El Spainsat NG-1 ya viaja por el espacio repleto de alta tecnología española
- Ejemplo de soberanía tecnológica española
- Principales contribuciones tecnológicas de la industria nacional
¡Misión cumplida! El satélite de comunicaciones seguras Spainsat NG-1, ya navega en solitario por el espacio ultraterrestre desde primeras horas de la madrugada del día 30 de enero hacia su posición orbital definitiva a 36.000 kilómetros de la Tierra.
Más de 300 personas entre importantes cargos civiles y militares ‒encabezados por la secretaria de Estado y directora CNI, Esperanza Casteleiro‒, altos ejecutivos del tejido espacial nacional y técnicos e ingenieros de las empresas que han participado en el programa Spainsat Nueva Generación han presenciado desde dos grandes auditorios la retransmisión en directo del lanzamiento desde el Centro de Control y Operación de Satélites que la compañía ha levantado en la localidad de Hoyo de Manzanares, a 37 kilómetros de Madrid.
Todos ellos pudieron observar satisfechos y emocionados como un Falcón 9 de la compañía norteamericana SpaceX del multimillonario Elon Musk, con el Spainsat NG en sus entrañas, levantaba el vuelo a las 02:34 de la madrugada, hora peninsular española, desde el complejo de lanzamiento LC-39A del Centro Espacial Kennedy de Florida. Atentos a la pantalla, observaban los datos del vuelo de ascenso y veían como los primeros segundos y minutos lo elevaban de forma correcta.
Los presentes habían sido informados por el director de Desarrollo de Negocio de Hisdesat, Miguel Angel Redondo, y desde Toulouse (Francia) por el jefe de Operaciones Miguel Angel Serrano, de los pormenores del lanzamiento y de que el despegue es un paso decisivo. Pero igual de crucial es la separación entre la primera y segunda etapas de propulsión, que se llevó a cabo dos minutos y 45 segundos después, mientras el vuelo de ascenso se mantenía en parámetros óptimos.
Por fin, a los 31 minutos y 51 segundos del despegue, el Falcón 9 expulsaba y dejaba libre al Spainsat NG-1 en el espacio exterior, en el lugar calculado por los ingenieros, a 767 kilómetros de altura de la Tierra. Ha sido el momento en que todos los presentes han aplaudido el éxito de la misión, que ha situado al NG-1 en una órbita de transferencia geoestacionaria en la que sus cinco motores iónicos alimentados por xenón deben impulsarle hasta su posición orbital definitiva a 29º Este, a 36.000 kilómetros de la Tierra.
Ejemplo de soberanía tecnológica española
Para seguir el lanzamiento desde el Centro de Control de SpaceX, hasta Florida se había desplazado la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, con el presidente y director ejecutivo de Hisdesat, el almirante Santiago Bolívar y Miguel Ángel García Primo, respectivamente. Les acompañaban el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, el general Francisco Braco; el Jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Antonio Piñeiro; el director general Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa, teniente general Miguel Ivorra; y el jefe del Mando del Espacio, general Isaac.
Junto a los altos cargos citados han viajado en un avión de la Fuerza Aérea española “autoridades de los ministerios de Industria, Ciencia, Asuntos Exteriores, Transformación Digital y Administración Pública, así como altos directivos de Hispasat, Airbus e Indra”, empresas accionistas de Hisdesat, confirma la empresa propietaria de la nueva astronave española, si referir cargos ni nombres.
El Spainsat NG-1 deja patente la soberanía estratégica y tecnológica nacional en materia de comunicaciones espaciales encriptadas gracias al apoyo institucional del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) y los esfuerzos de industrias españolas como Airbus Crisa, Alter Technology, Arquimea, GMV, HV Sistemas, Indra, Inventia Kinetics, Sener y Tecnobit, todas ellas capitaneadas por las filiales españolas de Airbus Space Systems y Thales Alenia Space, ambas contratistas principales del programa.
El NG-1 está basado en la plataforma Eurostar Neo de Airbus de propulsión totalmente eléctrica. La joya que encierra la astronave, los elementos más críticos, son sus dos antenas activas planas en banda X que, según el director general de Hisdesat, “son el fruto de muchos años de esfuerzos e inversiones continuadas”. Se trata de un trabajo colectivo de la industria espacial española bajo la batuta de Anton Cuadrado y Luis Guerra, los dos últimos directores ejecutivos de Airbus Space Systems España.
Las dos avanzadas antenas X son reconfigurables en recepción y transmisión, aportan un alto grado de soberanía tecnológica al colectivo espacial nacional. Ambas son de alta potencia y eficiencia y gozan de la propiedad de resistir y geo localizar interferencias ‒antijamming‒ y de hacer frente a intentos de suplantación de identidad de sus enlaces, lo que se conoce como antispoofing.
Principales contribuciones tecnológicas de la industria nacional
Bajo la plena responsabilidad de Airbus en Getafe, las compañías españolas Sener, Indra, Tecnobit, Arquimea y GMV constituyen el núcleo central que ha hecho realidad las antenas de la banda X de comunicaciones encriptadas. “Es conveniente recalcarlo ‒explica el director ejecutivo de Hisdesat‒ porque esas dos antenas son el elemento más crítico, tienen un gran componente de I+D+i y donde la industria española ha dado el do de pecho”.
En escueto resumen, la factoría de Arquimea en Torrejón de Ardoz (Madrid) ‒antes IberEspacio‒, es responsable de todo el complejo conjunto que asegura el control térmico de las antenas en banda X y evacua el exceso de calor; GMV contribuye con el software; Indra aporta la electrónica hibrida miniaturizada que controla y multiplica las capacidades de los elementos radiantes; Tecnobit ha materializado las tarjetas electrónicas que garantizan la seguridad de las comunicaciones; y Sener ha diseñado y fabricado el conjunto que integra los amplificadores de potencia duales.
Pero hay otro también importante grupo de empresas nacionales que han aportado su saber hacer para dar forma y vida a los dos satélites. Airbus Crisa, suministra las unidades electrónicas críticas de control y alimentación y distribución de potencia eléctrica; Inventia Kinetics, aporta los equipos mecánicos de apoyo en tierra para facilitar la integración y ensayos de las antenas; HV Sistemas ha dado vida a los bancos de prueba; y Alter Technology, que se ha encargado de verificar la calidad y fiabilidad de los componentes críticos y de efectuar las pruebas físicas destructivas para validar su optima tecnología.
Para la transmisión de grandes volúmenes de datos, el Spainsat NG-1 cuenta con seis equipos y antenas parabólicas en banda Ka militar, bajo responsabilidad de Thales Alenia Space España en Tres Cantos (Madrid). La clave de las citadas seis antenas Ka es su mecanismo único de apuntamiento, obra de Sener, “que simplifica y posiciona sus movimientos con alta precisión”.
El Spainsat NG-1 llegará a su destino final en unos seis meses y después comenzará a prestar servicios a las Fuerzas Armadas españolas y a clientes gubernamentales de Hisdesat de terceros países. Su gemelo, el Spainsat NG-2 surcará el espacio en septiembre u octubre también a bordo de un Falcón 9 de Elon Musk desde el complejo de lanzamiento LC-39A de Florida.