Doble revés diplomático argelino en Manama y Caracas
Tras el escándalo de la Copa de la CAF y el asunto de la camiseta del equipo marroquí, el Renacimiento de Berkane, que se saldó con un gran fracaso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, que rechazó todas las demandas argelinas, ahora le toca a la Liga de Estados Árabes infligir una bofetada mordaz al régimen de Argel.
Aunque nunca ha tomado la iniciativa de plantear la cuestión de los territorios saharauis bajo soberanía marroquí, Argel propuso, con ocasión de la 33ª Cumbre Árabe, que esta cuestión se incluyera en el orden del día de la reunión de Manama. Incluso cuando acogió la 3ª cumbre en noviembre de 2022, Argelia no había pensado en plantear la cuestión por temor a un rechazo sinónimo de afrenta en su propio feudo.
Como era de esperar, el Comité Organizador de la cumbre de Bahréin, inaugurada el jueves 16 de mayo, no se anduvo por las ramas. Rechazó categóricamente la propuesta argelina alegando que “esta cuestión no se discutirá ni regateará”, según fuentes próximas a la Secretaría General de la Liga Árabe. El rechazo de esta propuesta se justifica por “el respeto de la soberanía de los Estados y el apoyo a su estabilidad”.
Cabe recordar que ningún país miembro de la Liga de Estados Árabes reconoce la república saharaui proclamada en territorio argelino en febrero de 1976. Esta república no tiene territorio, pasaporte ni moneda, y su presupuesto es financiado por Argelia sin que se mencione en la ley anual de finanzas ni se discuta en la Asamblea Nacional argelina.
Lógicamente, Argel esperaba que su propuesta fuera rechazada. Y si se había esforzado por presentarla, era sólo para justificar la ausencia del presidente Tebboune en esta reunión de jefes de Estado árabes, donde se sentiría incómodo. También era para resarcirse ante los bahreiníes que, como la mayoría de los Estados miembros, boicotearon la reunión de Argel 2022.
El representante de Marruecos en la ONU pone en su sitio a su homólogo argelino en Caracas
Como los fracasos diplomáticos no vienen solos, y éste no es el primer ni el último desaire del régimen argelino, el representante permanente de Argelia ante la ONU, Amar Bendjama, fue ridiculizado en plena reunión por su homólogo marroquí, Omar Hilale, en Caracas, durante el seminario C24 celebrado del 14 al 16 de mayo. Un seminario al que el diplomático argelino había acudido para prestar su apoyo a los separatistas del Polisario. Sin embargo, el orden del día de este seminario contenía varios puntos que el Sr. Bendjama parece haber olvidado.
El representante marroquí comenzó recordando a su homólogo argelino que su lugar no estaba en Caracas sino en Nueva York. “El Grupo Árabe que le eligió para representar a los países árabes en el Consejo de Seguridad hubiera querido que se quedara en Nueva York para defender la causa palestina”, le recordó. Y añadió: “Usted no asume la responsabilidad para la que la comunidad internacional le eligió en el Consejo de Seguridad, sino que ha preferido dar prioridad a su agenda nacional, la de Argelia sobre la cuestión del Sáhara marroquí".
En cuanto a la cuestión saharaui, por la que el diplomático argelino había venido a predicar, el marroquí Omar Hilale le recordó que “estamos aquí porque Argelia se niega a volver a la tercera mesa redonda del proceso político. Usted habla de paz, pero se niega a asumir su papel de responsable de una situación que dura ya medio siglo. Es su país el responsable de la congelación de los esfuerzos para resolver este contencioso regional”. Y sin quitarse los guantes”, el representante marroquí afirma a su interlocutor: “Usted ha hablado del plan de arreglo y del referéndum, pero olvida que el Consejo de Seguridad lo enterró hace un cuarto de siglo. Su diplomacia, señor embajador, padece el síndrome del enanismo”.
Esto significa, prosiguió, que “Argelia se detuvo en 1991 con el plan de arreglo. Desde entonces no ha evolucionado. Su país no ha visto evolucionar el mundo. No ha visto caer el Muro de Berlín. No ha visto que 107 países apoyan la iniciativa de autonomía marroquí. Usted pretende no ver el número de consulados abiertos en las ciudades marroquíes de El Aaiún y Dajla”.
“Argelia no ha visto que el Consejo de Seguridad ha pasado del plan de arreglo a una solución política, que requiere negociaciones entre todas las partes. Tampoco ha visto las mismas resoluciones que le invitan a volver al proceso de las mesas redondas, a las que persiste en decir ¡NO! Si bien Argelia participó en las dos primeras mesas redondas, dice NO a la tercera, a pesar de las exigencias del Consejo de Seguridad”, concluye Omar Hilale.
El diplomático argelino no tuvo respuestas a estas reprimendas marroquíes, que lógicamente se esperaban, dada la falta de argumentos. Y eso es lamentable para Argelia, cuya diplomacia era uno de sus puntos fuertes cuando la voz de Argelia se oía en silencio religioso en el concierto de las naciones. ¡Hubo un tiempo!