Argelia rechaza tajantemente la lista de personas que Francia quiere expulsar
- “Rechazamos categóricamente las pretensiones de Francia”
- Indignación total en Francia
- Fin a las visitas diplomáticas
Aumenta el choque de declaraciones entre París y Argel tras la emisión de un comunicado oficial por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino en el cual informan que no aceptarán las pretensiones del Gobierno francés, y rechazan la lista de ciudadanos argelinos en régimen de Obligation de quitter le territoire français (OQTF) que residen en Francia, que el país galo quiere deportar a Argelia, su país de origen.
El pasado fin de semana, el ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, fue claro: si Francia cede ante las pretensiones de Argelia, dimitiría de su cargo. Menos de 48 horas después, las autoridades argelinas han respondido al ministro, negándose a recibir a la lista de más de 60 ciudadanos argelinos que residen en Francia, entre los que se encuentra el autor de los atentados del pasado mes de febrero en Mulhouse, al sur del país.
Desde que Francia informara por primera vez de sus intenciones, concedió a Argelia 40 días o 6 semanas para que iniciara el proceso de deportación de ciudadanos argelinos. Tras el rechazo de esta lista, Retailleau prometió una “respuesta progresiva” y afirmó en su cuenta de X que “lamenta que Argelia se niegue a aplicar el derecho internacional”.
“Rechazamos categóricamente las pretensiones de Francia”
En el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino, el secretario general del Ministerio, Lounés Magramane, reafirmó: “Argelia rechaza categóricamente las amenazas e intentos de intimidación, así como los mandatos judiciales, ultimátum y cualquier lenguaje conminatorio. Por todas estas razones, las autoridades argelinas han decidido no dar curso a la lista presentada por las autoridades francesas”.
Según se lee en la nota oficial del Ministerio, Argelia estaría rechazando las pretensiones francesas porque no se ajustan a los procedimientos habituales, ni en forma ni en fondo.
“Por lo tanto, se ha invitado a la parte francesa a respetar el procedimiento establecido en este asunto, siguiendo el canal habitual, que se mantiene entre las prefecturas francesas y los consulados argelinos competentes, y preservando la forma habitual de tratamiento en este tipo de casos”, concluye el comunicado.
Indignación total en Francia
La emisión de la nota oficial por parte de Argelia ha causado un terremoto político y mediático en Francia. Desde políticos, como Christian Estrosi, alcalde de Niza; Gérald Larcher, presidente del Senado francés; o Jordan Bardella, presidente de la Asamblea Nacional, hasta periodistas como Vicent Hervouët, presidente de la Asociación de Prensa Diplomática de Francia, han declarado que la República debería anular por completo los acuerdos de 1968, suspender toda ayuda al desarrollo, y congelar los bienes argelinos.
Del mismo modo, ambos señalaron que la preocupación por una futura inmigración masiva es palpable entre los ciudadanos franceses.
Además de los mencionados anteriormente, Gérald Darmanin, ministro de Justicia de Francia, en consonancia con el ministro del Interior, Bruno Retailleau, y el primer ministro, François Bayrou, ha pedido la retirada del embajador francés de Argel y la cancelación de los pasaportes diplomáticos de Argelia.
Esta decisión fue apoyada por la ministra de Trabajo y Empleo, Astrid Panosyan-Bouvet, quién también señaló que examinar el tratado de 2007 sobre visados para trabajadores argelinos podría implicar restringir muchos contratos de trabajo. “Creo que eso es parte de las respuestas graduales, de hecho”, añadió.
Fin a las visitas diplomáticas
“Esto tiene que parar. No hay ninguna razón para que Francia siga siendo generosa con este país”, declaró el ministro de Justicia francés, Gérald Darmanin, en favor de la propuesta de “respuesta progresiva” mencionada por Retailleau.
Según cifras del Observatorio de la Inmigración y Demografía de Francia, son más de 650.000 los ciudadanos argelinos que disponen de un permiso de residencia válido, de las cuales más de 250.000 se concedieron el pasado año; una cifra que posiblemente se vea afectada por las decisiones de suspender los acuerdos de 1968 entre Francia y Argelia.
Una respuesta que también afectaría a funcionarios y mandatarios del régimen militar argelino a quienes Francia aplicará sanciones si los rechazos de ciudadanos argelinos residentes en territorio francés se mantienen.
Entre los argumentos a los que se acoge la nación gala se encuentran los tratados de derecho internacional por los cuales los países están obligados a aceptar a ciudadanos deportados por los Gobiernos de otros países. Sin embargo, el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, ha insistido en que “está a favor de renegociar en vez de denunciar”.