Hisdesat va a sellar su pasaporte OTAN con el Spainsat NG-1

El lanzador Falcón 9 responsable de llevar al espacio dentro de pocas horas el enorme e importante satélite de comunicaciones español Spainsat NG-1 y de dar entrada a España en un selecto y poco conocido club de la OTAN ya se encuentra instalado en la rampa de despegue LC-39A del Centro Espacial Kennedy de Florida (Estados Unidos).
Las operaciones de traslado desde el cercano edificio de integración hasta la zona de lanzamiento han coincidido con la reunión en el palacio de la Moncloa de Madrid del nuevo secretario general de la Alianza, el holandés Mark Rutte, con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

Antes del encuentro, ambos se habían empapado de los informes que les trasladaron sus asesores y responsables en materia militar y de defensa. En el caso de Sánchez, la directora del Departamento de Seguridad Nacional, la general del Aire Loreto Gutiérrez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón.
A Rutte le proporcionaron amplios dosieres el nuevo presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante italiano Giuseppe Cavo Dragone, que ocupa el cargo desde el 17 de enero, y el director ejecutivo desde julio de 2021 de la Agencia de Información y Comunicaciones de la Alianza ‒NCIA por su acrónimo en inglés‒, el general belga Ludwig Decamps.
En el informe de la NCIA figuraba sin duda el ya refrendado acceso de España al marco del contrato CP-130, documento que establece los requisitos de ancho de banda, cobertura y potencia que demanda la OTAN, prestaciones de comunicaciones satelitales a las que sólo pueden acceder un muy reducido grupo de naciones. Los actuales satélites españoles que todavía prestan comunicaciones al ministerio de Defensa ‒Spainsat y Xtar-Eur‒ todavía no cumplen al completo las exigentes especificaciones de la organización defensiva.
La OTAN no compra satélites, alquila capacidades
Pero un acuerdo en formato MOU entre la OTAN y el gobierno español fue negociado en 2023 y ratificado por las partes interesadas a lo largo de 2024. En MOU contempla que Defensa, a través de su operador de servicios gubernamentales Hisdesat, se compromete a que las elevadas prestaciones de los nuevos Spainsat NG-1 y NG-1 también ofrezcan paquetes de comunicaciones estratégicas y tácticas al conjunto de necesidades de los órganos y agencias de la Alianza en las bandas de frecuencias X, UHF, y muy en especial en la Ka militar, banda ancha que tiene una alta demanda en la OTAN.
Así pues, la entrada en servicio del Spainsat NG-1 es imprescindible para que entre el vigor el contrato ya suscrito entre Hisdesat y la NCIA, lo que ocurrirá previsiblemente a partir del verano, cuando el satélite español ocupe su posición orbital geoestacionaria definitiva a 29º Este y a casi 36.000 kilómetros de la Tierra.

La OTAN no dispone de satélites propios de comunicaciones seguras desde hace varias décadas, pero no puede prescindir de sus servicios. Tiene que hacer efectivas sus comunicaciones confidenciales internas, los contactos y conversaciones secretas con autoridades civiles y militares de los 32 países miembros de la organización. Y sobre todo, los necesita para el mando y seguimiento de las operaciones que llevan a cabo las fuerzas militares que tiene desplegadas por Europa y otras partes del mundo.
Es por ello que contrata en régimen de alquiler la utilización de las capacidades remanentes de las redes de comunicaciones vía satélite propiedad de gobiernos de la Alianza o de empresas que gozan de plenas garantías de seguridad de sus respectivas Estados y han sido acreditadas por la OTAN. Y ahí es donde entran el Spainsat NG-1 de Hisdesat ‒a finales de año lo hará el NG-2‒, ya que la organización defensiva necesita contar con amplios y flexibles anchos de banda y disponer de gran cobertura y capacidad para comunicaciones de voz y datos, incluido con unidades navales y aéreas.

Hasta ahora, en el marco del acuerdo CP-130 y el proyecto NSS6G, la Oficina de Gestión de Servicios Conjuntos de la NCIA afincada en Mons, Bélgica, ha aumentado sus demandas y tiene en vigor un contrato que comenzó en enero de 2020 y abarca hasta 2034. Lo ha suscrito y es beneficiaría Francia, que contribuye con su constelación de comunicaciones militares Syracuse 4 que opera en las bandas X y Ka. Consta de los satélites Syracuse 4A y 4B, lanzados en octubre de 2021 y julio de 2023, respectivamente.
Miembros del club y aspirantes
Italia lo hace con su ingenio Sicral 2, desarrollado en cooperación con Francia, que está en el espacio desde abril de 2015 y funciona con transpondedores en las bandas UHF y X. El ministerio de Defensa de Roma contrató en junio de 2021 los Sicral 3B y 3B, que están fabricación y trabajarán en las bandas X, Ka y UHF.
También el Reino Unido forma parte del minoritario club. Su contribución son los satélites Skynet 5 en las bandas X y UHF operador gubernamental británico Paradigm Secure Communications, una filial de la rama británica de Airbus. La constelación consta en origen de cuatro plataformas enviadas al espacio entre 2007 y 2012. La primera ‒Skynet 5A‒ ya requiere relevo, será el Skynet 6A, que ya incorpora la banda Ka, y cuyo su lanzamiento en un Falcón 9 está previsto para finales de 2025 o 2026.

Por supuesto, Estados Unidos es miembro prioritario del equipo. Aporta sus elevadas capacidades satelitales militares mediante su constelación WGS, que mantiene en servicio al menos cuatro grandes satélites que operan en las bandas X, Ka y UHF. Ya prepara una nueva generación, cuyo primer ejemplar, el WGS 11, surcará el espacio en 2025 desde Cabo Cañaveral, Florida.

Dos naciones que, al igual que España, también está a la espera de entrar en el negocio que brinda la OTAN son Alemania y Luxemburgo. Este último país dispone a través de una filial de su operador de satélites comerciales SES del satélite gubernamental Govsat 1, en órbita desde enero de 2018 y con transpondedores en las bandas X y Ka militar.

La república federal de Alemania tiene a su servicio los satélites SatComBw 1 y 2 ‒lanzados en 2009 y 2019, respectivamente‒, pero a bordo viajan transpondedores en las bandas de frecuencias Ku y C, que no son de interés prioritario para la OTAN. Pero en julio pasado, la Bundeswehr contrató a Airbus Space Systems GmbH para desarrollar el SatComBw 3, reforzar sus capacidades de comunicaciones seguras en las bandas X, Ka militar y UHF y también prestar servicios a la Alianza.