Siete años después de derrotar al Daesh, Irak observa con preocupación la crisis en Siria
Los recientes acontecimientos en Siria opacaron la conmemoración del séptimo aniversario de la recuperación de la gobernación de Nínive, en el norte de Irak, de manos del Daesh. Este aniversario, que originalmente tenía un enfoque principalmente de seguridad, ha adquirido este año un carácter político que terminó eclipsando su propósito original.
El séptimo aniversario de la derrota del grupo terrorista en Irak coincide con la caída del régimen de Bashar Al-Assad en Siria, algo que podría tener un impacto significativo y directo en la seguridad de Irak. En el verano de 2014 los yihadistas lanzaron desde territorio sirio la ofensiva que terminó conquistando Mosul para posteriormente extenderse hacia el norte y el oeste de Irak, llegando hasta las afueras de Bagdad.
Las milicias chiítas, que jugaron un papel clave en la lucha contra el Daesh y que actualmente tienen una influencia significativa en la política iraquí, han tratado de tranquilizar a la población, asegurando mantener una estricta vigilancia de las fronteras para evitar cualquier posible incursión de la organización extremista desde Siria hacia Irak.
Asimismo, han aprovechado la situación actual para subrayar su importancia, junto con las fuerzas regulares iraquíes, en la seguridad del país, especialmente en las áreas más cruciales y vulnerables, como las zonas fronterizas y los territorios del interior donde aún se libran combates contra los terroristas.
Paralelamente, el discurso político y mediático de las milicias se ha centrado en advertir sobre la amenaza persistente que representa el Daesh para Irak. En este sentido, han llegado a afirmar que Estados Unidos utiliza esta amenaza con el fin de ejercer presión sobre Irak y forzar a sus autoridades a aceptar la presencia de fuerzas estadounidenses en el país.
Esta narrativa ha sido impulsada principalmente por la República Islámica de Irán, el principal apoyo de estas milicias chiíes a las que utiliza para expandir su influencia tanto en Irak como en Siria. En este último país, Teherán ha sufrido una significativa derrota con la caída del régimen de Al-Assad, lo que le ha llevado a reforzar su presencia y control en Irak.
Mohsén Rezaí, miembro del Consejo de Discernimiento de Conveniencia de Irán, ha acusado a Estados Unidos de entrenar a miles de miembros de la organización terrorista Daesh en Siria, cerca de la frontera con Irak.
No es la primera vez que las autoridades iraníes lanzan este tipo de acusaciones, a pesar de que Estados Unidos lideró la coalición internacional contra el Daesh que logró la derrota del grupo terrorista en Irak el 10 de diciembre de 2017.
Las milicias chiíes en Irak también han advertido sobre los "intentos de exportar el terrorismo de Siria hacia Irak”, destacando especialmente la apertura de prisiones en Siria y la liberación de líderes terroristas. En este punto también se ha subrayado la situación en el campo de Al-Hol -controlado por fuerzas kurdas-, que alberga familiares de miembros del Daesh.
El primer ministro iraquí, Muhammad Shia Al-Sudani, describió el séptimo aniversario de la derrota de la organización extremista como “un hito en el camino del pueblo iraquí”. “Este día se ha convertido en un símbolo de resistencia y unidad para el país, marcando no solo la victoria militar, sino también el proceso de recuperación y reconstrucción tras años de conflicto y destrucción”, señaló.
En su discurso, Al-Sudani contrastó el enfoque de intimidación adoptado por Irán y sus aliados en Irak con un mensaje de esperanza y estabilidad, destacando que “hoy el terrorismo ya no tiene un punto de apoyo en la tierra de Irak, y sus restos no son más que derrota ante nuestras fuerzas armadas”. Además, subrayó que Irak ha emergido “fuerte, sano y victorioso”, y que está decidido a construir, reconstruir y desarrollarse.
Sin embargo, también hizo hincapié en la necesidad de "enfrentar las ideas extranjeras y todo lo que destruye nuestros valores sociales y culturales, basados en nuestra fe islámica y humanitaria”.