programas espaciales de cooperación internacional.
Pero no solo eso. También asume la priorización, gestión, seguimiento técnico e incluso económico de los programas de la Agencia, tanto nacionales como multinacionales, la supervisión de los retornos industriales que supongan compras en el exterior, así como la promoción de la inversión privada en el sector espacial. La relación de competencias es todavía más exhaustiva, lo que refleja el volumen e importancia de la dirección de Programas e Industria que ahora queda sin titular. Pero hay personal muy competente para ocupar la sede que ahora queda vacante.