El líder opositor Raila Odinga respeta la decisión del Tribunal Supremo, pero discrepa “de forma vehemente”

El Tribunal Supremo de Kenia confirma la victoria de William Ruto en las elecciones presidenciales

AP/BRIAN INGANGA - El presidente electo de Kenia, William Ruto, se dirige a los medios de comunicación en su residencia oficial en Nairobi, Kenia, el lunes 5 de septiembre de 2022

El Tribunal Supremo de Kenia zanja la incertidumbre en el país al confirmar la victoria del vicepresidente William Ruto en las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto. El tribunal de máxima estancia judicial ha desestimado los nueve recursos interpuestos por su principal rival, el ex primer ministro y líder opositor, Raila Odinga. 

Tal y como anunciaba la Comisión Electoral Independiente (IEBC, por sus siglas en inglés), el vicepresidente William Ruto vencía en las elecciones con un 50,49% de los votos, mientras Odinga obtenía el 48,85%. Sin embargo, el anuncio de la Comisión no fue bien recibido por Odigna, quien, junto a su compañera de candidatura, Martha Karua, impugnó los resultados electorales el pasado 22 de agosto.  

Los líderes de la coalición Azimio La Umoja aseguraron que los resultados eran “ilegales” y que piratas informáticos habían entrado en los servidores de IEBC para manipular los formularios utilizados para tabular los resultados de los colegios electorales. Además, alegaron a que Willliam Ruto no había alcanzado el umbral necesario del 50% para sortear la segunda vuelta, según establece la Constitución. 

En todo caso, la presidenta del Tribunal Supremo, Martha Koome, ha comunicado que el veredicto ha sido unánime, definitivo y que no admite apelación. De esta forma, Ruto será investido como nuevo presidente el próximo 13 de septiembre, y se convertirá en el quinto jefe de Estado desde que Kenia consiguiera su independencia en 1960.  

El presidente saliente, Uhuru Kenyatta, dejará el cargo después de 10 años al frente del Ejecutivo del país y lo hará, asegura, de forma pacífica. “Es mi intención supervisar una transición sin problemas hacia la próxima administración y ya se han emitido todas las órdenes necesarias para facilitar este proceso”, señalaba.  

Sin embargo, Kenyatta ha dicho que, aunque respeta la decisión del Supremo, discrepa “de forma vehemente” de la resolución. Es por ello por lo que ha invitado a los kenianos a “investigar la coherencia” de las instituciones del país. “Este juicio no es de ninguna manera el final de nuestro movimiento. Nos inspira a redoblar nuestros esfuerzos para transformar este país en una democracia próspera”, añadía en un comunicado. 

Por su parte, la Unión Africana (UA) ha felicitado a William Ruto por su victoria en las elecciones y por la “confirmación judicial unánime de los resultados de las elecciones”, y ha congratulado a Kenyatta por su “firme liderazgo durante su mandato”. El presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, ha alabado la actuación de la comisión electoral keniana y a todos los actores nacionales por el proceso pacífico de las elecciones hasta la sentencia del Tribunal Supremo. Algo especialmente importante para la democracia de Kenia después de las oleadas de violencia registradas en anteriores elecciones, como las de 2007, que dejaron más de 1.100 muertos y 600.000 desplazados. 

En los anteriores comicios, el opositor Raila Odinga ya había impugnado los resultados, que no arrojaron los votos necesarios para ser investido presidente. Pero esta nueva derrota supone una tragedia para sus partidarios, que no alcanzaron más del 50% del sufragio, aun con el apoyo de Kenyatta. Es la quinta vez que el candidato, de 77 años, pierde unas elecciones, y por las que se esfuma cada vez más su sueño de convertirse en presidente, una realidad que hereda de su padre, Jaramogi Oginga Odinga, el primer vicepresidente de Kenia que nunca llegó a presidente a pesar de su campaña contra el colonialismo británico. 

Ahora todas las miradas están puestas en el próximo 17 de septiembre, cuando el candidato William Ruto tomará posesión del cargo tras ganar las elecciones del pasado 9 de agosto. Su éxito se debió a su discurso en el que prometía acabar con las dos dinastías políticas, los Odinga y los Kenyatta. En este escenario, Ruto tendrá que cumplir con su promesa de mejorar las vidas de los kenianos haciendo frente a la corrupción, el desempleo masivo, la deuda nacional y la crisis económica que está provocado el aumento del coste de vida.