Argelia revisará el acuerdo de asociación con la Unión Europea
Argelia ha decidido responder al aumento de las críticas a sus políticas por parte de países europeos con la llamativa decisión de volver a revisar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
El país magrebí ha sido cuestionado en el ámbito de los derechos humanos y la libertad de prensa, precisamente después del caso Boualem Sansal, escritor crítico con el integrismo religioso, detenido el pasado 16 de noviembre a su llegada al aeropuerto de Argel, procedente de Francia, y desaparecido desde entonces. Argelia ha respondido a las acusaciones de forma inconsistente, con argumentaciones políticamente inapropiadas.
Por su parte, el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, intentó justificar su política al frente de la nación con datos económicos y argumentando que “la revisión de este acuerdo es necesaria en vista de la realidad económica actual, sabiendo que desde su entrada en vigor en 2005, las exportaciones de Argelia se basaron principalmente en hidrocarburos, mientras que hoy, nuestras exportaciones no hidrocarburíferas se han diversificado y se han extendido a otras áreas, incluyendo la producción agrícola, los minerales, el cemento y los alimentos y otros productos”.
Sin embargo, los observadores consideran este paso como un claro ejemplo de aumento de las tensiones políticas claramente destinado a enviar mensajes a la Unión Europea y a Francia, tras las críticas al régimen argelino por parte de estos países.
De esta manera, el Gobierno argelino trata de presentar la revisión del acuerdo de asociación como un movimiento clave para impulsar la economía argelina, afirmando que su único objetivo es proteger el sistema económico estatal y apoyar el producto local.
A pesar de los intentos del régimen de ocultar sus intenciones, es evidente que el país está tratando de reformular los términos para coaccionar a Europa y evitar las críticas, lo que podría interpretarse como una vía de escape de los compromisos políticos internacionales asumidos por Argelia al firmar este acuerdo.
Un acuerdo muy relevante
El acuerdo entre Argelia y la UE, en vigor desde 2005, es de gran importancia para ambas partes y desempeña un papel crucial en las relaciones bilaterales, abarcando tanto intereses económicos como políticos.
Para Argelia, representa una oportunidad clave para fortalecer su relación económica con Europa, especialmente en el ámbito energético. Asimismo, el acuerdo brinda un panorama ideal para la cooperación política y el apoyo en áreas como la seguridad y la inmigración.
Por su parte, la UE busca asegurar fuentes de energía estables y diversificadas, así como un socio estratégico en el Mediterráneo, favoreciendo la estabilidad en la región, algo clave para Europa.
No obstante, las quejas argelinas han intentado darle una connotación negativa al convenio, alegando que la economía nacional no se ha beneficiado en absoluto de ello. Por otro lado, los expertos afirman que los verdaderos problemas radican en la mala administración del país y en la excesiva dependencia de los hidrocarburos, dejando de lado los términos del acuerdo en sí.
Medidas adoptadas por Argelia
Además de maniobrar económicamente, Argelia ha acusado a Francia de tratar de desprestigiar productos argelinos como los dátiles o el chocolate en los mercados europeos, acusaciones que parecen reflejar más una confusión política que una verdadera estrategia para afrontar las críticas internacionales.
Asimismo, existen otras medidas por parte de Argelia que podrían indicar una estrategia del país para crear conflictos imaginarios y desviar la atención de la verdadera crisis interna. Entre ellas se encuentran las declaraciones de los funcionarios argelinos sobre la promoción del árabe y el inglés, en detrimento del francés, y la adopción de iniciativas diplomáticas en contra de lo que denominaron como “intervenciones europeas”.
Al parecer, con estas acciones, el régimen militar busca presentarse como víctima de los intentos de “supremacía” europea. Sin embargo, este enfoque no ha logrado convencer a muchos, ya que se considera que el régimen se está aferrando a este discurso para potenciar los sentimientos patrióticos y desviar la atención de los verdaderos problemas, como la falta de libertades, el deterioro de los servicios y la continua dependencia del petróleo. Todo esto, en un contexto en el que Argelia sufre una severa crisis económica marcada por la inflación y el alto desempleo.
En respuesta, el presidente argelino negó que la revisión del acuerdo fuese el resultado de un conflicto, diciendo que “tiene como objetivo apoyar las buenas relaciones entre Argelia y la Unión Europea como socio económico sobre la base del principio de beneficio mutuo", según el comunicado del Consejo de Ministros.
Confusión política
Las reacciones de Argelia a las críticas europeas y francesas no están ayudando al país a poder sobrellevar sus problemas reales. Más bien, manifiestan un estado de confusión política y una clara falta de estrategia diplomática madura. En vez de buscar una conversación productiva y mejorar su situación en el ámbito de derechos humanos, Argelia ha optado por adoptar una actitud hostil y distintas maniobras políticas que muchos ven como reacciones inmaduras, diseñadas para ocultar las verdaderas crisis que atraviesa el país.
Si el país realmente busca fortalecer su papel internacional, debería dejar de buscar culpables y comenzar una introspección hacia su propia administración. Esto implica mejorar la gobernanza, garantizar las libertades y diversificar la economía más allá de los combustibles, en lugar de generar conflictos innecesarios.