Según la politóloga estadounidense Alana Moceri

Para Estados Unidos, la alianza España-Marruecos es urgente

Alana Moceri

Atalayar ha mantenido una entrevista con Alana Moceri, politóloga estadounidense, analista de relaciones internacionales, escritora y profesora en el IE School of Global and Public Affairs.  

Las principales áreas de especialización de Alana Moceri son la política y la comunicación en Estados Unidos, la UE y España, incluyendo la diplomacia pública, las campañas electorales, las campañas de desinformación y el activismo popular y transnacional. 

Según Moceri, si bien le asombró el cambio de postura del presidente español Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, valora el gran esfuerzo que supuso para recomponer las relaciones entre Madrid y Rabat. España no debe entrar en más conflictos y la normalización de las relaciones bilaterales con su socio marroquí siempre ha sido de extrema urgencia para la Administración Biden. Según Moceri, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental, abandonado ya por el Gobierno español, no es cuestión equiparable a la futura consulta refrendada por Cataluña. Pero todavía aún más, le sorprende que la ciudadanía española no crea que ocupa un lugar importante en la Unión Europea y en el mundo. 

En la Cumbre de la OTAN, se percibió a España como la proyección de un gran país europeo ante el mundo, ¿qué lugar ocupa España para Estados Unidos en el norte de África? 

La relación entre España y Marruecos es proyectable a Europa y África. Cuando el presidente español Pedro Sánchez cambió de postura ante el conflicto del Sáhara Occidental, me resultó chocante; si bien, entendí que es imprescindible la normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países: el reconocimiento mutuo y los intereses compartidos. España ha de buscar la forma de no entrar en más conflictos. Es lo mejor que Sánchez pudo hacer.  

Para los EE. UU. y para Europa, la alianza entre Marruecos y España es necesariamente urgente por su posición geoestratégica en el norte de África. Mantener la estabilidad con su socio marroquí es esencial a la hora de combatir lacras como el terrorismo internacional o el tráfico de drogas. 

Gran parte de países de África se sienten seducidos por las inversiones económicas de China, después de haber padecido el expolio de sus recursos naturales por Occidente. ¿De qué manera EE. UU. podría evitar a este gran competidor en una zona geoestratégica clave? 

Cada vez hay más gente disputándose el mismo espacio y los mismos recursos. China actúa en África como un banco privado que realiza préstamos a través de la financiación de proyectos en infraestructuras portuarias, por ejemplo, o la adquisición de bienes y servicios, sin obviar la compra de sus producciones agrícolas y minerales. Tarde o temprano, generará problemas en este continente. Estados Unidos puede equilibrar esta coyuntura porque no podemos ignorar que China intenta comprar a estos países y ya está demandando las deudas contraídas con intereses. 

Alana Moceri 

¿Cuánto de importante somos para los americanos, cuando aluden a que “España es un aliado necesario e indispensable en estos momentos”? 

España es un aliado muy importante de Estados Unidos. Me parece curioso que la ciudadanía española no crea que ocupa un lugar importante en la UE y en el mundo. Incluso a Bush, en su desencuentro con Rodríguez Zapatero, le preocupaba mucho la tensión que hubo. Las relaciones bilaterales no solo son de presidente a presidente. Existen actores estatales y no estatales que ocupan un papel destacado a la hora de robustecer estas relaciones (empresarios, diplomáticos, periodistas, ONGs, instituciones universitarias). La óptica de la auténtica realidad en las relaciones bilaterales entre EE. UU. y España está por encima de los detalles. 

¿Qué opinión le merece la coyuntura actual por la que atraviesa el mundo, de explosión social y perdurabilidad de conflictos? ¿Hablamos de la espuma del tiempo frente a la realidad? 

“La teoría realista” en las relaciones internacionales defiende que el mundo es peligroso y que cada país, en su balance de poder, ha de defender sus propios intereses; “la teoría del institucionalismo” plantea la defensa de una sociedad en base a sus instituciones formales e informales y “el idealismo” es una corriente, que reconoce la idiosincrasia de cada país, pero apuesta por la cooperación entre Estados para promover la paz a través de la diplomacia. En base a esto, los mandatarios mundiales han de arriesgar por el diálogo; somos comunidad en un mundo interconectado; no se puede vivir en un permanente conflicto, como está ocurriendo ahora. 

¿Pudiera existir un paralelismo entre la soberanía del Sáhara Occidental y la independencia de Cataluña?  

Una pregunta muy interesante por tu parte, aunque son cuestiones diferentes.  

La libre determinación de territorios es una cuestión más habitual de lo que creemos. Expertos juristas consultados aluden a que una consulta refrendada, en el caso de Cataluña, requiere de cambios en la Constitución española. Igual que considero que no sería tan grave, aunque implicaría riesgos y dificultades, también considero que la campaña de Cataluña para influir en la opinión pública en el extranjero, basada en la existencia de una supuesta “España represiva, no democrática y contraria a los derechos humanos”, es una auténtica atrocidad; por ello, el diálogo es importante.

Alana Moceri 

¿Podría hacer una valoración de la nueva legislatura que le espera a Pedro Sánchez? 

Siempre vislumbré que, a pesar de la consternación de algunos líderes socialistas del pasado y de los votantes de Núñez Feijoó, era probable que se tolerara la amnistía, con el fin de evitar lo impensable: un Gobierno central dirigido por una coalición PP-Vox.  

Queda por ver hasta dónde puede o quiere llegar Pedro Sánchez y si vale la pena, en su totalidad, no solo la Ley de la Amnistía, sino también la autodeterminación. No tengo claro que mantenga su demanda de un referéndum sobre la independencia de Cataluña. 

¿Es posible que un país como Estados Unidos pueda encontrar algún candidato presidencial mejor que Biden y Trump? 

Esta es la pregunta que más me hacen a medida que se aproxima la temporada de Primarias para las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 y parece cada vez más inevitable una segunda ronda entre Biden y Trump. Pero no es esa la pregunta que hay que hacer. En Estados Unidos no faltan políticos que aspiran a ser presidentes: demócratas, republicanos e independientes. Pero, repito, no es que no haya candidatos cualificados (o no) dispuestos a salir a la palestra. Es más pertinente preguntarse por qué estos dos hombres tienen asegurada la candidatura en sus respectivos partidos.