El ataque de Hamás a Israel no ha acabado con la esperanza de paz en Oriente Próximo
Israel está perdiendo la batalla de la comunicación, la guerra contra Hamás va a ser larga y dolorosa, pero existen esperanzas de recuperar y ampliar los Acuerdos de Abraham entre Israel y diversos países del mundo árabe.
- Historia de una frustración
- Una guerra sin reglas
- La mayor matanza de la historia de Israel
- Un conflicto largo y costoso
Éstas son las principales conclusiones a las que ha llegado el panel de expertos en el conflicto israelo-palestino, reunidos en la mañana del 24 de enero en la sede madrileña del CEU San Pablo y convocado por los Amigos de la Universidad de Tel Aviv en España.
Un ilustre elenco de expertos procedentes de diversos ámbitos como la universidad, el periodismo y el ejército, que aportaron su visión sobre lo sucedido en los 100 días transcurridos desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre del año pasado.
Como indicaba el moderador de la mesa, el periodista y expresidente del Club Internacional de Prensa, Javier Martín Domínguez, “¿quién iba a decirnos hace unos meses que íbamos a asistir a una guerra tan cercana a nuestro territorio e intereses?”.
En representación del CEU San Pablo, Antonio Alonso, profesor de Historia en esta Universidad, expresó que “el conflicto entre Israel y Palestina es un asunto con el que hemos crecido y que a los españoles no nos es ajeno”.
Para Alonso, el mundo actual es muy distinto al de hace tres o cuatro décadas: “Estados Unidos ya no es el centro del mundo y tiene otras preocupaciones diferentes a Oriente Próximo, como son la guerra de Ucrania y el protagonismo internacional de China”.
Por su parte, Patricia Nahmad, presidenta de los Amigos de la Universidad de Tel Aviv en España, entidad organizadora de este evento, explicó la labor que lleva a cabo esta organización a favor del entendimiento y la colaboración entre universidades de distintos países, y, en una emotiva intervención, pidió la liberación de los 130 rehenes israelíes, varios niños entre ellos, que aún siguen en manos de Hamás.
Historia de una frustración
El primer ponente en intervenir fue Alberto Spektorowski, profesor de la Universidad de Tel Aviv y analista de política internacional, quien describió los hechos del 7 de octubre de 2023 como “la historia de una frustración: creía que no iba a pasar, estaba convencido de que el proceso de paz estaba por buen camino, pero pasó”.
El profesor Spektorowski recordó a los asistentes que no es la primera vez que Hamas mata la esperanza de paz a bombazos: “ya sucedió a principios de los 2000, cuando se propuso el plan de dos estados para dos pueblos, y esta organización terrorista recrudeció sus atentados en la época de Isaac Rabin y desencadenó la Segunda Intifada”.
El analista señala que “esta vez también estábamos cerca de un acuerdo regional. Hay que tener en cuenta que Gaza nos es una prisión al aire libre; en los últimos años ha tenido unas inversiones tremendas que, si se hubieran utilizado para su transformación, ahora mismo estaríamos hablando de una nueva Singapur. Pero no supimos entender lo que realmente era importante para Hamás, porque tenemos un pensamiento racional y creemos que se preocupan por su gente”.
Una guerra sin reglas
Mario Lanz Raggio, coronel auditor del Cuerpo Jurídico Militar, explicó que los conflictos armados también están sujetos a normas jurídicas: “es un derecho excepcional que regula una situación de guerra y permite a los contendientes realizar acciones impensables en un paradigma de paz”.
El coronel Lanz explicó que esta regulación garantiza que se produzca el menor número posible de bajas civiles y los llamados daños incidentales o colaterales, una cuestión que Hamás, al no ser un ejército como tal, no ha respetado, y a la que sí están sujetas las acciones del ejército israelí.
La mayor matanza de la historia de Israel
El periodista y corresponsal en Oriente Próximo Henrique Cymerman, un rostro popular en los telediarios españoles desde hace décadas, no ahorro los calificativos y aseguró que los actos del 7 de octubre constituyeron “la mayor atrocidad de la historia judía desde el principio de la primera migración, en 1882. No ha habido jamás un día con más de 1.200 muertos y 250 secuestrados”.
Cymerman aportó algunos datos humanos, como su búsqueda infructuosa de la ciudadana canadiense Vivian Silver, defensora de los derechos de los palestinos, que organizó un servicio de ambulancias para atender a pacientes palestinos y encabezo una marcha de más de 1.500 mujeres israelíes y palestinas en Jerusalén. Silver fue una de las primeras víctimas de los ataques de Hamás.
Otra cuestión relevante que planteó el periodista es que han sido “las matanzas más documentadas de la historia de la Humanidad. Hamás filtró cada detalle, con imágenes de las cámaras que llevaban los terroristas, con el fin de reflejar el sadismo. El problema es que, por cuestiones de privacidad de las víctimas, el Ejército israelí no quiere difundir esos vídeos para despejar todas las dudas sobre lo que sucedió”.
Respecto a quién está detrás de Hamás, Cymerman lo tiene claro: “como dijo el primer ministro británico, “Hamás es el idiota útil, un brazo de Irán, desde donde creían que Gaza iba a suponer la Tercera Intifada”.
Sin embargo, el periodista también cree que no ha desaparecido la posibilidad resucitar el entendimiento entre Israel y Arabia Saudí: “a Arabia le interesa normalizar las relaciones con Israel, porque Irán quiere la hegemonía de Oriente Medio y el mundo musulmán, pero Arabia custodia los santos lugares de La Meca y Medina. Además, países como Indonesia, Malasia o Mauritania están dispuestos a ser los próximos firmantes de los Acuerdos de Abraham”.
Cymerman concluyó citando al fundador de Israel, David Ben Gurion: “las cosas difíciles las hacemos inmediatamente; las imposibles tardamos un poco más”.
Un conflicto largo y costoso
El turno de intervenciones se cerró con la del teniente general del Ejército de Tierra, Francisco J. Gan, quien habló del conflicto desde el punto de vista de la profesión militar: “Hamás es un movimiento terrorista que busca sus objetivos y no está sujeto a ninguna regla. Cuanto más odio genera, más se acerca a sus objetivos. Israel tiene que tener la cabeza fría, porque de momento ha perdido la batalla del relato y solo le sostiene la racionalidad de los gobiernos de los países musulmanes de su entorno”.
Para el teniente general, sería un error que Israel bombardee el sur de Gaza, y debe centrarse en operaciones muy finas y enormemente selectivas, que a la vez son las más costosas.
“Me consta que se ha juzgado a militares israelíes por un uso desproporcionado de la fuerza, pero no se ha difundido. Sería bueno que se contara”, sugirió Gan, quien aseguró que “cuanto mas dure el conflicto, más apoyos internacionales perderá Israel”.